BILL EVANS Live At Ronnie Scott's (Resonance, 2020)
El lanzamiento de un disco de Bill Evans es siempre una buena noticia. No nos cansamos de escuchar sus sesiones, que siempre aportan algo nuevo al oyente atento porque, aunque comentaba siempre que "la música hay que sentirla, no pensarla", cuando leímos su biografía nos dimos cuenta de que siempre estaba investigando las partituras desde muchas ópticas en busca, siempre, de algo nuevo. Y algo nuevo es este concierto grabado en el Ronnie Scott's de Londres en julio de 1968 que aparece ahora, como un milagro, de entre los archivos de Jack DeJohnette. Lo publica Resonance Records en CD, digital y también en una interesante edición en LP doble.
La grabación, recuperada del olvido, tiene todos los defectos de una grabación en directo, con sus ruidos de fondo, su público y sus fallos. No obstante, hay un posterior y brillante trabajo de masterización a cargo de George Kablin y Frank Gala que nos permite apreciar, sobre todo, el color en los instrumentos a pesar de haber sido grabado con un pobre equipo hace más de 50 años.
Siempre vale la pena escuchar una grabación de Bill Evans, sobre todo si ha sido grabada en directo. Cuando uno escucha tocar a Bill Evans, puede escuchar cómo piensa, cómo discurre, analiza e improvisa. Pensando en esto, recuerdo que siempre me ha sorprendido su actitud contradictoria respecto al jazz. Afirmaba una y otra vez que le sacaba de quicio "que la gente quiera analizar el jazz como si fuera un teorema intelectual. No lo es. Es sentimiento”, decía. Sin embargo, en su discografía se aprecia su investigación personal sobre armonías, sobre compositores clásicos, que le llevaba continuamente a teorizar sobre su propia música, aparentemente ajeno a ese "sentimiento". Lo explica muy bien Peter Pettinger en su biografía de Evans titulada My Heart Sings (publicada en España como Vida y música de Bill Evans), de la que hablé en cierta ocasión.
La fuerte personalidad de DeJohnette y los solos de Eddie Gomez marcan una diferencia fundamental en este trío efímero que apenas duró seis meses de 1968 porque, durante esta estancia en el Ronnie Scott's, apareció Miles Davis, "descubrió" a DeJohnette y lo fichó para su banda. Evans lo sustituiría por Marty Morell a finales de ese año. Sin embargo, el trío Evans-Gomez-DeJohnette ganaría un Grammy por Bill Evans at the Montreux Jazz Festival, que los tres grabaron para Verve dos meses antes de la sesión de la que hoy hablamos.
Resonance Records pertenece a la Rising Stars Jazz Foundation, una entidad sin ánimo de lucro destinada a descubrir nuevos músicos. No es la primera vez que Resonance publica un inédito de Bill Evans. Antes publicó otras grabaciones del trío, tanto con DeJohnette como con Marty Morell a la batería. De ahí que este álbum no solo nos devuelva un momento de Bill Evans en el escenario sino que nos hace preguntarnos: ¿Cuánto Bill Evans hay más por sacar a la luz? Bill Evans forever.
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* Más info: https://resonancerecords.org/artists/bill-evans/
* Fotos: François Jacquenod para GM Press.