Disfrutad, disfrutad, malditos
En noviembre de 2011 la Conferencia General de la UNESCO declaró el 30 de abril Día Internacional del Jazz. En los tiempos que corren, en que cada día del año tiene un nombre para reivindicar algún problema social, alguna actitud hacia el planeta o chorradas múltiples incluido el Día del Beso, ¿por qué no celebrar un día de la música, especialmente esta música que es libertad y fusión y comunicación y arte en estado puro?
El jazz está más vivo que nunca, y más en España, donde continúan proliferando las escuelas de jazz y donde cada vez está más presente en los conservatorios, y la muestra está en la cantidad de discos que nos llegan de músicos nuevos, creativos e inspiradores.
El jazz está más vivo que nunca, y más en España, donde continúan proliferando las escuelas de jazz y donde cada vez está más presente en los conservatorios, y la muestra está en la cantidad de discos que nos llegan de músicos nuevos, creativos e inspiradores.
Estos son los argumentos que podemos encontrar en la página de la UNESCO:
- El jazz rompe barreras y crea oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia;
- El jazz es una forma de libertad de expresión;
- El jazz simboliza la unidad y la paz;
- El jazz reduce las tensiones entre los individuos, los grupos y las comunidades;
- El jazz fomenta la igualdad de género;
- El jazz refuerza el papel que juega la juventud en el cambio social;
- El jazz promueve la innovación artística, la improvisación y la integración de músicas tradicionales en las formas musicales modernas y
- El jazz estimula el diálogo intercultural y facilita la integración de jóvenes marginados.
Pero, ¿qué es una celebración sin música? Les dejo un vídeo de mi tema favorito (está bien, uno de mis temas favoritos porque ¿por qué quedarse con uno solo?). Que lo disfruten.