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HARDBOP JOVEN Y JAPONÉS

NANAMI HARUTA, The Vibe (Origin, 2025)

Con una reivindicación femenina ("Girlie's World") comienza este álbum de la trombonista japonesa Nanami Haruta, un tema con fraseos que nos traen a la memoria a instrumentistas de la época clásica y un estilo que agradará a puristas y a profanos. Nacida en Sapporo y educada en Tokyo, el trombonista Michael Dease la descubrió en un festival cuando tenía 17 años y la convenció para ir a estudiar a la Universidad de Michigan, donde fue alumna de Dease y de Rodney Whitaker, que posteriormente la incluyó en su sexteto. En América también formó parte de la big band de Ulysses Owens Jr.

Ha grabado The Vibe en el sello Origin con su propio cuarteto, que incluye a Xavier Davis al piano y a dos de sus mentores: Rodney Whitaker al contrabajo y Ulysses Owens Jr a la batería. Otro mentor, Michael Dease, produce y toca el trombón y el trombón barítono en dos temas. Finalmente, hay una colaboración en el último tema ("Unchained Melody") del guitarrista Chris Minami, que pone un contrapunto bellísimo a las notas del trombón en este tema tan romántico y nostálgico.  

El disco contiene varias versiones, donde Nanami Haruta se muestra más netamente hardbop, algunas fantásticas como el tema "Algonquin", compuesto por el trombonista Curtis Fuller, o el "Sister Rosa" de Christian McBride, que puede ser muy clásico cuando quiere, un temazo donde el trombón muestra su swing con toques de blues, hipnótico y seductor (con un momentazo para un expresivo solo de contrabajo). Energía 
sin explosiones inútiles, con armonías y vientos al más puro estilo hardbop, con una intérprete que nos ha sorprendido por su lenguaje claro, sus fraseos nítidos, rotundos y expresivos. Como compositora podemos apreciarla también en tres temas: las baladas "Toshi" y "Heartstrings", que le permiten recrearse en la sonoridad más sentimental del instrumento; y  la divertida "Woodpecker", un tema pegadizo que es una delicia y que tiene un solo final muy New Orleans. 

En espera de más Nanami Haruta...




* Más info: www.originarts.com

LA BELLEZA DE LA EXPERIENCIA

TSUYOSHI YAMAMOTO TRIO, A Shade of Blue 
(Evosound, 2023)

El pianista Tsuyoshi Yamamoto debutó como líder en 1974. Desde entonces, con algunos lapsos entre medias, no ha parado de tocar y grabar, acumulando una experiencia que se manifiesta en la solvencia y la precisión con que se expresa en las 88 teclas. Este mes, con 75 años cumplidos, graba por primera vez con el sello Evosound. A Shade of Blue es un álbum (casi) perfecto, con algún tema original y versiones llevadas al más alto nivel. Sus acompañantes en el trío son el bajista Hiroshi Kagawa (el más joven del trío, con 61 años) y el baterista Toshio Osumi, que ha acompañado a Yamamoto desde su debut. Enrre los tres suman 215 años. La experiencia al poder.

El álbum comienza con el único tema original ("Speed Ball Blues"), un prodigio de control del ritmo y de la tensión, con momentos muy intensos que desembocan en el inevitable juego de llamada/respuesta para culminar un tema perfecto. Estos son algunos detalles, aparte del sonido brillante y ortodoxo del trío, que hacen que recordemos con aprecio los tiempos de Wynton Kelly, Red Garland, McCoy Tyner, Errol Garner... De este último aparece aquí una monumental versión de "Misty", lo que refuerza la afirmación de que Yamamoto se siente cómodo en las notas altas del piano y que, además, consigue extraer ahí oro sin caer en lo hortera.

El magnífico interplay entre los músicos aporta una naturalidad fantástica a los temas, especialmente si uno sabe que el disco ha sido grabado en directo (en el Gotanda Cultural Center Music Hall de Tokio). Esta compenetración favorece el equilibrio entre sutileza e intensidad, dos elementos que se alternan en cada temas y en el repertorio a lo largo del disco, creando una narrativa emocional muy cuidada. A temas rítmicamente efervescentes ("Like Someone in Love") se contraponen otros muy líricos, donde la búsqueda de la belleza absoluta es patente, como "The Way We Were" o la delicadeza con que Yamamoto convierte el tema de "Last Tango in Paris" en una joya. Un tema que siempre ha sido comercial, fácil para el público, se convierte aquí en una joya con una entidad nueva, sugerente pero delicada, llena de sutilezas y notas precisas. Yamamoto no juega ningún acorde sin desplegar algún recurso o alguna sorpresa. Un ejemplo podría ser el blues "Midnight Sugar", que contiene esas notas sentimentales, profundas, que hacen de un blues algo orgánico.

El disco, presentado en distintos formatos (digital, MQACD, SACD- Hybrid Multi-Channel, vinilo doble de 180g audiophile) es una delicia para amantes del jazz auténtico, y un muy recomendable, en especial para explorar (hacia atrás) a Tsuyoshi Yamamoto y su discografía, no tan extensa como su carrera, que estamos descubriendo emocionante.

El único tema original del álbum es "Speed Ball Blues".



* Info: https://evosound.com/

¡ABRACADABRA!

SOFT WORKS, Abracadabra In Osaka (Moonjune, 2020)

Ni Elton Dean ni Allan Holdsworth ni Hugh Hopper ni John Marshall estaban en la formación original de Soft Machine en 1966. Idas y venidas de miembros generaron diversas formaciones hasta su desaparición en 1980. En toda esta época, el grupo derivó de la sicodelia al jazz rock. Alejados de Daevid Allen y Kevin Ayers (dos de los miembros fundadores que mantuvieron sus carreras activas hasta la década de 2010), Hugh Hopper y Elton Dean continuaron activos, produciendo rock progresivo y jazz rock en dos etapas (primero entre 1978 y 1980 y luego entre 2002 y 2006, fecha en la que fallece Elton Dean) con el mismo espíritu, en bandas como Soft Works, Soft Mountain o Soft Machine Legacy, algunas de las cuales están en el catálogo de Moonjune Records

Abracadabra (2003)
Debemos resaltar que esta es una grabación histórica. En primer lugar, porque el 75% de los miembros del grupo han fallecido (Dean en 2006, Hopper en 2009 y Holdsworth en 2017) y no se les podrá volver a escuchar en directo y, en segundo lugar, porque es el único documento que queda de la gira de presentación del disco Abracadabra (Tone Center, 2003). La grabación corresponde al concierto del 11 de agosto de 2003 en el Namba Hatch de Osaka, remasterizado por el polivalente Mark Wingfield a partir de dos CDRs grabados sin ecualizar. El trabajo es soberbio porque el álbum se escucha con una calidad fantástica que permite apreciar las dinámicas y texturas de los instrumentos, el jazz sutil y brillante de estos cuatro monstruos, en estéreo y en un doble CD.


Este intenso concierto comienza con "Seven Formerly", un tema de casi trece minutos compuesto por Elton Dean donde el saxofonista lleva todo el peso del tema, improvisando e improvisando mientras la sección rítmica mantiene la tensión. Allan Holdsworth lo acompaña con la guitarra sintetizada. El solo de saxo (pausado, inspirado, yendo y volviendo al tema) se detiene dejando paso a la guitarra. Básicamente, Dean ha hecho un solo de 5 minutos. El resto del tema pertenece a Holdsworth. 

Marshall, Holdsworth, Hopper y Dean

Este espíritu de la sicodelia flota en todos los temas, que se extienden de una manera placentera por solos, riffs, improvisaciones... en temas especulativos pero calmados, místicos, como "Alphrazallan" o "Madame Vintage Suite", mientras que otras piezas como "Calyx" (que en el disco de estudio se llamó "K Licks") o el enorme "Elsewhere" destilan una energía inspirada y exenta de estridencias. "Elsewhere" está compuesta por Hopper sobre una base polirrrítmica e intensa. Los solos, consecutivos, de Dean y Holdsworth y luego Dean en este tema son quizás lo mejor del disco, con ese lacónico final in diminuendo del saxo.  El mejor solo de guitarra, sin duda, es el de "Fisrt Trane". Opinión personal. 

Esta cuidada edición de Abracadabra in Osaka no es solo un homenaje a una banda desaparecida sino también una puerta perfecta para entrar en la dimensión musical paralela que supone el periodo que va desde Soft Machine hasta Soft Works. Nada mejor para conocer a unos músicos que un disco en directo, con la honestidad artística que supone un directo. El doble CD incluye también un artículo de Chris Hoard sobre los orígenes del grupo y una entrevista de All About Jazz a Leonardo Pavkovic publicada en 2018 y donde cuenta cómo fue el germen de este concierto que, a su vez, fue el germen de su compañía discográfica. 

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BAMBOO JAZZ

ZAC ZINGER, Fulfillment (2019)

Lo que, a priori, parece una excentricidad, usar una flauta de bambú para hacer jazz, se convierte en una serie de composiciones e interpretaciones llenas de funk y virtuosismo, un proyecto de fusión muy original que deja de ser curioso para sonar interesante. Fulfillment está firmado por el compositor y experimentador Zac Zinger, que toca aquí, además del saxo alto, shakuhachi, dizi y la ayuda electrónica de un EWI.


Puede que, en algunos momentos, el estilo de Zinger suene demasiado limpio, comercial en el sentido en que triunfaban los saxofonistas crossover de los 90, pero su velocidad al interpretar, la cantidad de recursos que usa y su originalidad hacen que valga la pena una escucha. Galardonado con múltiples premios, sobre todo como compositor (Johnny Mandel Prize, cuatro veces Herb Alpert Young Jazz Composer Award y en dos ocasiones Herb Pomeroy Composition/Arranging Award, entre otros premios), este músico de Nueva York estudió en Japón, donde se especializó en sonoridades peculiares como la flauta china dizi o la japonesa shakuhachi, a pesar de lo cual, sus temas no suenan exóticos ni folklóricos, sino que consigue conjugar las posibilidades de estos instrumentos con el jazz.

Cierto que esta flauta de cinco agujeros empasta bien en el cuarteto de jazz fusión, pero la shakuhachi tiene sus propias reglas y peculiaridades. Para empezar, se toca en vertical (como una flauta dulce) pero se sopla de la misma manera que soplaríamos un cuello de botella. Esto, que parece simple, supone cierta dificultad. Por otro lado, su tímbrica es cercana a la flauta travesera pero con un sonido menos puro y, quizás por ello, más cercano a la rudeza que algunos aficionados piden al jazz. Sin embargo, el disco es muy limpio, de sonido muy comercial. Quizás abuse de la electrónica pero, como dije más arriba, es fácil de escuchar, especialmente las improvisaciones y todas las progresiones y recursos que se saca "de la manga" en cada tema. 

Zac Zinger vive en Nueva York, donde mantiene dos grupos, uno de jazz progresivo, Zac Zinger Group y otro llamado KAI en el que fusiona el jazz con la música tradicional japonesa. Fulfillment es su álbum número 28, entre los que se incluyen bandas sonoras para videojuegos, entre los que están Street Fighter V, Final Fantasy XV, Just Cause IV y curiosidades como Monster Hunter: The Jazz (2015). Y, tras toda esta discografía, debuta en el jazz con esta colección de temas que resume su carrera en pequeños combos, re-arreglando sus propias composiciones con minuciosidad para desarrollar todas sus facultades como instrumentista. Su cuarteto está formado por jóvenes músicos del jazz progresivo: Sharik Hasan (piano), Adam Neely (bajo eléctrico) y Luke Markham (batería).

Entre los invitados, los taiwaneses Min-Chin Kuo, que toca el sitar chino (guzheng),  Chia-kun Chen, en el violín chino, y el vocalista Yu-Wei Hsieh. Todos ellos ponen un tono exótico que sirve de homenaje a Taiwan. Por otro lado, la pianista japonesa Kana Dehara aparece como invitada en tres temas, incluyendo el fascinante dúo entre shakuhachi y piano que es “An American in Tokyo”, y toca el Fender Rhodes en "Metamorphosis".


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* Web oficial: zaczinger.com

NEW ADVENTURES OF KILLER B3

AKIKO / HAMILTON / DECHTER, Equal Time (Capri, 2019)

Hay dos instrumentos que aportan una especial vitalidad al swing. Uno de ellos es el vibráfono; el otro, el órgano. El Hammond B3, llamado a veces Killer B3 y también La Bestia (The Beast), además, tiene ese vibrato que da una emoción única a los solos, añadiendo intensidad en alto grado. Pero para tocar el Hammond hay que tener todo eso (vitalidad, emoción, destreza para sus dos teclados y todos sus pedales) y la organista Akiko Tsuruga lo tiene. Si además, la escuchamos en el trío clásico de órgano, con un guitarrista comprometido con el ritmo como Graham Dechter y una máquina rítmica como es Jeff Hamilton, tenemos jazz al mejor nivel y, por supuesto, el placer está asegurado.

Es un trío compacto. Creo que con esto lo podríamos decir todo, pero un álbum para disfrutar tema a tema, moviendo los pies sin querer y disfrutando de cada momento. ¿Qué pueden esperar de Equal Time? Improvisación y ritmo. El trío de órgano es una formación que no necesita contrabajo y que tiene en la mano izquierda del teclista todo el poder para arrastrar a la banda y elevar el groove. En las manos de Akiko hay temas que fluyen como si llevaran años tocándolos juntos.


Por ejemplo, la versión del "Moment's Notice" de Coltrane suena más compleja si cabe que la original, con ese toque de blues que tiene el Hammond B3, con un empuje enorme pero tan fresca como hace 62 años, cuando apareció, quizás gracias a la velocidad de Hamilton en los platos y la manera en que Dechter lleva la melodía en la guitarra cuando le toca. Podría ser un buen tema para definir el álbum completo.

Pero hay otros temas que justificarían también un listado de elogios importante. Nos paramos a escuchar, por ejemplo, "Osaka Samba", una composición donde la japonesa (natural de Osaka) recurre a influencias ¡brasileñas! con solvencia, con un Hamilton fantástico en las escobillas, un temazo con un ritmo festivo que también tiene la versión de "I Remember You", con una Akiko claramente influenciada por el que fue su maestro, Dr. Lonnie Smith.

En general y aunque el ritmo mande en todo momento, hay un liderazgo evidente del Hammond en todo el disco (desde el blues inicial "Mag's Groove", compuesto por Akiko) y, en consecuencia, de toda la experiencia previa de la organista con Dr. Lonnie Smith y con Lou Donaldson, por citar dos grandes en la carrera de la japonesa. Ritmo, ritmo, ritmo. Sin embargo, deteniendo el tempo (los tiempos lentos también son ritmo), escuchamos la balada "Lion's Gate", donde Dechter modela la melodía con sensibilidad alternándose en una poética conversación con el órgano llena de delicadeza y notas puestas en su sitio exacto, algún retazo de blues y mucha, mucha emoción. El trémolo del Hammond es aquí estremecedor.

El final del álbum es una frenética versión del estándar de Steve Allen "This Could Be the Start of Something Big", donde el trío arma a toda velocidad melodía y ritmo, con solos que se suceden sin intervalo y dejan la sensación de que los músicos llevan más tiempo tocando juntos del que realmente llevan.

Les dejo esta versión en vivo (ligeramente más acelerada que la del disco) de "Moment's Notice". Que ustedes lo disfruten.


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* Web: https://caprirecords.com

LA VOZ DEL PIANO

AYAKO SHIRASAKI, Some Other Time (2013)

Ayako Shirasaki es una pianista japonesa residente en Brooklyn. Su digitación, cercana al bebop, muestra un swing apasionado y medido, nada alocado, lo que la convierte en una pianista exquisita, muy por encima de la media. Considerada en Japón una niña prodigio (en 5ª curso transcribía solos de Bud Powell) comenzó a tocar jazz en público en Tokyo, a los 12 años. Su nuevo álbum, Some Other Time (Jan Matthies Records, 2013) es una declaración intenciones musical: en sus versiones de pianistas como Jerome Kern ("April in Paris"), Duke Ellington ("Sophisticated Lady") o Lars Jansson ("Hope") y de saxofonistas como Sonny Rollins ("Oleo") e incluso en sus composiciones originales, la forma de interpretar de Ayako Shirasaki contiene influencias muy diversas que se mueven entre Lennie Tristano y Michel Legrand. En nuestra humilde opinión, la característica que mejor definiría su estilo es la melodía, una melodía que baila por encima de la síncopa y del swing y que parece una canción. Como explica Shirasaki en el libreto del disco: "Estas son canciones sin palabras. ¿Puedes oírnos cantar a través de la música?" .

Some Other Time se grabó en Brooklyn el 10 de mayo de este año con Noriko Ueda al bajo y Quincy Davis a la batería. Es el quinto álbum de esta pianista después de Falling Leaves, un disco de piano solo grabado en Hamburgo en 2010 en el que ya demostraba su manera personal de catalizar todas las influencias que domina (Dizzy, Bird, Rollins, Corea, Strayhorn, Duke...) de una manera espectacularmente elegante.

Si bien el gusto por el swing de Ayako Shirasaki es anterior a explosiones dogmáticas como el bebop (escúchese "Oleo") o el cool, su concepto del trío ("My Man's Gone") es posterior a los conceptos de Bill Evans. Shirasaki concibe el trío como una máquina en la que los tres elementos gozan del mismo protagonismo y tienen el mismo peso rítmico y melódico. Los músicos que la acompañan enfatizan esta filosofía, que podrán disfrutar especialmente en este álbum con momentos íntimos ("My Man is Gone" de Gershwin), deliciosos colores de bossa (el tema original "Sunrise") y con temas que muestran su inagotable capacidad para improvisar sin dejar de sorprender (el fabuloso "Oleo" y "April in Paris").

Les dejo una interpretación en vivo a dúo con el bajista Kengo Nakamura. Se trata de una composición de este último llamada "OZ-PZ".


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* Más info: www.ayakoshirasaki.com

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SAORI YANO

Jazz a primera vista

Saori Yano es una jazzwoman increíble, y uso el adjetivo en todos sus significados. Es increíble cuando la escuchas por primera vez y captas ese sonido tan lleno de tradición y a la vez tan suelto, tan libre; es increíble cuando uno la ve, tan joven, tan guapa, con 22 añitos y siete álbumes como líder; es increíble cuando aparece en el escenario con el pelo rosa, un vestido sacado de un comic ciberpunk japonés y uno recuerda que en sus discos ha tenido sidemen como Nicholas Payton, o que ha formado parte de la gira de tributo a Dizzy Gillespie junto a James Moody, Slide Hampton y Randy Brecker, o que Jimmy Cobb dijo de ella que era la “Cannonball Adderley japonesa” antes de acompañarla en el Smoke de Nueva York durante dos noches memorables...
Nacida en Tokyo en 1986, su biografía oficial dice que quería tocar la flauta pero que se tuvo que conformar con el saxo alto, que a los 11 años descubrió en la colección de su padre un disco de Jaco Pastorius y que, entusiasmada con el Donna Lee de Charlie Parker, se enamoró del jazz. Con 16 grabó su primer álbum y lo hizo con Savoy, algo que antes sólo había conseguido un músico japonés.

Little Jiny creo que es su séptimo álbum como líder. Está acompañada por Doctor Lonnie Smith al órgano Hammond, Peter Bernstein a la guitarra y Lewis Nash a la batería, una formación que es prácticamente ritmo en estado puro. Cuando entra el disco (con una composición propia: My baby shot me down) el sonido es tan directo, tan fresco y tan imparable uno tiene la impresión de que lleva escuchándolo un buen rato. Lewis Nash domina el ritmo como si llevara tocando desde los años 30 y la longitud del tema (8:14) permite los solos de guitarra, permite a Lonnie Smith desarrollar el tema a su manera sin cortarse un pelo y permite que nuestro espíritu se reconforte con jazz de verdad. 

Cierto que la temperatura sube cuando toca temas de Charlie Parker (KC blues y She rote) pero las composiciones originales no desmerecen. La otra, Pardon Lucy, es una balada enorme con un delicioso equilibrio entre la guitarra y el saxo alto. Inspiración y lirismo a partes iguales, que en el aspecto compositivo recuerda unos momentos a Gato Barbieri y otros la forma de tocar de Stan Getz, salvando las distancias que los instrumentos imponen (y que Getz no componía).

Clasificación: D, de descubrimiento. Si tuviera que elegir un momento del álbum, sería sin duda Boplicity (Cleo Henry), ese tema perenne que aparecía en Birth of the cool de Miles. Aquí suena igual de grande pero interpretado con una serenidad y una seguridad en las notas que lo hacen inolvidable y que incluye un solo de Hammond fabuloso, virtuoso pero sin estridencias; una delicia. Ese sería mi tema cumbre de este álbum, pero no puedo dejar de citar el bonus track: una versión imparable de Take the “A” train con un combo 100% japonés: Yuta Kaneko al Hammond, Yoshihiko Hosano a la guitarra y Nobuyuki Komatsu a la batería, una formación que, sin embargo, recupera (y de qué forma) el sentido original de la canción y hace que suene más americana que nunca a pesar de que la vocalista, Hibari Misora cante algunos fragmentos en japonés.

Está bien, os la presentaré. Aquí unos amigos (del jazz), aquí Saori Yano, interpretando un tema compuesto por ella misma y llamado "Greenism":
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* La foto es de la página oficial de Saori Yano.
** El icono "jazz attitude" lo he tomado prestado de este foro de jazz.
*** Más vídeos de Saori Yano en esta página.