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UNA GEMA ATEMPORAL

ROY HARGROVE with MULGREW MILLER, In Harmony 
(Resonance Records, 2021)
Jazz en estado puro. Así se podría definir este álbum que recoge momentos en directo de dos figuras tan enormes como son los desaparecidos Roy Hargrove y Mulgrew Miller. El doble álbum reúne grabaciones de 2006 y 2007 en las que podemos admirar cómo combinan sus personalidades en el arriesgado formato de dúo, con un interplay fluido y natural, compartiendo en directo el sentimiento de blues y la maestría a la hora de improvisar.

Resonance Records publica esta joya en su línea de recuperar registros sonoros dignos del gran público, como comentamos cuando escuchamos el disco de Bill Evans que lanzaron el año pasado. 

El doble álbum contiene grabaciones registradas en el Merkin Hall de Nueva York (15 de enero de 2006) y en el Lafayette College de Easton, Pennsylvania (9 de Noviembre de 2007), un documento histórico que significa la primera edición póstuma de Roy Hargrove, desaparecido a los 49 años en 2018. La edición, todo un lujo, incluye un libreto con fotos raras y curiosas, un interesante texto a cargo de Ted Panken, así como entrevistas y extensas opiniones de figuras como Sonny Rollins, Christian McBride, Common, Ron Carter, Chris Botti, Robert Glasper...

El discazo (doble LP y también CD) comienza con una versión de "What Is This Thing Called Love" que ya muestra el sonido extemporáneo que caracteriza a estos dos maestros y que tanto gusta a puristas y a modernos. El sonido es brillante y bien producido. Tema a tema, nos devuelven a la tradición, esa tradición que ha ido evolucionando a lo largo de las décadas y que  algunos músicos (solo algunos músicos) consiguen que siga latiendo con su sentido del blues y su maestría en la improvisación

Esto el verdadero aficionado lo nota. Es nuevo, pero es tradición. Miller tiene esa herencia de Oscar Peterson y un lado más moderno (más arriesgado) que suena a McCoy Tyner, estilos que en sus manos se convierten en algo muy personal, como la elegancia, no exenta de mensaje, que despliega como acompañante en "This Is Always" o la manera en que mantiene el equilibrio del protagonismo con Hargrove, en duelos de alternancia ("I Remember Clifford") o de pulso ("Just In Time"), y ambos ponen sobre la mesa, sin prisas y sin estruendo, todo su virtuosismo, todo lo que saben de lirismo, improvisaciones... Y todas estas dosis de creatividad con un interplay fantástico entre dos musicazos de generaciones distintas que demuestran por qué el jazz es comunicación.

Para ser sinceros, el álbum contiene tanto jazz en sus 103 minutos que abruma. Después de varias escuchas, no sé si prefiero las baladas, intensas, llenas de creatividad, o los temas más bebop, como la parte en que versionan a Monk ("Ruby My Dear", "Monk's Dream") o a Dizzy ("Con alma"), donde el virtuosismo de ambos mira hacia atrás y lo hace con solvencia. 

Resumiendo, es un álbum para escuchar una y otra vez. Jazz dentro de la tradición con dos figuras que han influenciado a varias generaciones de músicos y oyentes y que, tristemente, desaparecieron de manera prematura. Una gema. Y no solo para coleccionistas.


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* Más info en la web de Resonance Records: resonancerecords.org

* Fotos: Wouter Hogendorp y Alan Nahigian, extraídas del booklet del disco.

FEROZ

FREDDIE HUBBARD, On Fire (Resonance Records, 2025)

Feroz y poderoso, anclado en la tradición pero camaleónico, el trompetista de Indianápolis Freddie Hubbard supo adaptarse al hardbop y al postbop sin renunciar a sus raíces. Su estilo es hijo de Clifford Brown y sobrino de Lee Morgan, pero tiene esa personalidad propia que ha trascendido las décadas. Resonance Records acaba de publicar una de sus cuidadas ediciones con los archivos recuperados de su concierto en un club del Bronx, el Blue Morocco, regentado por Sylvia Robinson, cofundadora de Sugar Hill Records, en 1967, en su mejor momento, cuando grababa para Atlantic.

Tres LP's (o 2 CD`s) recogen la música grabada por el ingeniero Bernard Drayton en aquel momento y ahora remasterizada por Matthew Lutthans con los masters para vinilo de Bernie Grundman. Los músicos que acompañan a FH son el saxofonista Bennie Maupin, el pianista Kenny Barron, el bajista Herbie Lewis y el baterista Freddie Waits

El álbum está llenos de sonidos que nos retrotraen al paso de Freddie Hubbard por los Jazz Messengers o por los grupos de Sonny Rollins, y su trompeta destila un hardbop con un punto de rabia, muy negro, que recupera recursos del hot jazz, algo que nunca abandonó en su estilo. Por aquel entonces se proclamaba el mejor trompetista del mundo. Habrá opiniones para todos los gustos, como las hubo en aquel momento, pero su energía, patente en esta grabación intenta demostrarlo. 

Fotografía de Tom Copi
Los temas son gran intensidad, incluso los de tempo medio, y casi todos duran más de 15 minutos, por lo que en cada cara del triple LP hay uno o dos temas a lo sumo. Esto (para los que amamos los vinilos) redunda en la calidad del surco. Desde "Crisis", que abre el concierto, con una sección rítmica estimulante, Hubbard llena el espacio sonoro de rabia, de referencias musicales, de giros inesperados, volviéndose ácido en las notas de blues de la meditativa "Echoes of Blue" (Bob Cunningham), uno de los pocos temas no compuestos por él que aparecen en el disco, post-bop e hipnótico. Habría que destacar "Bye Bye Blackbird", una joya de 23 minutos que nos devuelve a la época dorada del bop, de los improvisadores y del jazz honesto. "Summertime", por otro lado, retoma el discurso dramático de Miles Davis pero da una vuelta de tuerca al tema y lo hace más duro, más salvaje, más bop. El disco termina con "Breaking Point", el tema más corto del álbum (7 minutos), el más diferente (con aires tropicales) y el más festivo, con una exhibición de virtuosismo de todos los miembros del quinteto. 

En resumen, Freddie Hubbard en lo más alto de su carrera, con fraseos seguros y limpios, y una fuerza arrolladora sin recurrir a fuegos artificiales ni a ritmos vertiginosos, demostrando una solidez que le acompañaría en los siguientes años hasta grabar su disco más celebrado, First Light (CTI, 1971) y antes de que problemas con los labios le obligaran a retirarse en los años 90. 



* Más info: resonancerecords.org


BILL EVANS FOREVER

BILL EVANS Live At Ronnie Scott's (Resonance, 2020)

El lanzamiento de un disco de Bill Evans es siempre una buena noticia. No nos cansamos de escuchar sus sesiones, que siempre aportan algo nuevo al oyente atento porque, aunque comentaba siempre que "la música hay que sentirla, no pensarla", cuando leímos su biografía nos dimos cuenta de que siempre estaba investigando las partituras desde muchas ópticas en busca, siempre, de algo nuevo. Y algo nuevo es este concierto grabado en el Ronnie Scott's de Londres en julio de 1968 que aparece ahora, como un milagro, de entre los archivos de Jack DeJohnette. Lo publica Resonance Records en CD, digital y también en una interesante edición en LP doble. 


La grabación, recuperada del olvido, tiene todos los defectos de una grabación en directo, con sus ruidos de fondo, su público y sus fallos. No obstante, hay un posterior y brillante trabajo de masterización a cargo de George Kablin y Frank Gala que nos permite apreciar, sobre todo, el color en los instrumentos a pesar de haber sido grabado con un pobre equipo hace más de 50 años.


Siempre vale la pena escuchar una grabación de Bill Evans, sobre todo si ha sido grabada en directo. Cuando uno escucha tocar a Bill Evans, puede escuchar cómo piensa, cómo discurre, analiza e improvisa. Pensando en esto, recuerdo que siempre me ha sorprendido su actitud contradictoria respecto al jazz. Afirmaba una y otra vez que le sacaba de quicio "que la gente quiera analizar el jazz como si fuera un teorema intelectual. No lo es. Es sentimiento”, decía. Sin embargo, en su discografía se aprecia su investigación personal sobre armonías, sobre compositores clásicos, que le llevaba continuamente a teorizar sobre su propia música, aparentemente ajeno a ese "sentimiento". Lo explica muy bien Peter Pettinger en su biografía de Evans titulada My Heart Sings (publicada en España como Vida y música de Bill Evans), de la que hablé en cierta ocasión.

La fuerte personalidad de DeJohnette y los solos de Eddie Gomez marcan una diferencia fundamental en este trío efímero que apenas duró seis meses de 1968 porque, durante esta estancia en el Ronnie Scott's, apareció Miles Davis, "descubrió" a DeJohnette y lo fichó para su banda. Evans lo sustituiría por Marty Morell a finales de ese año. Sin embargo, el trío Evans-Gomez-DeJohnette ganaría un Grammy por Bill Evans at the Montreux Jazz Festival, que los tres grabaron para Verve dos meses antes de la sesión de la que hoy hablamos. 

Resonance Records pertenece a la Rising Stars Jazz Foundation, una entidad sin ánimo de lucro destinada a descubrir nuevos músicos. No es la primera vez que Resonance publica un inédito de Bill Evans. Antes publicó otras grabaciones del trío, tanto con DeJohnette como con Marty Morell a la batería. De ahí que este álbum no solo nos devuelva un momento de Bill Evans en el escenario sino que nos hace preguntarnos: ¿Cuánto Bill Evans hay más por sacar a la luz? Bill Evans forever.


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* Más info: https://resonancerecords.org/artists/bill-evans/

* Fotos: François Jacquenod para GM Press. 

MINGUS PERDIDO Y REENCONTRADO

CHARLES MINGUS, The Lost Album from Ronnie Scott's
(Resonance Records, 2022)

Siempre es excitante que lleguen noticias como esta, la de la publicación de una grabación perdida (quizás olvidada en algún archivo) de alguien de la talla de Mingus. Con una cuidada edición en triple vinilo y triple CD, y con un libreto que incluye entrevistas y curiosidades. La encargada de esta edición es Resonance Records, una discográfica sin ánimo de lucro de la que ya hemos hablado en otras ocasiones a propósito de Bill Evans y Roy Hargrove, por ejemplo, y que está haciendo una labor inestimable para recuperar grabaciones perdidas u olvidadas de grandes del jazz, un trabajo a cargo de Zev Feldman, co-presidente de la discográfica, una especie de detective del jazz, como lo llaman por allí, a cuyas investigaciones y a cuyo tesón debemos la recuperación de estas joyas.

Foto: Jean-Pierre Leloir

La grabación que incluye el álbum es un concierto (en dos pases)  en el Ronnie Scott's de Londres que nunca ha sido publicada. El sexteto, formado por el saxofonista alto Charles McPherson, el tenor Bobby Jones, el trompetista Jon Faddis, el pianista John Foster y el baterista Roy Brooks suena potente a la manera en que Mingus derrochaba energía en esa época, caos ordenado pero caos mingusiano siempre, y que aquí nos regala temazos como una versión de 35 minutos de "Fables of Faubus", ese temazo icónico e imprescindible para entenderle, con energías que fluyen como en una montaña rusa, Mingus gritando a los músicos, como solía hacer, o una reinterpretación del clásico "When The Saints Go Marchin' On", al estilo Mingus, por supuesto. 

Grabado los días 14 y 15 de agosto de 1972 para ser publicado por Columbia, se desechó al abandonar Mingus esta discográfica. Saldrá a la venta en un triple LP de 180 gramos en formato audiophile el próximo 23 de abril (y en CD y descarga el 29). Resulta un disco muy recomendable para completar la discografía de Mingus (con la esperanza que aparezcan más grabaciones), profundizar en su filosofía musical o, simplemente, un placer para los que no pudimos escucharlo en directo en vida. Porque Mingus sigue de moda, especialmente ahora que se va a cumplir el centenario de su nacimiento y proliferan los homenajes, como el que va a hacer el NEC (Conservatorio de Nueva Inglaterra) con varios conciertos, algunos de ellos retransmitidos en streaming

John Foster, Charles Mingus y Charles McPherson.
Foto: Christian Rose (1972)
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MINGUS EN ARGENTINA

CHARLES MINGUS, In Argentina: 
The Buenos Aires Concerts (Resonance, 2025)

A finales de los 70, un Charles Mingus que ya sufría los efectos de la ELA viajó a Argentina con uno de sus quintetos menos conocidos, formado por el pianista Robert Neloms, el trompetista Jack Walrath, el saxofonista tenor Ricky Ford y el baterista Dannie Richmond. Esta grabación, publicada por Resonance Records en un triple LP, recoge los conciertos que realizó en el Teatro Coliseo y en el Teatro de la Sociedad Hebraica Argentina los días 2 y 3 de junio de 1977. La edición, 3-LP recogidos de las cintas originales grabadas por el ingeniero de sonido Carlos Melero, masterizados por Matthew Lutthans en el Mastering Lab y prensados ​​en Le Vinylist, documenta una época poco conocida del músico, seis meses antes de que esos síntomas fueran diagnosticados y justo antes de trabajar con Joni Mitchell en Mingus, álbum en el que la enfermedad ya no le permitió tocar.

Foto de Uberto Sagramoso (de izq. a derecha: Ricky Ford, Jack Walrath, Bob Neloms y Charles Mingus). 
Buenos Aires, Teatro Coliseo, 2 de junio de 1977. 

Como viene siendo habitual en estas grabaciones que Resonance recupera (ya lo apreciamos al reseñar The Lost Album from Ronnie Scott's de 2022), la edición contiene una cantidad ingente de documentación y notas (en este caso, del biógrafo de Mingus Brian Priestley (A Critical Biographgy de 1983) y del escritor Claudio Parisi, y entrevistas realizadas ad hoc a los miembros de la banda Jack Walrath y Ricky Ford, entre otros.

En lo musical, nos encontramos a un Mingus que muestra la energía que la enfermedad empezaba a negarle, con su habitual liderazgo al contrabajo y sus exhortaciones a los músicos, repasando temas clásicos como "Goodbye Pork Pie Hat" y "Fables of Faubus" o exploraciones en ritmos tropicales, tan poco habituales en Mingus ("Cumbia and Jazz Fusion") o clásicas como "Duke Ellington's Sound of Love", de su ídolo Ellington, que fue siempre una de sus referencias y que siempre interpreta pasada por el tamiz salvaje y rabioso de su propio temperamento, algo de lo que se contagia un quinteto consistente, energético y con un interplay fabuloso. 



* Más info: resonancerecords.org

EL TESORO DE LA CIUDAD ESMERALDA

AHMAD JAMAL, Emerald City Nights: Live at the Penthouse 
(Detective Records, 2022) 

El productor Zen Feldman (Jazz Detective) lanza una nueva serie llamada Deep Digs Music que, como su nombre indica, hace un trabajo de arqueología musical para traernos, al igual que sus producciones para Jazz Detective y Resonance Records, grabaciones olvidadas de grandes nombres de la Historia del Jazz. Las ediciones que inauguran el catálogo de Deep Digs Music son dos álbumes dobles (también disponibles del formato de doble LP) de Ahmad Jamal que incluyen sus actuaciones en el Penthouse de Seattle en dos épocas distintas: un álbum recoge las de 1963-64 y otro las de 1965-66, una época que muestra a un Ahmad Jamal pletórico y en plena forma, en un momento en que su trío se había disuelto y tocaba con el baterista Chuck Lampkin y el bajista Richard Evans, quien, en el álbum 1965-66 es sustituido por Jamil Nasser. 

Ahmad Jamal, 1967 (c) Raymond Ross Archives

Los discos están basados en actuaciones que se emitieron en aquella época en la radio de Seattle, en el programa presentado por Jim Wilke, que también era ingeniero de sonido y cuidaba de las grabaciones, las cuales tienen una calidad excelente para la época y han sido reproducidas con mimo para hacernos sentir que estamos allí y que toca para nosotros aquel Ahmad Jamal de los '60, cuando rompía moldes e influía en la obra posterior de creadores como Gil Evans y Miles Davis, lo que es lo mismo que decir que cambió la Historia del Jazz. Como el mismo Ahmad Jamal dice (el pianista ha colaborado con la discográfica y que los libretos de ambos discos incluyen reflexiones del propio Ahmad Jamal sobre su trabajo):

No hay comparación entre tocar en vivo y hacerlo en un estudio. [...] Estar en un estudio tiene sus limitaciones y sus dificultades. Y cuando estás actuando lejos del estudio, es una cosa completamente diferente. Grabar en vivo me ha funcionado bien porque en directo, con una audiencia, se puede capturar esa electricidad que a veces es difícil en el estudio. Al artista, interactuar con el público lo eleva a otro nivel.

Ejemplo de la excelente 
documentación gráfica de los discos
Los discos también incluyen interesantes fotografías y entrevistas. En el volumen 1963-64 aparecen entrevistas inéditas a Ramsey Lewis y a Hiromi, mientras que en el volumen 1965-66 podemos leer una entrevista al ganador del Grammy 2022 Grammy (Álbum del Año) Jon Batiste, a Kenny Barron y a Aaron Diehl. La última vez que habíamos escuchado a Ahmad Jamal fue con 89 años, en 2019 en su disco Ballades, publicado por Jazz Village. Escucharlo ahora así, en aquel momento mágico de los 60, es un regalo. Los discos salen a la venta el 25 de noviembre y hemos escuchado que quizás aparezca un tercer volumen (1966-1968) pronto.

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* Más info: www.deepdigsmusic.com


DESTELLOS

KEITH OXMAN, Glimpses (Capri Records, 2018)

"Keith Oxman ha aprendido a trabajar con un pie en el presente y otro en el futuro, al tiempo que se inclina fuertemente hacia el futuro", dice Benny Golson. Esta contundente frase del gran tenor de Filadelpia encabeza la nota de prensa que anuncia el nuevo disco de Keith Oxman, un saxofonista que aporta calidad y frescura a un tema que algunos modernos consideran conflictivo: mirar al pasado. Claro que Oxman, como bien dice Golson, no se queda ahí sino que bebe de la tradición para mirar al futuro.

Con este inconformismo musical y la calidez de su manera de frasear, Oxman practica un hardbop elegante, especulativo pero cálido con su cuarteto (Jeff Jenkins al piano, Ken Walker al bajo y Tood Reid a la batería), a los que se une el incombustible David Liebman en los saxos tenor y soprano. Admirador y estudioso, Keith Oxman admite haber repasado, escuchado y transcrito solos de Parker y Coltrane a lo largo de cuatro décadas. De alguna manera (y a otro nivel) hay mucho de Coltrane en las composiciones que Oxman ha grabado en este disco, pero esta inspiración coltraniana no es algo tan banal como unas versiones o unas transcripciones. Tiene que ver más con la inspiración y la personalidad (léase armonías, técnica, fraseo...) y para ello ha contado con una colaboración de lujo en el álbum, la de David Liebman, quien, después de más de 200 discos como líder, últimamente parece hiperactivo y omnipresente, apareciendo en muchas grabaciones que nos llegan. Liebman conoció a Coltrane y fue el punto de partida para dedicarse al jazz. Posteriormente, grabó homenajes personales a Trane como Homage To John Coltrane (Owl Records, 1987), Joy: The Music Of John Coltrane (Import, 2014), o con compañeros de lujo como Joe Lovano: Compassion: The Music Of John Coltrane (Resonance, 2017) o como Wayne Shorter en A Tribute To John Coltrane (Columbia, 1987). 


En el disco que nos ocupa, resulta brillante la conjunción de estos dos tenores (Liebman toca también el soprano en algunos temas), un tándem que no surge por casualidad. Ambos beben de Coltrane y de una época (no olvidemos que Liebman tocó con Miles, con Elvin Jones...), por lo que, como el título sugiere, hay destellos de mucha Historia del Jazz en algunos pasajes. Lo atestiguan los solos de "Trane's Pal", una composición de Oxman que alterna un chorus muy hardbop con solos inspirados y elegantes, que recuerdan a la primera época, la más bop, de Coltrane, aunque mi tema favorito es el pegadizo "Shai", también compuesto por Oxman, que lleva esta filosofía al máximo, con un estribillo adictivo, cercano al soul jazz o al funk si prefieren la definición, con una sucesión de solos afinados a la altura de un jazz que sólo parecía posible en la Costa Oeste en una época lejana y que hoy resulta inspiradora.  

Glimpses es un buen disco. Dejará satisfechos a los aficionados al jazz, aunque Coltrane es Coltrane y los reflejos son sólo eso, reflejos.