CRISÁLIDA

EVA VERDE & DANILO TARSO, Chrysalis (Microscopi, 2024)

La crisálida del título es la metáfora del cambio y del desarrollo; en este caso, de dos músicos (la vocalista Eva Verde y el pianista Danilo Tarso) que presentan en Chrysalis una ecléctica amalgama de canciones que van desde la sensibilidad rítmica y poética de Cole Porter, pasando por Antonio Carlos Jobim o canciones tradicionales italianas hasta temas originales escritos en italiano, catalán e inglés. Una mezcla aparentemente heterogénea que, sin embargo, encuentra un estilo propio, homogéneo, en la combinación de voz y piano a lo largo de todo el álbum.

Los dúos de este tipo siempre son arriesgados. La voz suena más desnuda sin un grupo detrás, con el simple apoyo de un instrumento armónico pero único. Eva Verde lo solventa con personalidad y fuerza (fuerza también en la ternura de temas como la canción tradicional salentina "Bella ci dormi") o en juegos musicales como "Potser una papallona" o "Nunca es como parece", y temas donde vale la pena escuchar a Eva Verde mostrando una potencia emocional ("So In Love" de Cole Porter) mientras el piano ofrece su delicado contrapunto...


Foto: Laura Soriano

Danilo Tarso, pianista y compositor, fue el ganador en 2019 del Premio Lelio Luttazzi como mejor joven pianista de jazz italiano. Comenzó a estudiar piano a los trece años y se graduó en el Conservatorio "Giovanni Paisiello" de Taranto con matrícula de honor. Más tarde descubrió el jazz y la improsisación, y terminó sus estudios en la Siena Jazz University. Ha tocado con Logan Richardson, Joe Sanders, Nasheet Waits, David Krakauer... Entre sus trabajos discográficos destacan Locomotive Young Jazz Live Compilation (2015), Playing chess keyboard (2019), Coaction (2020), Still we dream (2023)... Actualmente, mantiene varios proyectos (Pianeta Solo, en solitario; Still We Dream, con Donatella Montinaro; y Terrestre, con Beatrice Arrigoni Cuarteto). 

Eva Verde es una habitual de la escena musical barcelonesa, donde actúa con músicos como David Xirgu, Demian Cabaud, Chino Swingslide, The Summer Lovers, Piero Frassi, Eddie Mejía... Comenzó a estudiar piano clásico a los cinco años, y posteriormente flauta, canto coral y lenguaje musical en Sant Andreu. Recibió una beca para cursar estudios superiores en el Conservatorio de Música del Liceo de Barcelona dentro de la modalidad de Cante Jazz y Música Moderna, estudios que completó en Italia, en la Academia Nazionale de Jazz (SJU) con profesores como Gerald Clayton, Michael Kendrick, Jason Palmer... Ha grabado varios discos, como Folc a l'estudi (2020), con dieciocho composiciones originales, y Unexpected (2020). Conoció a Danilo Tarso durante su residencia en Italia, donde surgió este proyecto. 

Chrysalis contiene una amalgama de temas que se escapa a menudo del marco del jazz, pero que merece la pena escuchar por su colorista versatilidad y por lo que estos dos músicos son capaces de ofrecer en sus respectivos instrumentos. No todo es jazz en toda la extensión de la palabra, pero son dos músicos que sorprenden, y eso es mucho decir. Como canta Eva en una de sus canciones (con música de Tarso), "Hay cosas que, por suerte, no son lo que parecen". 







PIEDRA DE LUNA

VIBE featuring Félix Rossy, Moonstone (Underpool, 2023)

Nacido como un cuarteto, el grupo Vibe presenta su tercer álbum con la complicidad del trompetista Félix Rossy, que ha demostrado en sus discos anteriores (como líder y como colaborador) un gusto más que elogiable por el jazz clásico y sus posibles innovaciones. Hace unas semanas lo escuchábamos en el álbum Warmi de Andrew Baker, Aquí, con Rossy como invitado, el cuarteto formado por Benedikt Jäckle (saxofón), Leandro Irarragorri (piano), Calvin Lennig (bajo) y Jonas Kaltenbach (batería) presenta una serie de temas originales en un marco cercano al hardbop pero con un espíritu rompedor y más europeo. Jäcklem, Irarragorri y Kaltenbach los hemos escuchado juntos con anterioridad en una propuesta muy diferente, más progresiva y vanguardista llamada Neobiont. Aquí, sin embargo, se fusionan con una compenetración muy fluida para hacer un jazz más clásico pero no exento de riesgos y contemporaneidad. 




"Moorea" y "Erens Vision" podrían ser un buen ejemplo de esto. Con toda la sección rítmica desarmando un ritmo clásico, los chorus (y solos) de Rossy y Jäckle, llaman a la tradición y la traen a la modernidad. "Tribute" (compuesto por Irarragorri) es quizás el tema que (estéticamente) más nos lleva al hardbop, pero es solo un espejismo: estos músicos han visto el siglo XXI y lo viven. A partir de "MW" todo es una fusión entre esa tradición y las corrientes contemporáneas que admiten otro tipo de ritmos menos jazzísticos, también menos orgánicos pero más libres. En el especulativo "Moonstone" (compuesto por Rossy) buscan cierta disonancia en una melodía que no termina de construirse y deconstruirse, lo que aporta al tema una tensión inesperada en lo que, de principio, parecía una balada. 

Este sonido tan personal del quinteto se basa en temas compuestos por los miembros del grupo, temas sobre los han trabajado en directo desde comienzos de 2022 para terminar dándoles forma en el Underpool Studio. Un disco realmente recomendable y un quinteto de cuya fuerza nos gustaría tener la oportunidad de disfrutar en directo.




LOS MUSICALES DE BERNSTEIN (AL RITMO DE PETER ERSKINE)

PETER ERSKINE and THE JAM MUSIC LAB ALL-STARS,
Bernstein in Vienna (Origin Records, 2024)

El acercamiento que hizo Leonard Bernstein al jazz en obras como West Side Story ha movido a muchos músicos a tocar sus temas y a perpetuarlos como standards. En el disco que estamos escuchando hoy, se revisan varios de sus temas más conocidos con una formación vienesa perteneciente a la JAM Music Lab University, dirigida por el pianista Danny Grissett y "protagonizada" por un invitado tan especial como es Peter Erskine, baterista cuya leyenda viene de largo (en formaciones como las de Maynard Ferguson, Weather Report, Steps Ahead o en sus 18 discos como líder). Al ritmo de su dilatada experiencia, estos temas clásicos de musicales de Broadway flotan con una fluidez adictiva en un universo (esta vez sí) puramente jazzístico. Lo mejor es que el álbum está grabado en directo.

El disco empieza de menos a más, con una delicada versión de "Somewhere" que, tras una intro meditativa, entra en el ritmo con el discurso del saxofonista Robert Unterköfler. Un solo de Danny Grissett con mucho juego e interesantes progresiones de acordes pone el piano en el centro del tema para llevar la tensión al punto en que percibimos esa contundencia con la que Erskine marca el ritmo sin abandonar su elegancia. El resto del álbum se mueve en la misma línea: elegancia, ritmo, mucho swing y solos acertados y limpios. 

Danny Grissett

En "I Feel Pretty" (también de West Side Story) destaca el protagonismo de la armónica (Bertl Mayer), con un solo muy intenso al que sigue, en contraste, uno de guitarra (Andreas Varady). En "It's Love" (de Wonderful Town) encontramos la grata sorpresa de un violín, uno de los instrumento menos frecuentes pero más excitantes del jazz. Cozy Friedel recorre todas las posibilidades de la melodía de Bernstein sobre el exquisito trabajo en los charles de Peter Erskine y de un efervescente Danny Ziemann al contrabajo. Le siguen nuevos solos de armónica, guitarra, piano... en un disco lleno de solos reivindicando ese jazz orgánico y visceral, lleno de all stars, que siempre defendemos.

Mientras "Some Other Time" nos deja ver el lado más íntimo de la banda, convirtiendo el tema en una balada casi callada, donde el piano habla en voz baja, a un ritmo lentísimo, y la batería susurra, "Lonely Town" (también del musical On The Town) y "Cool" (de West Side Story) continúan esa línea rítmica y clásica, con pequeñas sorpresas aquí y allá. El álbum solo incluye dos temas originales. Uno es la balada "Vienesse Summer", escrita por Grisset, y el otro "Calls and Hollers", un tema compuesto por Marcus Ratka que absorbe la manera de Bernstein de re-interpretar el jazz, con su dramatismo teatral y efectista (aquí la batería de Erskine juega un papel fundamental en un solo antológico). Este par de temas se mimetiza con el resto para redondear una obra perfecta en concepto (salvo por la ausencia de algunos temas muy conocidos) y muy placentera de escuchar. 

En resumen, Bernstein in Vienna es una celebración de los standards nacidos en los musicales de Leonard Bernstein con una estética jazzística que agradará a los más puristas.



* Web de Peter Erskine: petererskine.com

* Origin Records: originarts.com/

CANCIONES, CANCIONES, CANCIONES

MADERA VIVA TRÍO, Senderos (Microscopi, 2023)

Escuchamos con sorpresa el disco Senderos, firmado por Madera Viva Trío, formación ecléctica de la que podríamos decir que hacen canción-con-base-jazzística, canciones nuevas y clásicas de muy diverso origen que tienen detrás, para nuestra suerte, a tres instrumentistas que se expresan muy bien en esquemas propios del jazz: Vicenç Solsona, voz y guitarra, Pau Lligadas, voz y contrabajo, y Ramón Ángel Rey, batería. 


Ni Pau Lligadas ni Vicenç Solsona son cantantes de jazz (vaya por delante la advertencia) pero los solos de guitarrra de Solsona tienen un swing muy colorido, como demuestra en "Epigrama" o "Canço per Laura", y la sección rítmica lleva al terreno jazzístico todos los temas por muy pop que sean. En el repertorio escuchamos, entre algunas canciones originales, clásicos como "Qué será" (el tema de Jimmy Fontana que hizo popular en España José Feliciano) y la rumba "La curva del Morrot" (el tema de Gato Pérez que homenajea este lugar de Barcelona).

Foto: José Adalid

Destacaremos "Rápido analógico", un tema instrumental donde los tres músicos llevan sus instrumentos al límite jugando con los cambios de ritmo y respondiéndose unos a otros en un divertido juego que merece la pena escuchar. "Nora" es un tema de aire brasileño compuesto por Solsona y en el que la guitarra protagoniza todo el tema sincopando la melodía a un nivel fantástico, mientras los coros colocan al oyente en el marco bossa nova sin dificultad. A destacar el solo de contrabajo (Lligadas), que hace suya la melodía e improvisa con maestría. El tema termina con un juego de llamada/respuesta que termina con un espléndido solo de batería (Rey) que no se sale ni por un momento del lenguaje de la bossa. El disco termina con una emotiva balada compuesta y cantada por Eva Llorens

En resumen, Senderos es un disco original por el tratamiento jazzístico (en lo instrumental) que Madera Viva da a temas pop, rumbas, bossas... Tan sorprendente como estimulante. Recomendable. 



TIEMPO DE HOMENAJES

CLARK TERRY, WAYNE SHORTER, MONK...

Recopilamos en este artículo (sin interés comparativo) tres álbumes monográficos editados recientemente. Cada uno de ellos se mira en un jazzman clásico para enfocar su repertorio con una personalidad nueva. Son un saxofonista que reimagina a Monk, un guitarrista que lleva a su terreno temas de Wayne Shorter y un saxofonista barítono que versiona a Clark Terry con toda una big band detrás. Cosas del jazz.


ADAM SCHROEDER & MARK MASTERS, CT! 
(Capri Records, 2024)

El arreglista Mark Masters aparece con regularidad en el panorama del jazz al frente de discos muy interesantes en los que juega simplemente el papel de arreglista o de director. En el disco que hoy escuchamos, se ha aliado con el saxofonista barítono Adam Schroeder para versionar nada más y nada menos que a Clark TerrySeguramente, los standards compuestos por Clark Terry no tengan los títulos más recordados entre los aficionados al jazz, pero todos reconocen perfectamente la voz de su trompeta. En este disco, el papel protagonista lo tiene Adam Schroeder (no interpreta a Terry salvo en espíritu), uno de los músicos más solicitados de Los Angeles, que se mueve con elegancia y contundencia en temas como "Groundhog" o "Boardwalk", con un swing enérgico que se aprecia mejor en el barítono. 


Schroeder concibió el proyecto como una celebración del centenario de CT, pero el parón de la pandemia le hizo posponer el proyecto, ahora publicado por Capri Records. En alianza con el arreglista Mark Masters, ha definido este proyecto a lo grande, con una docena de músicos (Sal Lozano, saxo alto; Bob Sheppard, tenor y soprano; Kirsten Edkins, tenor; Adam Schroeder, barítono; Francisco Torres, trombón solista; Ido Meshulam y Lemar Guillary, trombones; Dan Fornero; trompeta solista; James Ford y Aaron Janik, trompetas; Edwin Livingston, bajo; Peter Erskine, batería) y temas arreglados de una manera muy inteligente, respetando el espíritu juguetón de la música original pero acercándola (mérito de Masters) a la filosofía de Duke o de Count Basie, jugando con el ritmo y con intervenciones explosivas de los vientos, eso sí, con un brillante sonido de big band moderna. Los temas de CT, llenos de solos, guardan constantes momentos de esos que un aficionado al jazz aprecia. También continen pasajes que nos recuerdan aquella complicidad entre Clark Terry y Pepper Adams... o Bob Brookmeyer. Nostalgias... 




* Más info en Capri Records: caprirecords.com

* Foto: Joe Masters.






CHRISTOPH GRAB'S REFLECTIONS QUINTET, Oneness
(Lamento Records, 2023)

En Oneness, el saxofonista suizo Christoph Grab y su quinteto Reflections hacen un particular homenaje a la música de Thelonious Monk con un repertorio que se sale de lo habitual, rebuscando en su discografía para construir su propia versión de los grandes éxitos de Monk sin sus temas más conocidos. Sí, están "Ugly Betty" y "We See", pero muchos echarán en falta temas mucho más escuchados (y repetidos). A este repertorio inesperado se une una formación bastante inusual, un quinteto sin instrumento armónico, con tres vientos al frente: saxo, trompeta y trombón (Christoph Grab, Lukas ThoeniAndreas Tschopp, respectivamente), bajo (Bänz Oester) y batería (Pius Baschnagel).


Los arreglos (todos de Grab) respetan los indecisos ritmos de Monk (ah, esa seductora versión de "Skippy") y adapta su peculiar manera de escribir los acordes al lenguaje de un quinteto con la peculiar tímbrica de tres instrumentos de viento sonando al unísono. A eso se añade una dosis bastante importante de improvisación. El grupo suena bastante melódico en los chorus y, por momentos salvaje, en temas donde la improvisación "empuja" a las composiciones de Monk hasta sonoridades callejeras que nos recuerdan a Nueva Orleans ("Wee See") o más contemporáneas y atonales ("Work") sin perder de vista la filosofía monkiana en ningún momento.

En definitiva, un disco recomendable, tanto para fans de Monk como para seguidores de sonidos más modernos, en especial porque demuestra que la modernidad de este pianista fallecido hace 40 años sigue vigente.



* Más info: www.christophgrab.com


ERAN HAR EVEN, Shorter Days (World Citizen Music, 2024)

El homenaje (quizás) más inesperado es el del guitarrista Eran Har Even. Su álbum Shorter Days es toda una revelación. A priori, reinterpretar las armonías de un músico tan complejo como Wayne Shorter a las seis cuerdas parece imposible. Transportar su música para saxo es, ya de por sí, un trabajo que no puede dar buenos resultados, pero el guitarrista (a trío con el bajista Omer Govreen y el baterista Wouter Kühne) se ha centrado en las melodías y las armonías para construir un sólido homenaje donde trae a su terreno los temas de Shorter para que parezcan escritos para guitarra. 


Documentales como Zero Gravitydirigido por Dorsay Alavi (y producido por Brad Pitt, entre otros) para Prime Video, no hacen sino avivar la nostalgia por este compositor tan espiritual, siempre buscando nuevas dimensiones musicales. Puede que, a la guitarra, sus temas no suenen tan místicos, y tengamos que asumir que, en el fondo, Shorter era humano, pero su jazz, especialmente el de sus inicios, suena efervescente y swingueante en las manos de Eran Har Even ("One by One", "Capricorn"), evocador en la desnudez del trío ("Night Dreamer", que mantiene su delicioso 3/4 original) o lleno de extensos discursos melódicos ("Nefertiti").

Quizás sea un álbum que vaya a gustar más a los aficionados a la guitarra de jazz que a los fans de Shorter (a quienes también recomiendo) pero es un buen ejemplo de cómo hacer un tributo a un músico respetando su filosofía musical y, al mismo tiempo, empleando una voz personal, nueva.



* Más info: www.eranhareven.com

LA EVOLUCIÓN DEL GRUNGE JAZZ

NEVERMIND 4et, Boost Lau Gara (Errabal, 2023)

Alargada es la sombra que dejó aquel álbum de Nirvana que se llamó Nevermind. Su publicación dio un vuelco a las estéticas del rock derivadas del punk y del heavy, una revolución sonora que apenas hemos percibido en el jazz rock hasta que conocimos al cuarteto que escuchamos hoy (el saxofonista Julen Izarra, el guitarrista Jorge Abadías, el baterista Hasier Oleaga y el contrabajista Aritz Luzuriaga), una formación que bebe de esta estética rompedora en un cuarteto llamado, precisamente, Nevermind 4et. Pero la historia de este cuarteto viene de mucho más atrás, cuando en 2008 los tres primeros formaron, junto a la cantante Ainara Ortega un grupo llamado Nevermind People. Sin Ainara, quedó un trío que publicó en 2013 Tree Sustrai Barik, un álbum donde se sublimaban estas influencias de una manera patente y potente. Lejanos quedan los ecos de aquel álbum diez años después. Ahora, constituidos en cuarteto, recuperan esta filosofía para presentar 8 temas grabados en marzo de 2012 en los estudios Pottoko de Beasain bajo el (lógico) título Boost Lau Gara

Son cuatro y su sonido, sin abandonar la distorsión (Abadías), muestra arreglos más complejos y una revitalización de su filia por el grunge. El grupo se ha sofisticado para desplegar un jazz rock donde la energía se contiene en tiempos medios y en melodías definidas por la expresividad que, por momentos, nos lleva a un lirismo nostálgico ("Da Punisher" es un buen ejemplo pero no el único) sin dejar de ser rock con lenguaje de jazz. Baladas como "Artajona Films" nos llevan también al terreno del rock (afilado por el virtuosismo de estos músicos de amplio currículum). Los distintos solos de Abadías y de Izarra coronan temas que cambian de tono y de ritmo ("Puntijazz", "Toulousse the pappers"). En el punto más clásico, "Kañoi bola", un tema con un gran trabajo rítmico (especialmente del contrabajo, marcado por los cambios en la batería) donde guitarra y saxo desarrollan solos dentro de un canon bop. Hay, sin embargo, en el tema, una energía a punto de quebrarse, una intención grunge que no apela a la distorsión ni al ruido, lo que hace de este tema un tema destacable. 

Queda patente una interesante evolución en la composición, a cargo de Oleaga y Abadías, que se alternan para ir mostrando un disco cambiante y lleno de momentos. Nuevamente, Nevermind publican un disco donde las estéticas se funden sin complejos para que los músicos puedan expresarse sin límites ni fronteras. Muy recomendable, especialmente para oídos y mentes abiertas.



* Más info: https://hotsak.eus/es/product/boost-lau-gara/

ANDREW BAKER EN BARCELONA

ANDREW BAKER, Warmi (Underpool, 2023)

El saxofonista británico Andrew Baker define su álbum Warmi como "una instantánea de su viaje como músico y como compositor en los últimos cuatro años", años que ha pasado en Barcelona (se formó en el conservatorio de Glasgow para recabar en el Conservatorio del Liceo barcelonés) codeándose con músicos de la talla de Albert Bover, a quien no duda en calificar como el sucesor natural de Tete Montoliu, lo cual no es poca cosa. Decidió montar este álbum con Bover y con Masa Kamaguchi aprovechando la sinergia que ambos músicos poseen en compañía. Completó el quinteto con Carlos Falanga a la batería y Félix Rossy a la trompeta. La cantante Sara Liu aparece en más de un tema, y colabora en "Cachito" también como autora. 

Andrew Baker toca el saxofón tenor y el soprano. Sus composiciones, como se aprecia en el álbum, van de lo clásico al free sin complejos, buscando siempre en cada tema una vuelta de tuerca que consigue sorprender al oyente porque el planteamiento de cada composición es solo un punto de partida que no nos asegura hacia dónde camina: cada compás es una encrucijada y puede conducir a lugares (musicalmente) insospechados. Y así ocurre.

La primera parte del álbum ("Shaman", "Passatge") presenta a un Andrew Baker con un sentido muy moderno del bebop, con temas desatados que hacen homenaje a Dizzy Gillespie y a Sonny Rollins, pero la estética bop va y viene durante todo el álbum, ya que la visión de Baker es más amplia que esto. Escuchamos a continuación temas más reflexivos, baladas en las que piano y saxo dialogan (en "Bubbles" tanto bajo como batería juegan también un papel esencial en la construcción del diálogo) o falsas baladas con un trasfondo lírico, en las que la voz aporta ese toque distintivo y original ("Warmi", "Evelyn & Esme") o con momentos barrocos ("Tafers") rompiendo barreras a cada momento. En "Cachito", por ejemplo, Baker toma la guitarra de cuerdas de nylon para ofrecernos una canción. El acompañamiento conjunto de guitarra y piano (durante los 8 minutos y algo que dura) ofrece un interesante paisaje especulativo y cierta dimensión de profundidad a la letra, y no deja de ser sorprendente, y el solo de Baker a las 6 cuerdas suena intenso y original. 

Momentos free y atonales como "Improv" marcan este disco heteromorfo. Su extensión (75 minutos) propicia una perspectiva bastante amplia del viaje musical del que habla Baker en las notas del CD. El título (Warmi) justifica esta bipolaridad inspirándose en el concepto chacha-warmi (hombre-mujer) que define la dualidad en la cosmovisión quechua: todo es complementario. No se puede entender el free sin el bebop ni el jazz sin la evolución de sus estéticas. Si bien (para mi gusto personal) es más estimulante como saxofonista de bebop (por su enfoque moderno), no hay duda de que Baker aporta más al jazz en esos momentos de exploración. 


* Web oficial: www.andrewbakermusic.com

* Sobre el disco: www.underpool.org/releases/warmi/

HOY ENTREVISTAMOS A IRATI BILBAO

IRATI BILBAO, Begin (Errabal Jazz, 2020) 

Que la voz es un instrumento es algo que nadie discute. También uno de los más exigentes y de los más difíciles de afinar. La cantante duranguesa Irati Bilbao posee uno de esos instrumentos bien calibrados capaces de hacernos vibrar. En Begin, su primer álbum, publicado en 2020, mostraba ya ese don para el scat y la improvisación que tanto nos gusta a los aficionados a las cantantes de jazz (y que pocos hombres dominan). Una voz con una madurez inusual y los arreglos (también de la cantante) nos llevan a los tiempos de las grandes divas, a la vez que aúnan delicadeza y técnica de una manera seductora. 

Irati Bilbao nació en Durango. Se graduó en Canto Jazz en Musikene. Ha participado en varios proyectos en el País Vasco (Ekuru, Reunión Big Band, Manixa Jazz Choir, Bilbao Lindy Band...) hasta encontrar su formación ideal, con compañeros de Musikene, una formación con la que resultó ganadora del concurso de bandas de Jazz del festival Deba Jazzez Blai en 2019. En 2024 la hemos encontrado preparando nuevos proyectos y con ganas de charlar sobre jazz. Esta es nuestra entrevista:


Jazz, ese ruido: Para empezar, una pregunta sencilla. ¿Quién es Irati Bilbao y por qué eligió el jazz como forma de expresión?

Irati Bilbao: Soy una cantante vizcaína de 31 años que lleva toda la vida estudiando música, la verdad. Empecé a cantar en la adolescencia y por casualidad en grupos formados con amigos. Hasta entonces mi formación siempre había estado ligada a un instrumento, y en pocos años cantar se convirtió en lo que más me llenaba. Me interesé por el jazz escuchando un disco de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong que regalaban con el periódico y fui indagando, tirando del hilo, escuchando... y me enamoré. En cuanto empecé a cantar standards supe que el jazz permitía una libertad de expresión como ningún otro estilo y eso me atrapó y me sigue atrapando hoy en día. Es un tipo de música en el que sientes que tu voz, tu creatividad, tu personalidad, tu sonido... es realmente lo que importa, donde el intérprete es verdaderamente intérprete al hacer suya cualquier canción. Pero todo superpoder requiere de una gran responsabilidad y el jazz es también exigente, inquieto, cambiante, indisciplinado... ¡y hay que estar al día!

J,ER: ¿Qué sientes cuando te subes al escenario con un arma tan libre y versátil como es el jazz?

IB: Siento que verdaderamente esa noche voy a contar una historia de una forma única, que voy a comunicarme con ese público de una manera que no se va a repetir jamás. Nunca hay dos conciertos iguales, y ahí está la magia. Mi estado de ánimo afecta de manera directa a mi interpretación, y aunque la desnudez que experimentamos al cantar siempre está ahí, esa inseguridad, esa exposición es algo con lo que hay que trabajar.Me gusta pensar que esa vulnerabilidad también es positiva. El público es también muy agradecido conmigo y me emociona mucho descubrir cada vez lo que la música les ha hecho sentir.



J,ER: Begin fue un descubrimiento para todos los que creíamos que el jazz vocal tenía que ser  o contemporáneo y rompedor o decididamente clásico, pero encontramos tu sonido fresco y moderno sin renunciar a lo clásico. ¿Cuáles son tus influencias y cuáles tus objetivos?

IB: ¡Muchas gracias por esas palabras! Mi objetivo cuando grabé el disco no era otro que plasmar quién era yo en ese momento como cantante de jazz, y en mí conviven esas dos vertientes, una muy ligada a lo clásico, al swing más tradicional y otra más apegada a su tiempo, a una creación más de autor, más contemporánea por así decirlo. Cantantes como Ella Fitzgerald, Anita O'Day, o Nancy Wilson han sido y siguen siendo grandes referencias para mi, son fuente inagotable de sabiduría y buen hacer pero otras voces como las de Sarah Gazarek, Veronica Swift, Esperanza Spalding o Michael Mayo también me inspiran continuamente. Unir todo esto, ir hacia nuevos horizontes sin dejar de lado la tradición es esencial y uno de mis objetivos. Los clásicos son clásicos por algo, y la mayoría de veces esas canciones de siempre pueden reinventarse eternamente, y trabajarlas es divertido, pero a su vez me gusta también encontrar mi propia perspectiva, mi propia voz ya sea interpretando canciones escritas por otros o cantando mis canciones.  

J,ER: ¿Por qué nuevas composiciones cuando la mayoría de cantantes eligen standards? ¿Qué quieres expresar con tu música y, por supuesto, con tus letras? 

IB: A mi me encanta cantar standards y me da cierto pudor escribir canciones propias y cantarlas, pero la necesidad de comunicación, el deseo por contar mis historias más personales es mayor que ese pudor. Además componer es una terapia muy gratificante. Cuando escribo canciones lo hago para mí, pero cuando decido cantarlas en público y siento que esas canciones tocan las emociones de quien las escucha es un regalo aún mayor.

J,ER: Por último, la curiosidad: ¿cómo es tu siguiente proyecto?

IB: Actualmente sigo cantando con mi banda y este año está siendo muy emocionante porque por primera vez estamos tocando fuera de Euskadi y tengo la bonita sensación de que Begin tiene mucho que decir, pero ya estamos trabajando temas nuevos y me encantaría poder grabar algo nuevo este año.Me apetece mucho.

J,ER: Muchas gracias, Irati, por tus palabras y por la enorme creatividad que despliega tu música. Suerte con tus proyectos.


Y nosotros, mientras, esperamos con muchas ganas nuevos temas de Irati Bilbao. Hasta entonces, una muestra de su primer álbum: 




* Más info: www.iratibilbao.com

HERENCIAS

GIULIO OTTANELLI QUARTET (Errabal Jazz, 2023)

El sello Errabal Jazz presenta en este disco al cuarteto ganador del concurso de grupos de la 46ª edición del Festival de Jazz de Getxo. El cuarteto, liderado por Giulio Ottanelli, se formó en el Conservatorio Nacional de París, donde este saxofonista  italiano se trasladó para estudiar arreglos para big bands y orquestas después de formarse en música clásica en Florencia y en jazz en Siena en la Accademia Nazionale del Jazz. Sus composiciones despliegan extensas melodías que fluyen como una narración que guarda secretos más adelante. Se apoya en su capacidad para el discurso y en un segundo saxo, lo que le permite complicar las melodías con un estilo muy barroco. 

En París coincidió con sus músicos: Jeremie Lucchese (saxo tenor), Cyril Drapé (contrabajo) y Émile Rameau (batería). Sus influencias jazzísticas van desde John Coltrane hasta Mark Turner y, en otros ámbitos, de Bach a Ravel, una curiosa amalgama que se traduce en un jazz moderno, lleno de formas clásicas pero donde es fácil verse arrastrado a melodías inesperadas que emulan esta herencia externa al jazz. 



El cuarteto solo había grabado un álbum anterior (The Paris Session) pero se percibe cierta química en ellos, algo complicado cuando el objetivo es una música tan ambiciosa que mezcle estilos. No debería ser orgánico y, sin embargo, sus temas seducen, especialmente cuando la intensidad requiere virtuosismo, como en "Metro Ligne 5", un tema descriptivo que utiliza el ritmo para describir un hecho físico como es un metro, algo que también hicieron otros compositores como Debussy con el mar, Strayhorn en "Take The A Train" o  (más onomatopéytico) Mingus en su versión de "A Foggy Day" de Gershwin. 

Quizás la fuerza de este cuarteto sin piano radique, además de en estas inesperadas influencias, en la sección rítmica, elegante y muy constructiva. Drapé, en el contrabajo, emprende imaginativos solos en algunos temas ("Troppi Gnocchi" o "Samba Em Preludio"), robando por unos segundos el protagonismo a los saxos. Rameau, a la batería, tiene un solo brutal que pone una coda espectacular al álbum/concierto.



* Errabal Jazz: https://hotsak.eus

JAZZ SUAVE Y CALEIDOSCÓPICO

MASHA OCEAN QUARTET, Kaleidoscopic Realities (2023)

Con una voz identificable y camaleónica al mismo tiempo, la cantante Masha Ocean se presenta, disco-gráficamente hablando, con un cuarteto que lleva construyendo desde 2019. En la formación actual, encontramos a tres músicos locales: Isaac Pascual (pianista, compositor y arreglista), Francis Posé (contrabajista y compositor) y Ramón López (batería). El repertorio, tres standards y seis temas originales que van del blues al scat pasando por influencias brasileñas y alguna balada, una amalgama que utiliza para mostrarnos todos sus registros y recursos. 

Masha Ocean es una cantante y compositora de origen ruso nacida en España (en el disco canta en tres idiomas, incluyendo un tema en ruso llamado "Ocean Wave (Волна Океана)"). Formada musicalmente en Moscú y Londres, primero en violín y luego en canto de jazz. Ha sido alumna de Roberta Gambarini, Maria João, Salvador Sobral, Sara Dowling y Jose Carra. Fue ganadora del concurso de jazz vocal internacional «Gnesin Jazz Voice» en 2017, y quedó segunda en el III Concurso Internacional de Jóvenes Intérpretes «Fémina 2021», cuya final se celebró en la sala Clamores.

A lo largo del disco, Masha usa sus recursos para llevarnos a su terreno, un jazz suave, fácil de escuchar, seductor y donde su voz se siente cómoda para expresarnos su amor por distintas estéticas del jazz, desde suaves baladas a las que pone swing con una voz cristalina que se adapta a los cambios de ritmo ("That Night It Was Lightly Raining", un temazo que contiene también varios buenos solos), pasando por una versión soul (sobre un fondo drum'n'bass) de "Take Five". Hay momentos menos profundos, como la samba "Tolox", donde la velocidad y el tono naive de la letra hacen perder seriedad a su voz. En este tema colaboran varios músicos, como el saxofonista Daniel Torres (que hace los arreglos), el trompetista Félix Rossy, el trombonista Moisés Gallego, el percusionista Manolo Toro Robert Banerjee (guitarrista de Amy Winhehouse), que participa en varios temas. 

Habría que destacar el apasionado despliegue vocal del "Godbye Pork Pie Hat" de Mingus, o un tema que destaca por su singularidad: "Darkness", montado sobre un quinteto de cuerda con Masha como primer violín, Patricia Pascual como segundo, Constantin Merezhnikov a la viola, Mauricio Gómez al violonchelo y Francis Posé en el contrabajo. Curiosamente, esta formación atípica, que comienza con un enfoque camerístico, acaba llevándonos a una dramática balada que arrastra nuestra memoria hasta aquellos discos en los que incluso Billie grabó con cuerdas. 



*Web: www.mashaocean.com