EXCITANTEMENTE INFLAMABLE

ALBA CARETA GROUP, Teia (Segell Microscopi, 2023)

No es un jazz que busca la belleza sino un jazz rudo, hambriento de sonidos nuevos, y eso nos gusta porque es algo que también buscamos los aficionados. La joven Alba Careta (Avinyó, 1995) presenta con Teia su tercer álbum tras los primeros pasos dados con Orígens (Premio Enderrock 2019) y Alades, publicado en 2020, y acaba de ganar el Premio Joven Talento en los Premios de la Asociación de Músicos de Jazz y Música Moderna de Catalunya (AMJM). El titulo hace referencia a la corteza de pino, una metáfora de la música de este álbum, aparentemente frágil, pero excitantemente inflamable

Alba Careta se formó en la ESMUC y en el Koninklijk Conservatorium de La Haya, para después cursar un máster de trompeta jazz en el Amsterdam Conservatorium. A pesar de su edad, ha participado en muchas formaciones (Rodrigo Laviña & su combo, Ulls Clucs, Orquestra de Músiques d’Arrel de Catalunya, Alba Careta & Santi Careta Duo, Las Albitas…). Ha grabado sus dos primeros discos con su propio quinteto, que se transforma ahora en Alba Careta Group.

Foto: Silvia Poch

Careta explota las posibilidades melódicas y tímbricas de su trompeta con la soltura de una aventurera que no tiene miedo a dar el siguiente paso ("Fortes" es un buen ejemplo de esto) y lo hace apoyada por un quinteto que sigue su filosofía con fe y que está formado por Lucas Martínez al saxo tenor, Roger Santacana al piano, Giuseppe Campisi al contrabajo y Josep Cordobés a la batería. Son músicos jóvenes y muy abiertos. No hay restricciones estilísticas en el álbum, que pasa de un postbop reimaginado a canciones pop, de chorus melódicos al desorden rítmico, demostrando que es una compositora sin miedo y una instrumentista capaz de expresar intimidad en las melodías o embarcarse en inspirados solos de vocación latina y festiva como el de "Sempre". 

Tras escuchar el álbum, Alba Careta nos sigue pareciendo cada más interesante como trompetista, algo menos cuando canta, mucho como compositora, pero sobre todo amamos su energía y sus ganas de hacer un jazz con fuerza que no permite una escucha cómoda sino que obliga al oyente a moverse y a pensar. Es, como la escultura de madera de la portada (de Ignasi Vilarasau), natural, directa e inesperada.



_______________________