LA ISLA DEL GYPSY JAZZ

MARION & SOBO BAND, Gomera (GLM, 2024) 

La isla de La Gomera ha sido la inspiracion de Marion Lenfant-Preus y Alexander "Sobo" Sobocinsky para su tercer disco.  Ambos son músicos y viajeros, y han pasado por Colombia, Cuba... para recabar en varias ocasiones en las Islas Canarias. El particular colorido de su naturaleza agreste inspira una colección de 13 temas que incluyen composiciones originales a la vez que repasan algunos clásicos del jazz manouche e incluso alguna habanera... La banda completa son Marion Lenfant-Preus (voz), Alexander "Sobo" Sobocinski (guitarra), Frank Brempel (violín), Stefan Berger (bajo) y Jonas Vogelsang (guitarra).

La voz de Marion tiene esa dulzura juguetona (llamémosle traviesa) que se adapta tan bien al swing y aporta esa personalidad típica del gypsy jazz, tanto cuando juega con los versos como cuando hace scat. En cuanto a la guitarra, protagonista indiscutible de la estética manouche, habría que destacar la versatilidad de Sobo. Puede hacer swing divertido y salvaje con un virtuosismo arrollador y pararse a acompañar una chanson con la delicadeza que merece ("Amour Supreme" o "Que reste t-il de nos amours?") con un estilo casi pop pero nunca exento de swing. 


Foto: Alessandro de Matteis

En este sentido, el disco es (afortunadamente) muy heterogéneo y alterna temas muy al estilo de Django Reindhart (versiones como la loca y clásica "Puttin' On The Ritz" o la chanson convertida en swing "Les Listes") con otros de influencias balcánicas, como "Opa Cupa" (qué bien encaja el folklore balcánico en el jazz manouche) o brasileñas ("Promesse") e incluso una versión a ritmo de gypsy jazz de una habanera (la clásica "Veinte años", que escribieron Guillermina Arambury y María Teresa Vera, que la popularizó mucho antes de que la versionaran Omara Portuondo o Buena Vista Social Club). Habría que destacar en "Veinte años" no solo la apasionada interpretación vocal sino también los solos, en especial el de violín (Brempel) y el del bajo (Berger). 

Con continuos homenajes a la isla ("Epina Swging", "Playa de vueltas"), el disco termina con "Les yeux noires", versión peculiar de la versión que en su día hizo Django Reindhart de la vieja canción rusa. Comienza como un poema, lenta y dulce, para transformarse en una apasionada locura a ritmo de swing manouche y dejando al oyente la sensacion de necesitar volver a empezar para capturar toda la amalgama que ha pasado por sus oídos. Un disco muy recomendable, tanto para aficionados al jazz manouche (se atrevan a bailarlo o no) como para quienes busquen un jazz complejo, inteligente, pero fácil de escuchar.



* Más info: marionandsobo.com