ESTER QUEVEDO, Garabato (Underpool, 2025)
Cuando escribimos acerca del primer disco de Ester Quevedo, subrayábamos su capacidad para jugar con ritmos e intervalos a la altura de Monk. Escuchando este nuevo álbum, titulado Garabato, confirmamos no solo esto sino que es un placer disfrutar de su inagotable capacidad para frasear al piano y sorprender. Ya desde el inicio (ese temazo lleno de swing y juegos rítmicos que lleva por nombre "One for The Lion"), el oyente sabe que va a disfrutar del disco. Cuando termina el brillante y cambiante "Little Nick", uno solo desea que Ester Quevedo tenga una larga carrera y siga regalándonos placeres sonoros como estos.
Esta pianista madrileña, formada en el Conservatorio de El Escorial y, posteriormente en la Escuela de Música Creativa, en la ESMUC y en el conservatorio Codarts de Rotterdam, ha sido alumna de grandes nombres como Ignasi Terraza y Albert Bover. Compaginando su actividad académica, Quevedo toca con varios grupos entre los que se incluyen la Clasijazz Valparaíso Big Band. su propio quinteto y, ahora, su propio trío.
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Foto: Sergi Felipe |
No nos cansamos de repetir que el trío de piano es la formación perfecta. Aquí, esta joven pianista que nos enredó con sus Trabalenguas en 2020, nos vuela la mente con Garabato, un complejo (aunque altamente fácil de gozar) entramado de recursos que ha compuesto y tocado con aires de jazz atemporal y que suena tradicional y nuevo al mismo tiempo. Hay rebeldía en los cambios de ritmo, en la manera en que maneja los intervalos, en sus acordes cargados de energía... Una manera de hacer jazz que agradecemos.
A ritmo de Nueva Orleáns se mueve "¿No sabes?", tema lleno de tensión y con una Ester Quevedo acometiendo una melodía compleja y sincopada que muestra su gusto por la tradición, su virtuosismo como instrumentista y su valor como compositora. Más ágil y complicada es "Estatua de hielo", sobre todo al piano, y contiene el esperado solo de batería de un Andreu Pitarch que es protagonista todo el álbum. Pero también en las baladas sorprende. Escuchen "Neska" o, mejor, "Esta vez no", con ese solo de contrabajo de Pau Sala, tan complicado (y tan bello) en un tempo tan lento. Ambas baladas mantienen esa filosofía rítmica y momentos brillantes. Recomendable por encima de todo, el tema "Garabato", que da título al disco y que es el resumen de todo lo escrito sobre el mismo.
Lo mejor del álbum, la complicidad entre los músicos; lo peor, solo dura algo más de treinta minutos. Confiemos en que el azar (o los promotores) hagan que Ester Quevedo se cruce en nuestro camino en algún festival, porque el disco promete directos muy buenos.
* Más info: www.underpool.org/releases/garabato/