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JAZZ CON IDENTIDAD ESPAÑOLA

SIR CHARLES +3, De aquí, vol. 2 (Koshkil Records, 2024)

Si hay un baterista que forme parte de la Historia del Jazz en España por derecho propio, ese es Carlos "sir Charles" González, un músico que ha estado en la brecha en los últimos 40 años, como líder y como acompañante de lo mejor de lo mejor. Su proyecto De aquí viene de lejos y tiene una segunda parte con un repertorio renovado, investigando de nuevo en las conexiones entre la música clásica y popular española con los diversos ritmos del jazz, haciendo converger estas músicas con distintas estéticas que van desde lo atonal a lo tradicional, del free al hardbop, consiguiendo que ambas esencias se fusionen para gozo del oyente y reivindicando así la música de identidad española del mismo modo que los músicos americanos añaden a su songbook clásicos de su propio folklore, de su propia música clásica o del repertorio de Broadway.

Desde que suena "Playera", el tema compuesto por  Pablo Sarasate y arreglado por el desaparecido Marcelo Peralta, el oyente percibe que la improvisación jazzística es posible en estos temas clásicos. Los arreglos son de Peralta en 4 de los temas, pero también de Pablo Múzquiz, de Ramiro Obedman y de Sir Charles. Convertir el repertorio clásico español en jazz contemporáneo es algo poco habitual, pero ya se lo escuchamos hace muchos años a Pedro Iturralde (en cuyo cuarteto estuvo Sir Charles) o a Olé Swing, pero estos lo hacían con un toque de humor que no es el caso. La seriedad con la que las improvisaciones han dado lugar a De aquí merecerían un estudio musicológico más profundo, pero nos vamos a limitar a comentar que la simbiosis es posible y, además, excitante: las improvisaciones jazzísticas sobre la música clásica española inspirada, a su vez, por el folklore ibérico son un trabajo perfecto y necesario para entender de dónde venimos y por qué el jazz, que nació de la mezcla cultural, se fusiona con todo tipo de músicas. 

Carlos González, por Toni Guerrero
El diseño del grupo (solo vientos, contrabajo y batería) es una elección brillante, ya que aporta una tímbrica y una fluidez que nos acercan a las armonías folkóricas (donde nunca se escucha el piano), al tiempo que transmite una excitante sensación de directo. Richie Ferrer al contrabajo es el complemento perfecto a la rítmica de Sir Charles (precisos ambos en la "Danza Ritual del Fuego" de Falla), Ramiro Obedman al saxo tenor (y flauta, con un impresionante solo en la "Danza española nº 5 "Andaluza" de Granados) y Pascual Piqueras a la trompeta completan el cuarteto y defienden el repertorio de manera magistral. Un tema original es el tema culmen del álbum: un tema escrito por Marcelo Peralta y Carlos González que es un contrafact de "Asturias" de Albéniz, a cuarteto pero con un brillante solo de batería de 2 minutos a modo de intro y otro de 3 como outro. 

Carlos "Sir Charles" González, que ya era parte de nuestra Historia del Jazz, aporta con este disco un complemento identitario iluminador y digno de estudio.




* Más info: www.nwkoshkil.com

UN JAZZ NOSTÁLGICO

JUAN DE DIEGO - GREBALARIAK, 
Azken Uda (Errabal Jazz, 2024)

El trompetista Juan de Diego es una figura imprescindible en el jazz contemporáneo español. Creador incansable, ejerce como compositor (también para cine y danza) y como intérprete en varias formaciones: a trío como Juan de Diego Trío o Freaky Trío, De Diego Brothers (con su hermano Víctor de Diego) o este Grebalariak, cuarteto con el que ya publicó un discazo en 2021. Siguiendo la misma línea, escuchamos diez composiciones originales de Juan de Diego. La única diferencia en esta formación es la presencia de Toni Saigi al piano (sustituyendo a Toni Vaquer). Le acompañan también Pere Loewe, contrabajo; y Ramón Prats, batería. Cuatro musicazos que ejercen de creadores con serenidad e inspiración.


El álbum, grabado en octubre de 2024, comienza con una intro de trompeta sin acompañamiento anunciando ya un disco cargado de nostalgia, sensación que hace justicia a la melancólica fotografía de portada. Fiel a su estilo, las composiciones de Juan de Diego se mueven en tiempos lentos y medios, no exentos de grooves sugestivos y que enganchan, pero huyendo de lo trillado, buscando siempre nuevos caminos a la expresividad, mucho drama ("Azken Uda"), ritmos que permiten la emoción en los solos sin recurrir a fuegos artificiales. En su estilo también, Juan de Diego nos va regalando notas impresionistas, a veces tacañas ("Bagoaz") pero efectivas, en la trompeta y el fliscorno, reafirmando esa voz tan personal que lo caracteriza, llena de color y belleza, y con cierta intención bebop. 

Los solos de Saigi, moderno y siempre trasgresor, van del impresionismo al swing sin cortarse (muy inteligente en "Marinela, hipnótico en "Ali Kinsasan"), jugando con las progresiones de acordes, buscando siempre esa ruptura, ese factor inesperado que le hemos escuchado en sus discos como líder (recordemos qué buenas sensaciones nos dio La Prinsire de la Sal en 2018). Es el acompañante perfecto para Juan de Diego. Ambos, como solistas, saben jugar muy bien con el espacio, sacando todo el partido a una base rítmica que se adapta a la perfección a las necesidades de la partitura y de los solistas. 

Un disco recomendable que consagra un poco más la larga sombra de Juan de Diego, un músico siempre inquieto, con una voz distinguible pero siempre inesperado.


* Web: juandediego.com

REVELACIONES EN SI BEMOL

JAVIER ORTÍ, Revelación (Rizoma Records, 2025)

Pensábamos que poco más se podía decir de Javier Ortí, a quien hemos conocido como saxofonista, como compositor, como arreglista y como director de big band, pero su nuevo disco nos ofrece la oportunidad de descubrir nuevos matices en su estilo de componer y tocar. Tirando de tradición para buscar un sonido nuevo, Ortí ha fabricado un jazz heredero del bebop pero con tintes modernos, impresionistas, meditativos por momentos y rompedores al fin y al cabo. Su nuevo disco se llama Revelación.

Grabado en Tempo Estudios, en Mairena del Aljarafe, y meclado en Trafalgar Estudios, Javier Ortí se presenta bien pertrechado detrás de un combo de músicos jóvenes pero experimentados (el guitarrista Álvaro Vieito, el contrabajista Javier Delgado y el baterista Guillermo McGill) para presentar 8 temas nuevos que ha compuesto donde predomina la búsqueda sobre lo previsible. En algunos temas se suman  el pianista Oscar Alvarez Rifbjerg, el trompetista Nacho Loring y la voz de Clara Campos

Foto: Gracia Gata
Javier Ortí es un músico de Isla Cristina (Huelva) formado en los conservatorios de Huelva, Sevilla y Madrid, y en seminarios de jazz como el de Cádiz, Valencia o Alhaurín, donde recibe clases de Jerry Bergonzi, Arturo Serra, Bill McHenry… Ha colaborado con un gran número de músicos de primera fila (
Trevor Coleman, C.O.M. Trio, Carlos Bermudo, Andalucía Big Band...). Como líder, ha publicado Intrology (Blue Asteroid, 2015), Enki (Rizoma, 2017), Laguna llena (Rizoma, 2019, con el guitarrista danés Mikkel Ploug). A dúo con el guitarrista portugués Miguel Martins grabó el disco Vivek (Blue Asteroid, 2016) bajo el nombre de Cuarteto Ibérico. Su voz personal, que nos trae reminiscencias híbridas de saxofonistas del hardbop y de nombres modernos del jazz europeo, muestra interesantes fraseos, largos, narrativos, irregulares (nada complacientes con la melodía, siempre buscando esa vuelta de tuerca expresiva), un saxo que tanto vuela frenético en los solos como canta las melodías.  

Los temas del álbum están llenos de juego rítmicos (esa manera de retorcer la melodía en el bopper "Tú sí") y exploraciones armónicas que encajan en una estética funcional, sin atonalidades. En el disco escuchamos composiciones tan interesantes como "Una pa Kenny", donde revive las armonías y juegos rítmicos de Kenny Dorham. En otros temas, muestra lo delicado que puede sonar el saxo tenor (y todo un cuarteto), como en "Brisa del ayer" o en esos fraseos dulces y fluidos, tan cool, de "Plazoleta San Francisco" (y ese solo de guitarra lleno de swing), el solo de bajo emotivo en "La mirada"... Delicadezas llenas de matices y capas en (casi siempre) falsas baladas que redondean el disco de una manera excitante. La edición de Rizoma Recods, con portada e ilustraciones interiores a la acuarela realizadas por Carmen Cortés Ortí, convierten el disco en una obra de arte transversal. 

* Web oficial: javierortimusic.com

NOVEDADES MICROSCOPI

Los lectores de Jazz, Ese Ruido conocerán Microscopi porque nos llegan continuamente producciones nuevas, algo inusual en un sello independiente. Su catálogo cumple 10 años sin dejar de crecer y con una nómina de artistas muy jóvenes y, en su mayoría, desconocidos. Explorarlo es una oportunidad para conocer voces nuevas y saber hacia dónde camina el jazz nacional. Repasamos algunas de sus lanzamientos más recientes, propuestas musicales originales y atrevidas que renuevan la estética del jazz con fusiones inesperadas.

GONZALO DEL VAL, Lamentos mestizos (Microscopi, 2024)

Esta es quizás la novedad más original de Microscopi este otoño. Después de su disco Tornaviaje de 2022, Gonzalo del Val continúa explorando nuevos territorios geográficos y musicales construyendo su propio mapa sonoro. El álbum, protagonizado por la voz de Valentina Marentes, se apoya en un cuarteto que cuenta, además de con el baterista, con Paquito Cruz (piano), BenjamínGarcía al contra-bajo y Luis Giménez en la guitarra.

Maestro del ritmo y líder como solo un buen baterista saber ser líder se trate de la formación que se trate, Gonzalo del Val es dueño de una abultada discografía (a su nombre o en colaboración) y no necesita presentación. Baterista imprescindible, omnipresente en conciertos y festivales, nómada musical en Dublín y Nueva York, profesor de varios conservatorios... En Lamentos Mestizos se interna en la selva de la música cantada con la cantante mexicana Valentina Marentes. El resultado es un repertorio sorprendentemente enlazado con el jazz moderno. Canciones de raíz mexicana y jazz. No es una simbiosis tan fuera de lo habitual (ya habíamos escuchado antes lo bien que encajan armonías mexicanas y jazz), pero el disco va más allá. Desde el primer tema, Marentes demuestra que también domina el scat mientras Del Val es capaz de llevar la canción de José Alfredo Jiménez hacia ritmos flamencos sin despeinarse. Pero es solo el principio.

Entre tanta nostalgia (romántica o directamente rota) en las letras, sobresale la madurez de la voz de Marentes y contenida visceralidad; la versatilidad de Gonzalo en su acercamiento a cada tema de manera distinta y personal, su capacidad polirrítmica para hacer que fluyan como una historia y cambien, avancen, sorprendan... y, sobre todo, que haya espacio para unos buenos solos (Cruz al piano en "Farolito" o Benjamín García en "Tu recuerdo y yo", que también cuenta con un solo de guitarra eléctrica de Luis Giménez muy apasionado). Como en cualquier disco de un baterista, sorprende siempre la capacidad para lo sutil (siempre he dicho que en las baladas brillan más los bateristas por la dificultad y porque no hay fuegos artificiales) y en la versión que hace en este disco de "Por el bulevar de los sueños rotos" Gonzalo del Val está pluscuamperfecto, y arrastra al cuarteto en las "amarguras que no son amargas" de la canción de Joaquín Sabina. Para reforzar este argumento, el disco concluye con una composición instrumental original de Del Val cargada de lírica.

Recomendable para aficionados a las canciones dolorosas y para los asiduos a las fusiones bien construidas. 


* Web oficial: https://gonzalodelval.es


GREGORI HOLLIS, Now I Know (Microscopi, 2024)

En este segundo álbum, el trompetista Gregori Hollis mezcla influencias y estéticas buscando un camino. Navegando por el siempre fluido universo del jazz, nos ofrece un jazz ambiental, sugerente, aflamencado en algunos momentos, acercándose al hiphop en otros... pero siempre manteniendo una voz propia que no necesita búsquedas, porque es identificable y muy personal, especialmente en el fliscorno.


El disco, grabado en directo estudio y postproducido con material electrónico y otros recursos, cuenta con la presencia del pianista Kevin Díaz, del bajista eléctrico Ferrán Rico y del baterista Christian Delgado, y muestra una gran inquietud creativa. "Un viaje de la complejidad a la sencillez", como expresa el propio músico. 

Gregori Hollis (Barcelona, ​1994) toca la trompeta y el fliscorno. Nació en una familia de músicos. De formación clásica, se graduó con honores en la ESMUC en Trompeta Jazz. Publicó su primer álbum en 2020 (Landing) y posteriormente el single I Fall In Love Too Easily. Es miembro fundador del conjunto de metales Hip Horns Brass Collective, con el que ha pisado escenarios de varios festivales de jazz y música urbana. En este segundo álbum cuenta con colaboraciones muy interesantes, como la del gaditano Chano Domínguez, una de las influencias de Hollis, por lo que el trompetista compuso este tema inspirándose en el New Flamenco Sound. El resultado es una bulería pasada por el filtro del jazz que es un placer escuchar. Más aventurero es su tema "Lo que me llevo", con la voz de Manuel Masaedo en una fusión jazz/hiphop que no desentona con la línea elegante y reflexiva del álbum, que la voz etérea de Rita Payés eleva a una atmósfera onírica en "Futur". 

Un disco recomendable con un sonido personal y distinto. El concierto de presentación de Now I Know será el 16 de enero en El Molino de Barcelona.


* Web oficial: www.gregorihollis.com


JOSEP SUQUET, Supervival (Microscopi, 2024)

Este Supervival es el tercer álbum del pianista catalán Josep Suquet. Con una estética camaleónica que se mueve entre el jazz moderno y la fusión, se acerca por momentos a la música clásica post romántica y modernista sin abandonar una estética jazzística excitante. Con una clásica formación de trío de piano (Ot Granados al contrabajo y Rubén Bueno a la batería), donde se percibe una complicidad que redunda en un sonido redondo y fluido, nos ofrece una serie de composiciones equilibradas y llenas de color, muy contemporáneas.

Josep Suquet se graduó en piano jazz en el Conservatorio del Liceu de Barcelona tras pasar cuatro años en Berlín fogueándose en diversos proyectos musicales y artísticos. Anteriormente publicó Impressions (2021), donde incluía temas a trío y a piano solo, y el EP End of Summer (bajo el seudónimo de Jovyn), un proyecto ideado en Berlín junto al productor británico Kelvyn Hallifax, donde exhibía composiciones propias que iban del jazz al pop y a la electrónica. También ha compuesto la música para el cortometraje Köztes Pont de Melinda Szabó-Nyulász.

El título del disco, Supervival, apela a la resiliencia frente a la adversidad, y contiene composiciones llenas de vitalidad que se mueven sobre patrones rítmicos del jazz pero que apelan a influencias inesperadas. El postromanticismo musical, como citábamos más arriba, está presente en algunos temas, incluso alguna estructura pop muy cantable en algunas composiciones ("28", por ejemplo). Especial atención a temas como "8 d'abril" o los momentos introspectivos de "The Day of the Broken Mirror" o "Impressions Intimes". Recomendable.


* Más info: www.microscopi.cat

SWINGING TENERIFE

FILIPPO DALL'ASTA, The Hot Club of Tenerife (2024)

El título es un guiño a los nostálogicos que añoramos a Django Reinhardt y su Quintette du Hot Club de France. Solo por eso merece una escucha. Pero el guitarrista italiano Filippo Dall'Asta va más allá porque da una nueva dimensión al Gypsy Jazz fusionando otras culturas musicales (rock, pop, folk...) para que suenen con la estética del swing gitano. Estas atrevidas fusiones y un potente sonido hacen que este disco no deje indiferente al oyente. 

Filippo Dall'Asta es un músico italiano nacido en Parma, donde comenzó a tocar la guitarra a los 5 años, para después estudiar en Alemania, Francia, Holanda y la India, de donde se trajo ideas para su primer álbum, Mediterasian, donde hacía Gypsy jazz con influencias de música hindú. En 2022 toma la decisión de trasladarse a Tenerife, lo que explica el carácter aventurero del álbum y su título. Grabado en los Estudios Manzana, de San Cristobal de La Laguna, el lanzamiento de The Hot Club of Tenerife no hace sino recordarnos que Las Islas Canarias vuelven a ser foco de inspiración para el gypsy jazz, como ya escuchábamos hace unos meses en el disco de Marion & Sobo Band inspirado en la isla de la Gomera. Naturaleza, aire cálido y mar; inspiraciones para un estilo tan salvaje y placentero como el de Dall'Asta. 

El guitarrista está rodeado en este disco por una potente banda formada por Kepa Martínez tocando el clarinete, Yeray Herrera a la guitarra rítmica, Agustín Buenafuente al contrabajo y Fernando Angulo en la batería. A ellos se suma un cuarteto de cuerdas en uno de los temas. La sincera interpretación de la guitarra de Dall’Asta y la fluidez melódica y festiva del clarinete ("After You've Gone"), nostálgica en temas más lentos ("Not Yet, Sofia!"), mantienen el foco en todo momento. Los punteos de Dall'Asta tienen esa síncopa del buen swing y juego con los cambios de armonía de una manera sutil y juguetona. 

En cuanto al repertorio, encontramos sorpresas y más sorpresas. El toque pop de "Lonely" (una versión del "Mr. Lonely" de Bobby Vinton cantada en español con un aire naif y pegadizo) es el vehículo perfecto para un solo breve pero bellísimo de guitarra. Más canalla es la versión de "Cherokee", donde trae el bebop a su propio terreno con virtuosismo y un ritmo endiablado. El clásico "The Man I Love" de Gershwin suena aquí a un tempo más rápido que el habitual y eso le confiere un aire aun más melancólico. El enfoque de la melodía en los dedos de Dall'Asta y el solo de contrabajo aumentan esta sensación. A un ritmo alto suena también "Softly As In A Morning Sunrise", lleno de buenos momentos individuales y con un guiño a Nirvana en la coda...

Pero también hay cinco temas originales escritos por Dall'Asta en los que da rienda suelta a su virtuosismo con ritmos acelerados ("Mona Lee") y a su expresividad en melodías inspiradas o en baladas que son como nanas, como esa dulce "Nico's Dream", que comienza con la vieja melodía francesa atribuida a Mozart "Twinkle Twinkle" (la que en España llamamos "Campanitas del lugar"). 

Filippo Dall'Asta presenta en este álbum un sonido homogéneo dentro de un repertorio variado y entretenido, lleno de sorpresas y momentos musicalmente originales, una saludable perspectiva contemporánea para disfrutar de este estilo que ya es centenario, el Gypsy jazz. Muy recomendable. 






NINE, NINE, NINE

RAÚL SAINZ DE ROZAS, 999 (Errabal Jazz, 2024)

Raúl Sainz de Rozas es uno de esos guitarristas inagotables cuya carrera viene expandiéndose de lejos. Pionero del jazz en el País Vasco desde los años 80 con grupos como Pork Pie Hat o Infussion y fundador de Funk Collective, lo escuchamos por última vez con Organizing, un cuarteto de guitarra y Hammond con saxo. Formado en guitarra clásica en el Conservatorio “Juan Crisóstomo de Arriaga” de Bilbao, estudió posteriormente con profesores de la talla de Joe Pass, Carlos Gonçalvez y Kurt Rosenwinkle. Con esta feliz dualidad, ha sido docente de guitarra clásica y de jazz en la Escuela de Música “Andrés Isasi” de Getxo y en el Conservatorio Superior “Musikene” de San Sebastián. Fruto de toda esta experiencia es su nuevo disco, titulado 999 (Nine, Nine, Nine), primero a su nombre, un ejercicio de heterogeneidad donde une estas dos sensibilidades estéticas, resultando un disco de un eclecticismo lleno de elegancia. 


Andrej Olejniczak (saxo), Juan Luis Castaño (batería), Javier Mayor (contrabajo), César Giner (bajo eléctrico) y Nika Bitchiashvili (violín) le acompañan en estas grabaciones, donde podemos escuchar estéticas muy diversas. El disco comienza, por ejemplo, con un tema a guitarra sola ("Diciembre"), a caballo entre guitarra clásica, notas de blues y buscando una estética contemplativa a lo Pat Metheny... También hay temas funk ("Mic Mic", con un fantástico solo lleno de distorsiones), dos composiciones originales que rinden homenaje a quien fue su profesor, Joe Pass ("Lord Castle", lleno de citas, y "Olga decir") o a otro maestro más moderno como es Steve Swallow (interpretando su "Falling Grace" sin acompañamiento), referencias clásicas ("Variaciones sobre Alice in Wonderland", "Vals de las nubes calladas"), ritmos brasileños ("Samba do Lidia") donde tanto sus acordes de acompañamiento como su solo sincopado justifican la escucha, malabarismos manouche ("Al Faro"), incluso free jazz: el tema que da título al álbum ("999") es un contrafact de aquel inquietante collage de The Beatles que se llamó "Revolution 9", acercando aquel tema experimental al free jazz (porque aquí sí suenan instrumentos).

Un repertorio escurridizo pero matizado con el estilo personal de Sainz de Rozas, contemporáneo sin renunciar a la tradición, sofisticado por la complejidad, buscando siempre la armonía que sorprende, el acorde inesperado, el equilibrio en la dificultad... No es un disco fácil de escuchar, en especial porque es muy heterogéneo, pero contiene tantas influencias y tanto virtuosismo que engancha.



* Más info: raulsainzderozas.es

ECLÉCTICO

GORAN LEVI,  Guide Tones (Microscopi, 2024)

El guitarrista Goran Levi presenta su disco de debut como un homenaje a amigos, mentores y referentes, y apelar a las influencias siempre produce un resultado ecléctico. Levi nació en Bulgaria pero creció en Mallorca, donde ha estado desde pequeño en contacto con el ambiente musical, formándose en la guitarra eléctrica, tocando con músicos locales y haciéndose un nombre en el jazz participando en el concierto inaugural del Festival de Jazz de Portocolom, A Jazz De Mar, junto a Aina Tramullas. Con 26 años es también compositor y educador: tiene varios proyectos educativos, como Major82, donde planta su enfoque en la apreciación musical y en el crecimiento no solo musical sino personal del alumnado.

Ecléctico e indefinible. Su música no es fusión ni es folk propiamente dicho, no es jazz puro ni es jazz moderno, y, sin embargo, el guitarrista consigue en sus composiciones conectar con el aficionado al jazz con su técnica y sus recursos. A lo largo del álbum combina temas acústicos con otros eléctricos y más potentes. 


El disco comienza con "que se yo", ecléctico, cambiante, rítmico y lleno de recursos, donde lleva la melodía con soltura y buscando el virtuosismo sin perder la expresividad. El cuarteto, formado por Joan Garcias Tur al contrabajo, Josep Servera, batería, y Carlos Medina, al saxo tenor (solo en algunos temas), comprende su filosofía musical y esto hace que el sonido sea compacto y orgánico, algo complejo cuando aborda temas como "waltz for mateu / fisherman's tale", donde hace confluir sonidos de la tierra con rítmicas jazzísticas. Nos ha gustado el inesperado "remembrance", con un Levi jugando casi con el ruido en las cuerdas y una banda que explora una manera distinta de entonar una balada. La coda ("song for marius") redondea las fusiones con un sonido más jazzístico pero que también esconde juegos rítmicos y armónicos originales.

Con solo seis temas, el disco se hace corto y apetece una segunda escucha. Pero vale la pena. Ataques polirrítmicos como "thelonius yo", con un Goran Levi sensacional,  una sección rítmica precisa y estimulante y un Carlos Medina que entra lleno de energía, necesitan de más de una escucha para valorar cuánto de influencia y cuánto de original tiene. 


* Más info: www.goranlevi.com

JAZZ MITOLÓGICO

XABI OLKOZ 4et, Eguzkilore (Errabal Jazz, 2024)

No nos cansamos de afirmar que el jazz, que nació de la mezcla de folkores africanos y españoles, ambos importados a la América caribeña y luego a la del norte  (la evolución es mucho más compleja, pero valga el resumen) se fusiona sin complejos con cualquier música tradicional de cualquier parte del mundo (flamenco, klezmer, tango... la lista es interminable). El baterista y compositor Xabi Olkoz lo sabe y juega con esta premisa en su primer trabajo como líder, Eguzkilore, donde "escenifica" historias de la mitología navarra a ritmo de un jazz con elementos de música tradicional, zorcicos y una estructura narrativa.

Xabi Olkoz es un músico navarro nacido en Tafalla que lleva tiempo sobre los escenarios, trabajando a la sombra de músicos de jazz (David Pastor) y pop. En este álbum le acompañan el pianista Bernardo San Martin, el saxofonista Jon Zufiaurre (Iseo & Dodosound, Tafajazz) y el contrabajista Jorge Sánchez (Alana Sweetwater, Jason Kipe). Con estos músicos, Olkoz se inspira en la flor eguzkilore, una planta perenne que se considera protectora del hogar, ya que, según la leyenda, los espíritus malignos no pueden entrar hasta contar el número de sus incontables hojas...

Desde el arranque del primer tema del álbum, con ese piano dramático y misterioso, notamos que estamos ante un disco que cuenta una historia. A lo largo de los 7 temas vamos conociendo a 7 seres mitológicos que, como en todas las leyendas, conformar el mundo. "Gaueko", personificación de los númenes y espíritus malignos nocturnos, es presentado con un tema oscuro, con un discurso especulativo del saxo y los instrumentos rítmicos. "Mari", la diosa protectora, nos llega a través del saxo con una melodía tradicional que se transforma en jazz en el solo de piano. Después aparece "Ilargi", personificación de la luna, que aporta cierta luz en un tema a tempo medio marcado por una batería inquieta, optimista, y momentos líricos como el solo de contrabajo. 



También encontramos temas llenos de energía como "Ekhi", un tema sobre la hija de Mari que creó la luz y el día, lo que se traduce en un tema vertiginoso con la sección rítmica al 100% acompañando a un saxo absolutamente adictivo que deja paso a un solo de piano y, finalmente, a un vibrante solo de batería; jazz en estado puro que es una excepción en este disco lleno de fusiones. "Amalur", la Madre Tierra, cuenta su historia con una melodía de aires latinos, con una percusión juguetona y seductora, un saxo que hace el tema cantable y un solo de piano energético (aunque nos ha seducido más el de "Eguzkilore", con sus cambios de ritmo y su juego durante el solo de batería). Como toda mitología, el disco termina con un final feliz: el mundo tal como lo conocemos, con la vida separada entre día y noche, final narrado por el saxo de Zufiaurre con un discurso de inspiración folk que dialoga con el contrabajo, que tiene un solo lírico, profundo, casi de guitarra, contestado por el piano... para terminar en una explosión rítmica donde la batería lleva al cuarteto a un final festivo.

Resumiendo, Xabi Olkoz ha grabado en su primer trabajo como líder un disco singular, lleno de matices y significados, donde podemos escuchar a un cuarteto de jazz bien armado, composiciones con buenos momentos y musicalmente brillantes. No se puede pedir mejor carta de presentación.





 Más info: https://hotsak.eus/es/artistas/xabi-olkoz-4et/

JAZZ SUAVE Y CALEIDOSCÓPICO

MASHA OCEAN QUARTET, Kaleidoscopic Realities (2023)

Con una voz identificable y camaleónica al mismo tiempo, la cantante Masha Ocean se presenta, disco-gráficamente hablando, con un cuarteto que lleva construyendo desde 2019. En la formación actual, encontramos a tres músicos locales: Isaac Pascual (pianista, compositor y arreglista), Francis Posé (contrabajista y compositor) y Ramón López (batería). El repertorio, tres standards y seis temas originales que van del blues al scat pasando por influencias brasileñas y alguna balada, una amalgama que utiliza para mostrarnos todos sus registros y recursos. 

Masha Ocean es una cantante y compositora de origen ruso nacida en España (en el disco canta en tres idiomas, incluyendo un tema en ruso llamado "Ocean Wave (Волна Океана)"). Formada musicalmente en Moscú y Londres, primero en violín y luego en canto de jazz. Ha sido alumna de Roberta Gambarini, Maria João, Salvador Sobral, Sara Dowling y Jose Carra. Fue ganadora del concurso de jazz vocal internacional «Gnesin Jazz Voice» en 2017, y quedó segunda en el III Concurso Internacional de Jóvenes Intérpretes «Fémina 2021», cuya final se celebró en la sala Clamores.

A lo largo del disco, Masha usa sus recursos para llevarnos a su terreno, un jazz suave, fácil de escuchar, seductor y donde su voz se siente cómoda para expresarnos su amor por distintas estéticas del jazz, desde suaves baladas a las que pone swing con una voz cristalina que se adapta a los cambios de ritmo ("That Night It Was Lightly Raining", un temazo que contiene también varios buenos solos), pasando por una versión soul (sobre un fondo drum'n'bass) de "Take Five". Hay momentos menos profundos, como la samba "Tolox", donde la velocidad y el tono naive de la letra hacen perder seriedad a su voz. En este tema colaboran varios músicos, como el saxofonista Daniel Torres (que hace los arreglos), el trompetista Félix Rossy, el trombonista Moisés Gallego, el percusionista Manolo Toro Robert Banerjee (guitarrista de Amy Winhehouse), que participa en varios temas. 

Habría que destacar el apasionado despliegue vocal del "Godbye Pork Pie Hat" de Mingus, o un tema que destaca por su singularidad: "Darkness", montado sobre un quinteto de cuerda con Masha como primer violín, Patricia Pascual como segundo, Constantin Merezhnikov a la viola, Mauricio Gómez al violonchelo y Francis Posé en el contrabajo. Curiosamente, esta formación atípica, que comienza con un enfoque camerístico, acaba llevándonos a una dramática balada que arrastra nuestra memoria hasta aquellos discos en los que incluso Billie grabó con cuerdas. 



*Web: www.mashaocean.com

EL JAZZ DE JÚPITER

GORKA GARAY, Third Moon of Jupiter (Microscopi, 2023)

Podríamos definirlo como "un tenor sereno". El músico, compositor y educador Gorka Garay (Barcelona, 1978) tiene ese raro don de hacer un jazz sin prisas y sin estruendos y emocionar al mismo tiempo. Su tercer álbum se titula Third Moon of Jupiter, y culmina un camino tan complejo como sus composiciones, un camino que comenzó de niño en la Escuela Municipal de Música de Molins de Rei, que continuó en el Conservatorio del Liceo, con música clásica, y se perfeccionó con un título de grado superior en ESMUC; un camino que le ha llevado a grabar con músicos de todos tipo (El cazador de luz, Outer space, Sidonie, Gerona Jazz Project, Cuarteto de saxos...) y a tocar en directo con muchos otros (Big Band de Terrassa, GJP con Guillermo Klein, Bob Mintzer, Maria Schneider, Tim Garland, Bob Sands...) para acabar en el libro The Spanish Real Book con dos de sus composiciones. 

Currículum aparte, la música de Garay en Third Moon of Jupiter recrea atmósferas sofisticadas que envuelven al oyente como historias, con un saxo tenor que habla un idioma claro y convincente, que suena a muchas influencias pero a ninguna en concreto. Ambientes enigmáticos, grooves hipnóticos y tensión contenida y bien resuelta definen unos temas que llevan el jazz a un terreno cinematográfico, creando ambientes y desarrollando historias (más nítidamente en el último tema, con la siniestra narración de ("Sota la nit carmesí (Beneath the Crimson Night)"), de mensaje apocalítico. Para crear este ambiente cinematográfico se apoya Garay en una formación inusual, con un cuarteto de jazz (saxo, piano, bajo y batería) amplificado con un cuarteto de cuerda que no desentona dentro de la estética jazzística del disco.


El álbum comienza con una línea de bajo ("Imaginary Enemies") que desemboca en un tema muy funk, con un solo de piano que nos arrastra al de saxo de una manera irresistible. Las cuerdas apoyan el chorus con contundencia, haciendo el papel de los vientos. En "Happiness Flows Through Ears" comienzan a aparecer armonías africanas, que luego escucharemos en "If I Was A Bird" y "Aehaa Aehoo", y que aportan un brillo exótico a un tema de estructura pop. Ascendemos verticalmente hasta "Thrid Moon of Jupiter" con improvisaciones modales para crear un ambiente espacial. Garay demuestra aquí una firmeza muy personal en su solo, aportando al mismo tiempo algún giro africano. En "Soul Opens A Path" el uso del cuarteto de cuerda como elemento de jazz es tan sutil como brillante. Garay vuelve a demostrar su estilo fraseando. El discurso inicial del saxo en "Travelling to the Unknown" tiene, a pesar del título, que suena a ciencia-ficción, un melancólico toque Michel Legrand que crece hasta la apoteosis final, donde el saxofonista lo da todo para consolidar el clímax que su narración merece.

La sensación final es la de que el de Gorka Garay es un disco lleno de armonías sofisticadas, ambientes originales y buenos arreglos. No es la primera vez que escuchamos a un cuarteto de cuerda clásico junto a un combo de jazz, pero sí la primera vez que nos suena tan integrado. En resumen, un jazz que asciende muy alto, con Júpiter en el punto de mira.



* Fotos: Júlia Cortés

* Web de Gorka Garay: https://gorkagaray.com

DOS DE CHEMA

CHEMA PEÑALVER, Stretchin' Out (2022)
CHEMA PEÑALVER, Bunker Sessions (2023)


Hace tiempo que seguía a distancia la carrera de Chema Peñalver, clarinetista, compositor y docente que ha desarrollado su carrera en los últimos años a orillas del Mediterráneo, costa por donde se viene extendiendo en las últimas décadas, como una bendición, una corriente de músicos que, desde Murcia hasta Castellón, renuevan y revitalizan con su música el gusto por un jazz que podríamos llamar neoclásico. Peñalver es profesor en la Universitat Jaume I, compositor, arreglista y clarinetista. Ha grabado 8 discos como líder y una veintena más como acompañante. Su técnica al clarinete es precisa y llena de color y su forma de atacar la melodía es, además, excitantemente contagiosa.

Un sonido neoclásico, puro y limpio es su seña de identidad. Basta pinchar su penúltimo disco (Stretchin' Out, 2022) y escuchar sus fraseos al clarinete y sus arreglos para comprender que Chema Peñalver es uno de esos músicos que se toma en serio el jazz clásico. No es un músico de revival sino un compositor con ideas originales y frescas que asume el peso de la tradición, lo cual hace que doble su valor. Grabado a cuarteto con Eduard Marquina al piano, César Cortés al bajo y Jeff Jerolamon en la batería, Stretchin' Out es una tremenda colección de temas desarrollados a toda marcha con un clarinetista al frente. Sin ánimo de comparar a estos dos virtuosos, en cuanto a fraseos de vértigo, Peñalver podría competir en velocidad con Woody Herman como dos pilotos de Fórmula 1. 

Habría que retroceder más allá de ese disco de 2022 para entender que esta dimensión no es casual sino que se trata de una filosofía musical propia, pero nos vamos a centrar en su último álbum, recién grabado en Bunker Productions, el estudio del saxofonista Celso Sorribes, y titulado Bunker Sessions, Aquí Peñalver llega con una formación que incluye seis instrumentos de viento: clarinete, trompeta (Toni Porcel), saxo alto (Celso Sorribes Alberto Martín), saxo tenor (Fernando Serra) y trombón (Javier Llopis), a los que se suma una sección rítmica compuesta por Carlos Mercado (batería), J.M. Parreño (bajo eléctrico) y Dani Fernández (contrabajo y bajo eléctrico). Con tan tremenda formación, Bunker Sessions comienza con un contundente tema, con toda la brass band resonando por encima del ritmo funky del bajo eléctrico y un Peñalver pletórico improvisando. Le siguen los solos de saxo, trombón... 

El disco muestra desde el principio una estética más funk, con temas sosegados ("Flowing in the Morning"), bailables ("Forward and Upward") o sugerentes ("Clarinet a la Smooth"), aprovechando siempre toda la potencia de la banda al nivel que Maynard Fergusson hacía explotar su big band (ah, ese "Jazz Noir") pero con un claro y delicioso protagonismo del clarinete en una mezcla de nostalgia y modernidad que es de agradecer. Un disco muy diferente estéticamente del anterior, pero igualmente disfrutable. 

Chema Peñalver es ese tipo de músico serio que hace música divertida. Su último disco, como su discografía reciente, es más que recomendable. Abstenerse eremitas que buscan sonidos atmosféricos, líricamente intelectuales y vagamente jazzísticos, porque la erudición y la frenética generosidad en los arreglos de Chema Peñalver apabullan.



TOCAR AL RITMO DEL MAR

EVA ALCAIDE QUINTET, Dive into the Sea 
(Errabal Jazz, 2022)

Nos gusta escuchar a instrumentistas como la guitarrista madrileña Eva Alcaide, precisa, con un discurso versátil y limpio, una instrumentista como muchos otros formados en conservatorios que, en un momento dado, ponen su virtuosismo a favor de la síncopa, del swing... y acaban presentando su trabajo de debut nada menos que en el Festival de Jazz de San Sebastián (ahora resumido más comercialmente como Jazzaldia).

Eva Alcaide se sumergió en el jazz en la Escuela de Música Creativa (Madrid), hizo el grado superior en Musikene (San Sebastián) y un máster en el Royal Conservatoire of Scotland (Glasgow), un recorrido vital (y musical) que puede sonar breve pero que implica mucho trabajo y una voluntad de perfeccionismo que se puede escuchar en sus temas.

Los temas de Dive into the Sea se mueven intencionadamente con esa cadencia de ida y vuelta que tienen las olas del mar, con estructuras musicales ondulantes y bien calculadas. Alcaide se expresa con un lenguaje sutil y, a menudo, meditativo. En la mayoría de los temas, comparte protagonismo con el pianista Jorge Fernández (No-Land Trio) con raras excepciones, como el curioso caso de "The Peacocks", uno de los dos temas del álbum no compuestos por Eva Alcaide, un tema escrito por un pianista (Jimmy Rowles) en el que la guitarra es protagonista absoluta. 

Foto: Hugo Alcaide (fuente: Facebook)

En otros momentos, es la voz de la duranguesa Irati Bilbao la que comparte protagonismo con Alcaide. Bilbao es una cantante que suena como un instrumento ("Fresh Start", por ejemplo), llena de ritmo y color, y que aporta ese toque clásico de los unísonos voz/guitarra, tan excitantes.

Artífices del sonido fluido y estimulante (dentro de los ritmos calmados de este disco) son también los miembros de la sección rítmica del cuarteto: el bajista Carlos Montulluno de esos bajistas que parecen cantar en sus solos, y el baterista Aitor Bravo (Triology, No-Land Trio, Jerónimo Martin). 

Cabría destacar, además de la solvencia de Alcaide como instrumentista y como compositora, su juventud, confirmada por el hecho de que este cuarteto se formó para su trabajo de final de máster y ha culminado en un disco muy sólido y grato de escuchar, con temas propios y dos standards entre los que escuchamos también "Naima" de Coltrane, pero eso es un asunto menor cuando lo que cuenta aquí es el lenguaje utilizado y la brillantez conseguida. 


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MANOUCHE Y MODERNO

MARIO POUSADA, Modern Gypsy (2021)

La primera vez que escuché tocar al guitarrista onubense Mario Pousada tenía 18 años y un virtuosismo hipnótico. Era un sitio pequeño y tocaba gypsy jazz a una velocidad endiablada. Ahora que debe rondar los 25 avalan su estilo una buena cantidad de grabaciones, la experiencia de los escenarios y una licenciatura en Jazz y Música Moderna en la Universidade Luisiada de Lisboa. 
El disco comienza con "Perdido", el clásico de Juan Tizol. Un chorus redondo, a tempo medio, donde participa el saxo tenor de Pablo Inda, sirve de pie a Pousada para hacer vibrar su guitarra durante cuatro minutos hasta una conclusión en la que guitarra y saxo cantan al unísono en un juego excitante y divertido. Todo el disco es así, una colección de standards llevados al terreno del jazz manouche en el que la voz de la guitarra acústica llena prácticamente todo. Pero no es todo gitano, hay múltiples influencias que se perciben a lo largo del disco y que aportan capas, guiños y ese tipo de tesoros que buscan los buenos aficionados al jazz.

El fraseo de Mario Pousada, limpio, preciso, alternando punteo y acordes, arrastra al oyente a través de síncopas picantes, una variada ración de notas de blues, baladas movedizas como "Polka Dots and Moonbeams", donde borda la melodía con una sensibilidad inesperada (con la colaboración de la sordina de Carlos Garrido), colores inesperados ("Mambo influenciado" de Chucho Valdés), notas rotas muy al estilo del maestro Django Reinhardt (por ejemplo en una increíble versión de Charlie Parker: "Segment"), virtuosismo a toda velocidad ("Lady Bird" de Tadd Dameron en tono gypsy)...

Fuente: Facebook
El disco concluye con "Interplay" de Bill Evans, un tema lento de arreglos gypsy donde el saxo alto de Sebastián González pone un contrapunto muy interesante al aportar con su solo un estilo muy neoyorquino, nada manouche, un tema con chorus al unísono donde se funden los estilos. Quizás el tema más interesante del álbum.

Pero la historia no termina aquí. Si quieren profundizar en las capacidades de este guitarrista, les cuento que en 2021 publicó otros dos discos, ambos inspirados por su amor a la música étnica del Este de Europa, que conjuga siempre con conceptos y armonías del jazz moderno: Doroga, junto al violinista ucraniano Marian Yanchyk, donde también toca el contrabajo, y Teneré, formando parte de Murat Project, junto al músico italiano Mario Loi. Cualquiera de ellos es recomendable, pero lo es más verlo en directo. Créanme.


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R-EVOLUCIÓN

JAVIER NAVAS QUINTET, La revolución (Blue Asteroid, 2022)

La revolución esparce en el ambiente, desde las primeras notas, un jazz sereno, lleno de soul y con un groove sosegado y vivo. En esta serenidad se puede percibir una perspectiva mucho más adulta del jazz del quinteto de Javier Navas, un músico que es ya referente del vibráfono en España. Formado en el lenguaje de la música clásica (forma parte de la Orquesta Filarmónica de Málaga) y en el jazz (Arturo Serra, Jorge Rossy), formó el ensemble The Beatles Songbook al mismo tiempo que un quinteto que llega hasta hoy con su tercer álbum, un álbum de madurez donde consolida una evolución estilística más que interesante.

Con los mismos músicos de sus dos discos anteriores (Enrique Oliver al saxo tenor y una sección rítmica formada por el pianista Juan Galiardo, Bori Albero al contrabajo y Dani Domínguez en la batería), encontramos un salto estilístico en este nuevo disco. Resulta agradable (y necesario) percibir evolución en un músico. Es algo que hace que valga la pena seguirle. En el caso de La revolución, Javier Navas profundiza en su sonido lleno de referencias y, a la vez, innovador. Sigue siendo el jazz introspectivo, calmado, de sus anteriores discos pero la estética muestra aires de soul cercano al neo-soul o al nu-jazz, con la diferencia de que aquí el tempo sereno, smooth, resulta reflexivo, instrospectivo, dando un valor casi espiritual a la definición de smooth jazz.

Dominar templanza y virtuosismo no es tarea fácil, especialmente cuando un músico tiene algo que decir, pero Javier Navas lleva tiempo aportando serenidad al jazz y en este disco, con un repertorio original, como en los otros, de una modernidad envidiable, consigue expresarlo con un discurso coherente y armónicamente muy sofisticado. Compartiendo protagonismo con el saxo de Oliver, Navas deja mucho espacio al piano, un instrumento que aporta equilibrio a la presencia del vibráfono. Las tímbricas de ambos instrumentos se contrapesan y el resultado es más sólido. Por cierto, Juan Galiardo está espectacular. 

Analizando los temas uno a uno, habría que resaltar algunos momentos muy interesantes, como el diálogo vibráfono-batería del tema que abre el disco ("La revolución") o el solo de este tema, donde Enrique Oliver improvisa de una manera visceral; la vitalidad de "Todo nuevo"; el solo de contrabajo en "Laberinto azul", esbozando la melodía que luego lleva el saxo, la poética calma que inunda el tema y el solo de Javier Navas, intenso, brillante, medido.

Pero el tema que mejor define el disco es "Invierno inventado". Los acordes del teclado dan paso a una percusión contenida que invita a una explosión que no sucede: es como una implosión, un fluir que arrastra la melodía hacia un plano casi onírico. Las progresiones armónicas del vibráfono prácticamente cantan y su intervención es adictiva. El coro y el solo de saxo no hacen otra cosa más que enfatizar el papel de las mazas, que protagonizan el momento como desde un plano superior. Más o menos, como en todo el álbum.


Otro vídeo, breve pero de carácter más documental:


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