En España, donde somos dados a importar mitos, ya venía siendo hora de que alguien pusiera sobre el papel algún nombre de los que construyen el jazz made in Spain año tras año. Cierto es que es difícil encontrar libros sobre jazz en español y más difícil incluso encontrar libros escritos en España sobre jazz. No hay ningún libro sobre Pedro Iturralde, ni ensayo ni biografía, y sobre Tete, sólo una casi-autobiografía. Esto, por citar nombres mayores. ¿Qué son nombres mayores? Sobre Ximo Tébar han caído críticas en todos los tonos (30 años de carrera dan para mucho) quizás por su caminar oscilante entre dos sendas opuestas, la del jazz de influencia flamenca que él llama Jazz Mediterráneo y esa otra más clásica anclada en el bop, el blues y el mainstream en la que tan bien se defiende. Este mes, por fin, he podido leer Ximo Tébar, la guitarra del jazz mediterráneo, un ensayo de José Pruñonosa que explora y disecciona con pasión toda la discografía del guitarrista valenciano. No es una autobiografía en sí sino un vehemente estudio de su obra. Confío en que sólo sea un ejemplo para que en el panorama literario sigan apareciendo más libros sobre músicos de jazz españoles.
Ximo Tébar, la guitarra del jazz mediterráneo (Ed. Piles, 2016) no es un gran libro. Resulta breve y derrama un excesivo amor por el músico en cuestión, pero sí contiene valores que merece la pena citar. En primer lugar, poner en portada un nombre que ha aportado frescura y sofisticación al jazz español, con ese estilo tan fluido que tiene Tébar tocando single line, un músico que ha dedicado su vida al jazz como intérprete, productor y docente, y que se ha codeado con músicos muy interesantes (especialmente atractiva es su serie The Jazz Guitar Trio con organistas de corte clásico como Lou Bennett, Dr. Lonnie Smith, Joey de Francesco, Orrin Evans...). En segundo lugar, la disección musicológica que es la segunda parte del libro, donde analiza su música, aunque este estudio puede parecer algo duro para los lectores no-músicos. Sin embargo, hay que valorar la intención didáctica de esta sección.
El libro se divide en tres partes: la primera repasa la carrera de Ximo Tébar a través de su discografía, su investigación del jazz clásico y del jazz mediterráneo y la evolución de sus estéticas; la segunda es ese análisis musicológico, su filosofía y su relación con las influencias del guitarrista; la tercera es una extensa entrevista.
Es un libro con muchas voces. Se agradece la inclusión no sólo de recortes de periódicos y revistas especializadas, críticas ajenas que aportan muy diferentes puntos de vista, sino la inclusión gráfica de las mismas que, si bien algunas de tan poca calidad que aparecen pixeladas, al menos permiten explorar el impacto de este músico en la crítica de cada momento histórico, de los 80 hasta ahora, y la manera en que los periodistas musicales lo han tratado. Leer estas críticas con el paso del tiempo no sólo permite un punto de vista crítico con Tébar sino también con los críticos. Además, resulta una aportación histórica que permite a los lectores desenfocar y asistir con curiosidad a la prosa de otra época, cuando aún el jazz era objeto de asombro no sólo para los periodistas españoles sino incluso para los periodistas que amaban el jazz. Y su evolución.
El estudio de Pruñonosa es amable y apasionado (a veces, a los que amamos el jazz nos cuesta no ser apasionados al criticar), a pesar de lo cual se permite incluir también alguna mala crítica del pasado, como un recorte de 1989 sobre un concierto de Billy Brooks donde un periodista califica a Tébar de "contorsionista" e "inmaduro". Claro que en la misma critica se pone a parir a un Tete Montoliu que "tenía muy pocas ganas de tocar".
A pesar de todo, vale la pena leer este libro para sentir la necesidad de volver atrás y explorar la discografía de Ximo Tébar y porque este no es un país de jazz (ni de libros sobre jazz, recuerden). Como dice George Benson en una cita del libro, "lo más impresonante es que Ximo nació y creció en España, lo cual lo convierte en un fenómeno".