Azken Uda (Errabal Jazz, 2024)
El trompetista Juan de Diego es una figura imprescindible en el jazz contemporáneo español. Creador incansable, ejerce como compositor (también para cine y danza) y como intérprete en varias formaciones: a trío como Juan de Diego Trío o Freaky Trío, De Diego Brothers (con su hermano Víctor de Diego) o este Grebalariak, cuarteto con el que ya publicó un discazo en 2021. Siguiendo la misma línea, escuchamos diez composiciones originales de Juan de Diego. La única diferencia en esta formación es la presencia de Toni Saigi al piano (sustituyendo a Toni Vaquer). Le acompañan también Pere Loewe, contrabajo; y Ramón Prats, batería. Cuatro musicazos que ejercen de creadores con serenidad e inspiración.
El álbum, grabado en octubre de 2024, comienza con una intro de trompeta sin acompañamiento anunciando ya un disco cargado de nostalgia, sensación que hace justicia a la melancólica fotografía de portada. Fiel a su estilo, las composiciones de Juan de Diego se mueven en tiempos lentos y medios, no exentos de grooves sugestivos y que enganchan, pero huyendo de lo trillado, buscando siempre nuevos caminos a la expresividad, mucho drama ("Azken Uda"), ritmos que permiten la emoción en los solos sin recurrir a fuegos artificiales. En su estilo también, Juan de Diego nos va regalando notas impresionistas, a veces tacañas ("Bagoaz") pero efectivas, en la trompeta y el fliscorno, reafirmando esa voz tan personal que lo caracteriza, llena de color y belleza, y con cierta intención bebop.
Los solos de Saigi, moderno y siempre trasgresor, van del impresionismo al swing sin cortarse (muy inteligente en "Marinela, hipnótico en "Ali Kinsasan"), jugando con las progresiones de acordes, buscando siempre esa ruptura, ese factor inesperado que le hemos escuchado en sus discos como líder (recordemos qué buenas sensaciones nos dio La Prinsire de la Sal en 2018). Es el acompañante perfecto para Juan de Diego. Ambos, como solistas, saben jugar muy bien con el espacio, sacando todo el partido a una base rítmica que se adapta a la perfección a las necesidades de la partitura y de los solistas.
Un disco recomendable que consagra un poco más la larga sombra de Juan de Diego, un músico siempre inquieto, con una voz distinguible pero siempre inesperado.
* Web: juandediego.com