UN JAZZ LÍRICO Y LLENO DE COMPLICIDADES

BIEL HARPER, Ocell (Microscopi, 2025)

Ocell (Pájaro en catalán) es uno de esos discos insólitos, inclasificables pero ineludibles, que saltan del jazz a lo inesperado, que despiertan interés en cada pasaje y que uno tiene que escuchar una y otra vez. El responsable de esta rara avis es Biel Harper, un pianista y compositor barcelonés que persigue con sus temas un lirismo que emocione y conecte a los músicos con la audiencia. Y escuchando su disco parece que lo consigue.

Si hace unas semanas hablábamos de identidad al escuchar el disco de Carlos 'Sir Charles' González, aquí podemos decir que también aparecen elementos folklóricos sublimados dentro de la filosofía musical de Harper. En el tema inicial ("Despertar"), por ejemplo. Pero en el álbum hay muchas más infuencias, sonidos e intenciones. "Ocell", la composición que da nombre al disco, es un tema etéreo donde la trompeta crea una atmósfera bucólica en complicidad con el piano, transportando al oyente a un paisaje imaginario y plácido, algo muy diferente a lo que hace el mismo Ocón en "Dunes", en el que la trompeta nos deleita con un discurso enorme, expresivo e inabarcable, dejándose los labios con pasión. 

Foto: Nikolai Olshansky 
"L'Hort d'en Sergi" nos ofrece un énfasis diferente en su ritmo y en su melodía, tan cantable, con su mensaje de comunidad, y un Harper al piano preciso, expresivo y con referencias clásicas. Más energético es "Intrepid", donde podemos apreciar la sección rítmica (en especial a Zibulski) derrochar nervio en contraposición a la sutileza con que había contribuido a las atmósferas líricas de Harper en temas anteriores. Nuestro tema favorito, sin embargo, es una montaña rusa de emociones y color titulada "Espiral", con ritmos cambiantes, un Ocón elocuente a la trompeta y un piano que dirige desde el contrapunto. El virtuoso solo de contrabajo de Tabea Kind aborda la melodía más cantabile del tema. La respuesta de Biel Harper al piano, con sus síncopas y sus progresiones es breve pero precisa. Es el elemento que responde a los solos, también al de trompeta (brutal). Hay complicidad, y se nota. Puede que "Espiral" no sea el tema que define la estética global del disco pero es el más espectacular y justifica la escucha por sí solo. 

Foto: Dianne Checa

Biel Harper (Barcelona, 1999) se formó en el Conservatorio Superior del Liceu, donde se graduó en Piano Jazz con maestros como Marco Mezquida, Bill McHenry y Roger Mas, entre otros. Actualmente, estudia un master en Interpretación y Composición en la Jazz Campus de Basilea (Suiza). Ha tocado en proyectos como Aura i Briel (con Aura Mauri), Giulia Valle, ML Quartet... recorriendo festivales y escenarios por España, Alemania, Italia y Suiza. En 2021, cofundó con Txema Riera y Roger Mas el festival Zona Jazz en Mediona (Barcelona). En este disco viene acompañado por Álvaro Ocón a la trompeta, Tabea Kind al contrabajo y Lucas Zibulski a la batería, un cuarteto que explora los paisajes sonoros de Harper con una sensibilidad destacable. Desde el primer tema ("Despertar"), con su ritmo pausado y contemplativo, el oyente se da cuenta de que está ante un disco para disfrutar a pequeñas dosis. Cada composición ofrece novedades cromáticas y armónicas con respecto al anterior. La improvisación es patente: hay espacios para todos los músicos y eso les permite expresarse. Y al final del disco uno se siente en la necesidad de escucharlo de nuevo.

* Más info: www.microscopi.cat