UN JAZZ LÍRICO Y LLENO DE COMPLICIDADES

BIEL HARPER, Ocell (Microscopi, 2025)

Ocell (Pájaro en catalán) es uno de esos discos insólitos, inclasificables pero ineludibles, que saltan del jazz a lo inesperado, que despiertan interés en cada pasaje y que uno tiene que escuchar una y otra vez. El responsable de esta rara avis es Biel Harper, un pianista y compositor barcelonés que persigue con sus temas un lirismo que emocione y conecte a los músicos con la audiencia. Y escuchando su disco parece que lo consigue.

Si hace unas semanas hablábamos de identidad al escuchar el disco de Carlos 'Sir Charles' González, aquí podemos decir que también aparecen elementos folklóricos sublimados dentro de la filosofía musical de Harper. En el tema inicial ("Despertar"), por ejemplo. Pero en el álbum hay muchas más infuencias, sonidos e intenciones. "Ocell", la composición que da nombre al disco, es un tema etéreo donde la trompeta crea una atmósfera bucólica en complicidad con el piano, transportando al oyente a un paisaje imaginario y plácido, algo muy diferente a lo que hace el mismo Ocón en "Dunes", en el que la trompeta nos deleita con un discurso enorme, expresivo e inabarcable, dejándose los labios con pasión. 

Foto: Nikolai Olshansky 
"L'Hort d'en Sergi" nos ofrece un énfasis diferente en su ritmo y en su melodía, tan cantable, con su mensaje de comunidad, y un Harper al piano preciso, expresivo y con referencias clásicas. Más energético es "Intrepid", donde podemos apreciar la sección rítmica (en especial a Zibulski) derrochar nervio en contraposición a la sutileza con que había contribuido a las atmósferas líricas de Harper en temas anteriores. Nuestro tema favorito, sin embargo, es una montaña rusa de emociones y color titulada "Espiral", con ritmos cambiantes, un Ocón elocuente a la trompeta y un piano que dirige desde el contrapunto. El virtuoso solo de contrabajo de Tabea Kind aborda la melodía más cantabile del tema. La respuesta de Biel Harper al piano, con sus síncopas y sus progresiones es breve pero precisa. Es el elemento que responde a los solos, también al de trompeta (brutal). Hay complicidad, y se nota. Puede que "Espiral" no sea el tema que define la estética global del disco pero es el más espectacular y justifica la escucha por sí solo. 

Foto: Dianne Checa

Biel Harper (Barcelona, 1999) se formó en el Conservatorio Superior del Liceu, donde se graduó en Piano Jazz con maestros como Marco Mezquida, Bill McHenry y Roger Mas, entre otros. Actualmente, estudia un master en Interpretación y Composición en la Jazz Campus de Basilea (Suiza). Ha tocado en proyectos como Aura i Briel (con Aura Mauri), Giulia Valle, ML Quartet... recorriendo festivales y escenarios por España, Alemania, Italia y Suiza. En 2021, cofundó con Txema Riera y Roger Mas el festival Zona Jazz en Mediona (Barcelona). En este disco viene acompañado por Álvaro Ocón a la trompeta, Tabea Kind al contrabajo y Lucas Zibulski a la batería, un cuarteto que explora los paisajes sonoros de Harper con una sensibilidad destacable. Desde el primer tema ("Despertar"), con su ritmo pausado y contemplativo, el oyente se da cuenta de que está ante un disco para disfrutar a pequeñas dosis. Cada composición ofrece novedades cromáticas y armónicas con respecto al anterior. La improvisación es patente: hay espacios para todos los músicos y eso les permite expresarse. Y al final del disco uno se siente en la necesidad de escucharlo de nuevo.

* Más info: www.microscopi.cat

EN EL MOMENTO ADECUADO

RASMUS SØRENSEN, At The Right Time 
(April Records, 2024)

El joven pianista danés Rasmus Sørensen nos enamoró con su jazz moderno pero cargado de esencia en su debut en 2024, cuando April Records lanzó simultáneamente sus dos primeros álbumes el mismo día. Su jazz, lírico y lleno de matices, no elude la tradición. Es por eso que Sørensen se mudó a Nueva York para explorar nuevos sonidos que fueran más allá del jazz nórdico que inunda las colecciones de los aficionados al jazz desde hace un par de décadas. En Estados Unidos grabó Balancing Act con Alexander Claff y Kendrick Scott. Ahora, tras cinco años consolidándose en la compleja escena neoyorquina, ha vuelto a Dinamarca para grabar un disco a trío, su tercera grabación en dos años. 

Contemporáneo y vivo, su jazz tiene una voz muy personal que no desagradará a clasicistas ni a modernos. Con 26 años sabe fusionar todas las influencias de su formación y su experiencia en vivo para crear unos temas de gran musicalidad, modernos pero cálidos, siempre cálidos, que hace que sigamos sintiendo la misma devoción por el joven pianista danés 

Desde la brillante melodía de "The Sun", que da comienzo al álbum, uno percibe una elocuente serenidad en el jazz de Sørensen, un rasgo muy maduro que denota a un compositor / pianista con las ideas claras. Esta paz de espíritu reina en todo el disco, con melodías inspiradas y un fraseo en las teclas lleno de precisión y seguridad en sí mismo. Nos encanta el swing sin prisas de "Retreat", la tensión rítmica de "Perennial Youth", la belleza de "Ocean Waves", que parece detenida, sin tempo, la sutileza de "Earthlings" y el juego rítmico de "Shoes Off", con unas progresiones de acordes que vuelan sobre la base rítmica, donde Francesco Ciniglio sostiene todo con precisión y ese contrabajo de Jon Henriksson es hipnótico, vertiginoso, perfecto. 

Doce temas para disfrutar de las composiciones y el toque de Rasmus Sørensen y convencerse de que aquellas primeras y prometedoras grabaciones no eran un espejismo y tienen confirmación en este disco.


ELLINGTON Y BACH SE DAN LA MANO

MICHAEL ARBENZ Meets ANDY SHEPPARD, 
From Bach to Ellington - Live (2025)

Hace unas semanas hablábamos de música clásica y jazz cuando escuchamos las nuevas Recreations Tímbriques de Sergi Sirvent y David Viñolas, un dúo poco habitual formado por piano y batería. Hoy escuchamos otro dúo poco habitual (piano y saxofón) que se inspira en dos pilares fundamentales de la música: Bach y Duke Ellington, o como dice la nota de prensa, "la elegancia atemporal de Bach y la belleza lírica de Duke Ellington". El pianista Michael Arbenz y el saxofonista tenor Andy Sheppard juegan con este maravilloso material, buscando una insólita simbiosis entre el contrapunto barroco y la síncopa jazzística para conseguir algo nuevo y limpio, inspirado en estas influencias clásicas y siempre dentro de la tradición del jazz.  

Andy Sheppard es un saxofonista británico con una larga carrera detrás. Artista de ECM en sus últimas grabaciones como líder y también como sideman de Carla Bley y Steve Swallow, tiene 18 discos a su nombre y 60 como acompañante. Ha tocado con nombres importantes como Lee Morgan, Peter Erskine, Gil Evans...  Michael Arbenz es una figura fundamental en el panorama actual suizo. Fundador del trío VEIN (con su hermano Florian), ha tocado con Ron Carter, con Dave Liebman, Greg Osby... Este álbum podría considerarse una continuación de otros trabajos de Arbenz como Reflections of D (a tribute to Duke Ellington) (2023) y Classicism – A Point of View (2024), aunque no deja de ser singular en sí mismo, tanto por la frescura de los temas como por lo insólito de  la formación dual.


Dicen los musicólogos que Bach fue el primer improvisador de la Historia de la Música, y estos temas están llenos de improvisación gracias a unas partituras que dejan mucho espacio para la creatividad de los músicos, esto es evidente, pero además porque el álbum fue grabado en vivo en el Bird’s Eye Jazz Club de Basilea. Las texturas y complejidades de los dos compositores encuentran un camino aparentemente fácil en manos de estos dos músicos. Es cierto que asoman retazos de Bach muy evidentes que apelan al oyente despistado, pero hay que profundizar en la experimentación para disfrutar de la sofisticación de estos temas que son, sin embargo, fáciles de escuchar, quizás por la honestidad con que se han interpretado, ajena a esas rupturas salvajes y estériles en que muchas veces se autolesiona el jazz moderno.

El dúo nos introduce en esta singular grabación con una versión lírica y contenida de "Melancholia" de Ellington, con fraseos muy melódicos y contenidos al saxo y un piano sutil y brillante, algo que se repite en las baladas del Duque, como "African Flower". "Psalm" es una composición original de Michael Arbenz, en la que juega con esquemas barrocos de la "Cantata BWV 146".  Esta es la parte más excitante del álbum, contrafacts y juegos musicales donde se mezclan épocas y estéticas ¡con naturalidad!, como cuando Sheppard entona el "Preludio nº1 en Do Mayor BWV 846" de Bach y Arbenz construye sobre esta base su tema "When It Springs Into Being", para llegar a un clímax intenso en el piano que el saxo devuelve al plano lírico. Los dos últimos temas son de Ellington: "Reflections", balada que aquí suena poco jazzística pero igualmente bellísima, y "Warm Valley", que se aleja sensiblemente de la que grabó el Duque con su orquesta o en Money Jungle. En ese álbum la hacía a piano solo y Mingus y Roach entraban en el último minuto. Es curioso porque Ellington adoptaba una pose de concertista clásico, dándolo todo al piano, con recursos muy apasionados, y aquí Sheppard le da (con la ayuda de Arbenz al saxo) un toque quizás más jazzístico.

Una amalgama fascinante y que no dejará indiferente a ningún aficionado. Recomendable. 



Más info: www.arbenz.biz 

UN PRESENTE CON FUTURO

DANIEL FERRUZ, Un presente (Underpool, 2025)

El pianista Daniel Ferruz, zaragozano afincado en la escena jazzística barcelonesa, publica este año su tercer álbum, Un presente, tras sus Noctis (Fresh Sound New Talent, 2019) y Miradas (Underpool, 2022). Con un lenguaje pianístico propio, que suena a jazz contemporáneo y en algunos momentos también a clásica europea (Schumann) y española (Falla), el nuevo disco de su cuarteto (Joan Mas al saxo, David Mengual al contrabajo y Adrià Claramunt a la batería) persiste en este lenguaje con temas compuestos por el mismo Ferruz, donde expresa, sin prisas y sin artificios, su manera de hacer música: falsas baladas llenas de inspirados fraseos al piano y al saxo, ambos protagonistas; experimentaciones híbridas donde se alimenta de influencias reconocibles (y no solo jazzísticas); vitalismo en temas casi cantabile... y canciones llenas de poesía (con la voz de Eva Lago).


Lo más fascinante de este músico es que tiene una voz ecléctica. Baste escuchar el primer solo de este álbum para percibir que su piano se mueve de una influencia a otra sin dificultad. Este plurilingüismo musical a veces solo se puede sentir, no se percibe de manera consciente, ya que Ferruz pasa de un lenguaje a otro con una naturalidad engañosa. Lo mismo ocurre con las composiciones, todas originales. "La escuela" es un tema contemporáneo, cantable, que, de repente, se engancha a un solo de piano perfecto, dentro de la tradición, empujado por una sección rítmica potente (ese walkiing bass repentino).

De los aires festivos y tropicales de "Leo" al lírico "Ms. Rossoff" hay un salto cualitativo, con aires líricos que impactan por su brevedad. Como compositor, Ferruz sabe cómo jugar con los sentimientos. En "Un presente", por ejemplo, las notas largas del saxo de Joan Mas nos llevan a terrenos nostálgicos que el solo de bajo alimenta a la vez que nos prepara para un solo de piano que crece a medida que va dejando ideas acorde por acorde. El disco contiene joyas que sacuden al oyente, como "Doce", un tema  a piano solo (hay dos más en el álbum) que se aleja del jazz y que, sin embargo, nos remite, de una manera apasionada, emocional, lírica, a aquellos conciertos a piano solo de McCoy Tyner publicó en los 90.

Ferruz captura en Un presente la necesidad de vivir cada momento, y su disco late en cada tema, en cada compás, en cada nota, con guiños, sorpresas, modulaciones y juegos que piden escuchar el álbum con atención. 

* Más info: www.underpool.org/releases/un-presente/

JAZZ PARA ORQUESTA DE CÁMARA

MARK MASTERS ENSEMBLE featuring TIM HAGANS,
Sui Generis (Capri Records, 2024)

Poner el disco y que suene a orquesta de jazz clásica, sin aditivos y con un sonido limpio, es un sueño para todo aficionado. Los proyectos y arreglos de Mark Masters para su Ensemble, como ya hemos escuchado en otros discos suyos, tienen este poder de sugestión con arreglos brillantes, un sonido atemporal... En su nuevo álbum, nos propone una especie de "orquesta de cámara", un octeto que suena como una orquesta completa y donde destaca un invitado especial, el trompetista Tim Hagans, a quien Masters admira desde que, siendo un aspirante a trompetista, le escuchó tocar en la orquesta de Stan Kenton. 

Cintuenta años después, ha contado con él para este disco titulado Sui Generis. Tim Hagans, que ha evolucionado a lo largo de todas estas décadas por estilos tan distintos como el swing, big bands, jazz electrónico, post-bop, funk, contemporáneo... (aparece en más de 600 referencias en Discogs) aporta en esta grabación un conocimiento casi universal del jazz, y podemos escucharle con un dominio y una calma memorables (¡escuchen "Pebbles"!) que encajan perfectamente con la serenidad y solidez de la música compuesta por Masters, que ejerce, como siempre, de compositor, arreglista, productor y director.

Mark Masters por Shawna Sarnowski
En cuanto a los temas, habría mucho que destacar, pero nos quedamos con la entrada del álbum, ese "Doyle Hud's Two Step", que arranca con vientos melódicos, esa respuesta del piano, y los solos de Hagans y Dave Woodley al trombón, dos tímbricas distintas pero con la misma energía contenida a la hora de atacar una improvisación; "The Stoic", o cómo se puede hacer un jazz espectacular a un tempo medio; "Pebbles", del que ya hemos hablado; "Meet Me At Sal & Angie's", otro 
downtempo con un swing delicioso y solos de Jeff Colella al piano (delicado, swingueante, protagonista), Chris Colangelo al contrabajo (preciso y clásico) y, por supuesto, Tim Hagans a la trompeta (muy alto, brillante), con toda esa orquesta llena de color respaldándoles.

Otra delicia más de esas a las que nos tiene acostumbrados Mark Masters con sus partituras.



* Más info: caprirecords.com

* Web oficial: www.markmastersmusic.com

SATIE Y MOMPOU, HACIA EL JAZZ

SERGI SIRVENT & DAVID VIÑOLAS, Recreations Tímbriques de Satie a Mompou (Columna Música, 2025)

No es la primera vez que hablamos de Erik Satie ni de Federico Mompou en este blog, ni será la  última en la que pianistas de jazz (Julián Solarz fue el último que apareció por este blog "hablando" de Mompou) se acerquen a su obra, pero cada visión particular de los temas de estos compositores, cuyo impresionismo y experimentación se acercó mucho al universo jazzístico, es acogida con tanto interés como veneración. El jazz nacía mientras Satie vivía los últimos años de su carrera. ¿Le inspiró? Podríamos afirmar que Satie inspiró a Francis Poulenc, quien a su vez fue una de las influencias de Mompou, que tanto ha inspirado a músicos de jazz... 

Erik Satie
Pero hoy escuchamos algo diferente, distinto en el sentido de que no tenemos a un pianista a solas con su piano (como en los originales) ni a un combo de jazz reimaginando la estética impresionista, sino un dúo de piano y batería (compuesto por Sergi Sirvent David Viñolas), algo muy poco frecuente. Si ya en 2009 Ximo Tébar transportaba la música de Satie al lenguaje de la guitarra de jazz con una decena de músicos, aquí la solitaria conjunción de piano y batería redunda en una tímbrica inédita, con momentos experimentales dentro del impresionismo y del miniaturismo de los dos compositores versionados, permitiéndoles jugar con lo que Mompou llamó "la música menos compuesta del mundo".

El álbum comienza por Satie y termina, de una manera lógica, con dos  únicos temas de su "descendiente musical" Mompou. Desde la melancolía de "Gnossienne III" (Mompou) pasando por varias "Pieces froides" en las que la batería complementa  sutilmente la expresividad de las repeticiones, hasta el lirismo de "El llac", podemos oír un abanico de sonidos especulativos que acercan las composiciones a una sonoridad cercana al jazz contemporáneo sin subvertir la intención original. 

Foto: Xavier Esteban
Es un recorrido por distintas piezas de Satie y dos de Mompou con experimentos entre medias, como una composición original de David Viñolas titulada "Satiesmiles", que rinde homenaje a Satie sin imitarlo, con ritmos cambiantes, inestables, impresionistas, y dos temas compuestos por Sirvent ("El fet y la ficció" y el juguetón "Lirisme delirant", que son dos contrafacts de "Gnossienne II" y "Gymnopédie I", respectivamente)  donde piano y batería conversan y convergen de una manera iluminadora.

Con esta grabación, realizada el 14 de julio de 2024 en el estudio de Albert Moraleda en La Garriga (Barcelona), Sergi Sirvent y David Viñolas convierten su colaboración en una trilogía después de haber publicado anteriormente dos Recreacions Tímbriques (De Mompou a Bartók y De Mompou a Bártok vol. II) en Selffish Records. Recomendable, tanto para entendidos como para  excépticos.



* Más info: 

HARDBOP JOVEN Y JAPONÉS

NANAMI HARUTA, The Vibe (Origin, 2025)

Con una reivindicación femenina ("Girlie's World") comienza este álbum de la trombonista japonesa Nanami Haruta, un tema con fraseos que nos traen a la memoria a instrumentistas de la época clásica y un estilo que agradará a puristas y a profanos. Nacida en Sapporo y educada en Tokyo, el trombonista Michael Dease la descubrió en un festival cuando tenía 17 años y la convenció para ir a estudiar a la Universidad de Michigan, donde fue alumna de Dease y de Rodney Whitaker, que posteriormente la incluyó en su sexteto. En América también formó parte de la big band de Ulysses Owens Jr.

Ha grabado The Vibe en el sello Origin con su propio cuarteto, que incluye a Xavier Davis al piano y a dos de sus mentores: Rodney Whitaker al contrabajo y Ulysses Owens Jr a la batería. Otro mentor, Michael Dease, produce y toca el trombón y el trombón barítono en dos temas. Finalmente, hay una colaboración en el último tema ("Unchained Melody") del guitarrista Chris Minami, que pone un contrapunto bellísimo a las notas del trombón en este tema tan romántico y nostálgico.  

El disco contiene varias versiones, donde Nanami Haruta se muestra más netamente hardbop, algunas fantásticas como el tema "Algonquin", compuesto por el trombonista Curtis Fuller, o el "Sister Rosa" de Christian McBride, que puede ser muy clásico cuando quiere, un temazo donde el trombón muestra su swing con toques de blues, hipnótico y seductor (con un momentazo para un expresivo solo de contrabajo). Energía 
sin explosiones inútiles, con armonías y vientos al más puro estilo hardbop, con una intérprete que nos ha sorprendido por su lenguaje claro, sus fraseos nítidos, rotundos y expresivos. Como compositora podemos apreciarla también en tres temas: las baladas "Toshi" y "Heartstrings", que le permiten recrearse en la sonoridad más sentimental del instrumento; y  la divertida "Woodpecker", un tema pegadizo que es una delicia y que tiene un solo final muy New Orleans. 

En espera de más Nanami Haruta...




* Más info: www.originarts.com

MINGUS EN ARGENTINA

CHARLES MINGUS, In Argentina: 
The Buenos Aires Concerts (Resonance, 2025)

A finales de los 70, un Charles Mingus que ya sufría los efectos de la ELA viajó a Argentina con uno de sus quintetos menos conocidos, formado por el pianista Robert Neloms, el trompetista Jack Walrath, el saxofonista tenor Ricky Ford y el baterista Dannie Richmond. Esta grabación, publicada por Resonance Records en un triple LP, recoge los conciertos que realizó en el Teatro Coliseo y en el Teatro de la Sociedad Hebraica Argentina los días 2 y 3 de junio de 1977. La edición, 3-LP recogidos de las cintas originales grabadas por el ingeniero de sonido Carlos Melero, masterizados por Matthew Lutthans en el Mastering Lab y prensados ​​en Le Vinylist, documenta una época poco conocida del músico, seis meses antes de que esos síntomas fueran diagnosticados y justo antes de trabajar con Joni Mitchell en Mingus, álbum en el que la enfermedad ya no le permitió tocar.

Foto de Uberto Sagramoso (de izq. a derecha: Ricky Ford, Jack Walrath, Bob Neloms y Charles Mingus). 
Buenos Aires, Teatro Coliseo, 2 de junio de 1977. 

Como viene siendo habitual en estas grabaciones que Resonance recupera (ya lo apreciamos al reseñar The Lost Album from Ronnie Scott's de 2022), la edición contiene una cantidad ingente de documentación y notas (en este caso, del biógrafo de Mingus Brian Priestley (A Critical Biographgy de 1983) y del escritor Claudio Parisi, y entrevistas realizadas ad hoc a los miembros de la banda Jack Walrath y Ricky Ford, entre otros.

En lo musical, nos encontramos a un Mingus que muestra la energía que la enfermedad empezaba a negarle, con su habitual liderazgo al contrabajo y sus exhortaciones a los músicos, repasando temas clásicos como "Goodbye Pork Pie Hat" y "Fables of Faubus" o exploraciones en ritmos tropicales, tan poco habituales en Mingus ("Cumbia and Jazz Fusion") o clásicas como "Duke Ellington's Sound of Love", de su ídolo Ellington, que fue siempre una de sus referencias y que siempre interpreta pasada por el tamiz salvaje y rabioso de su propio temperamento, algo de lo que se contagia un quinteto consistente, energético y con un interplay fabuloso. 



* Más info: resonancerecords.org

JASON MILES, PASADO Y PRESENTE

JASON MILES, Cosmopolitan Remastered (2025)
JASON MILES' The Lisbon Electric 4tet (2025)

Hoy escuchamos dos álbumes del teclista, compositor, arreglista, productor y ganador del Grammy Jason Miles. El nombre, poco conocido en España, solo sonará a quienes le recuerden de sus trabajos con Miles Davis, contratado por Marcus Miller, quien quería que sonaran sintetizadores en Tutu. Recordemos que Jason también trabajó en Music for Siesta y en la obra crucial Amandla. Su voz resultará familiar a quienes hayan escuchado estos discos. Miles Davis dijo de él que era un genio, y eso le ha permitido trabajar con músicos de todos los géneros, como Michael Jackson, Aretha Franklin, Chaka Khan, Grover Washington Jr, The Crusaders o Sting (con quien ganó un Grammy como productor).


Pensemos en cómo era la música en 1979. Los sintetizadores se han hecho populares y el jazz absorbe todos los elementos que fluyen alrededor. Un visionario Jason Miles armado con un sintetitzador Prophet V reúne en los estudios Vanguard de Nueva York a un grupo de músicos jóvenes y con ganas de comerse el mundo: el saxofonista tenor Michael Brecker (30 años), el saxo alto, soprano y flautista Gerry Niewood (26), el bajista Marcus Miller (19), el brasileño Ricardo Silveira a la guitarra, y el baterista Jeff Williams (29), además de la vocalista Clarice Taylor y los percusionistas Armen Halburian Henry Castelanos, y Badal Roy, en la tabla. La grabación se llamó Cosmopolitan y resultó una compleja (pero fácil de escuchar) amalgama de músicas del mundo, jazz, funk... un proyecto que nunca vio la luz hasta que, al mudarse a Portugal, 46 años después, Miles encontró las cintas DAT de aquellas sesiones y decidió remasterizarlas y publicarlas.

En el álbum podemos encontrar ritmos irresistibles y un groove que suena al jazz de los 80, con unos sonidos eléctricos que entran en perfecta simbiosis con el funk de Miller y las intervenciones de Brecker y Niewood en los vientos. Las percusiones, festivas y excitantes, sostienen la improvisación de los solistas, donde destaca, cómo no, Jason Miles en su primer papel como líder, con discursos que van del funk a lo espiritual. 

Pero Miles no está retirado. Su banda The Lisbon Electric 4tet es una prueba patente de que su creatividad continúa. Su estilo ha evolucionado hacia el virtuosismo y la calma de quien ha encontrado el camino. Formado por músicos portugueses (Tiago Oliveira a la guitarra, Yami Aloelela al bajo y Vicky Marques en la percusión), su cuarteto sigue esa línea eléctrica, funky y, al mismo tiempo, lírica de la que hablábamos hace dos años cuando reseñamos su Miles to Miles Live (Ropeadope, 2023), un álbum donde recreaba las atmósferas de los discos en los que trabajó con Miles Davis. 

Su cuarteto eléctrico tiene una fusión excitante de ritmos sobre los que brillan los dos solistas, el sintetizador experimentado de Jason Miles, absolutamente funky en algunos temas, y la guitarra de Oliveira, que no se queda atrás cuando se trata de improvisar. Largos solos, hipnóticos, bailables, estimulantes, son la nota más atrayente del cuarteto. 

Jason Miles sigue grabando y se le puede ver en festivales, lo cual es una buena señal. Cuando un músico sobrevive cinco décadas haciendo lo que le inspira, es que vale la pena escucharle. 


JAZZ CON IDENTIDAD ESPAÑOLA

SIR CHARLES +3, De aquí, vol. 2 (Koshkil Records, 2024)

Si hay un baterista que forme parte de la Historia del Jazz en España por derecho propio, ese es Carlos "sir Charles" González, un músico que ha estado en la brecha en los últimos 40 años, como líder y como acompañante de lo mejor de lo mejor. Su proyecto De aquí viene de lejos y tiene una segunda parte con un repertorio renovado, investigando de nuevo en las conexiones entre la música clásica y popular española con los diversos ritmos del jazz, haciendo converger estas músicas con distintas estéticas que van desde lo atonal a lo tradicional, del free al hardbop, consiguiendo que ambas esencias se fusionen para gozo del oyente y reivindicando así la música de identidad española del mismo modo que los músicos americanos añaden a su songbook clásicos de su propio folklore, de su propia música clásica o del repertorio de Broadway.

Desde que suena "Playera", el tema compuesto por  Pablo Sarasate y arreglado por el desaparecido Marcelo Peralta, el oyente percibe que la improvisación jazzística es posible en estos temas clásicos. Los arreglos son de Peralta en 4 de los temas, pero también de Pablo Múzquiz, de Ramiro Obedman y de Sir Charles. Convertir el repertorio clásico español en jazz contemporáneo es algo poco habitual, pero ya se lo escuchamos hace muchos años a Pedro Iturralde (en cuyo cuarteto estuvo Sir Charles) o a Olé Swing, pero estos lo hacían con un toque de humor que no es el caso. La seriedad con la que las improvisaciones han dado lugar a De aquí merecerían un estudio musicológico más profundo, pero nos vamos a limitar a comentar que la simbiosis es posible y, además, excitante: las improvisaciones jazzísticas sobre la música clásica española inspirada, a su vez, por el folklore ibérico son un trabajo perfecto y necesario para entender de dónde venimos y por qué el jazz, que nació de la mezcla cultural, se fusiona con todo tipo de músicas. 

Carlos González, por Toni Guerrero
El diseño del grupo (solo vientos, contrabajo y batería) es una elección brillante, ya que aporta una tímbrica y una fluidez que nos acercan a las armonías folkóricas (donde nunca se escucha el piano), al tiempo que transmite una excitante sensación de directo. Richie Ferrer al contrabajo es el complemento perfecto a la rítmica de Sir Charles (precisos ambos en la "Danza Ritual del Fuego" de Falla), Ramiro Obedman al saxo tenor (y flauta, con un impresionante solo en la "Danza española nº 5 "Andaluza" de Granados) y Pascual Piqueras a la trompeta completan el cuarteto y defienden el repertorio de manera magistral. Un tema original es el tema culmen del álbum: un tema escrito por Marcelo Peralta y Carlos González que es un contrafact de "Asturias" de Albéniz, a cuarteto pero con un brillante solo de batería de 2 minutos a modo de intro y otro de 3 como outro. 

Carlos "Sir Charles" González, que ya era parte de nuestra Historia del Jazz, aporta con este disco un complemento identitario iluminador y digno de estudio.




* Más info: www.nwkoshkil.com