ACORDES Y DESACUERDOS (XXIV)
En el libreto del disco de Ximo Tébar Anís del Gnomo (Elígeme Discos, 1990), Víctor Claudín escribe que en el mercado hay "un jazz de museo, viejo, o demasiado nuevo". No hay en el jazz, como música basada en la pasión y el sentimiento (tanto como en la técnica y la exploración) un término medio. Uno de los músicos que más polarización provocó en su momento (y sigue provocando) fue Charlie 'Bird' Parker. Echemos un ojo a algunas opiniones y comentarios sobre el saxofonista de Kansas City (Missouri).
Siguiendo con nuestra serie de Acuerdos y desacuerdos...
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En la biografía de Miles Davis, Ian Carr defiende al trompetista contra las acusaciones que vertió en su día un Wynton Marsalis de 21 años que ya apuntaba maneras de purista. Al parecer, en una entrevista a Jazz Times en 1983 (el año de Star People), Marsalis había dicho esto:
"Miles nunca fue mi ídolo. Me ofende lo que él hace porque es una decepción para toda la escena en general." Y añade: "Creo que Bird se revolvería en su tumba si supiera lo que está ocurriendo".
Ian Carr defiende la postura ecléctica de Miles en estos principios de los 80 así:
"Parece que estos mentores le inculcaron [a Marsalis] la extraña idea de ortodoxia en el jazz, que sostiene que hay una cosa única llamada "jazz verdadero" y que todos los músicos deberían tocar ese estilo. Sin embargo, al igual que todas las grandes artes, el jazz posee (y debe poseer) un pluralismo incorregible."
Opinión de Dizzy acerca del sentimiento de blues en el jazz:
"Por curioso que pueda parecer, yo jamás me consideré como un auténtico intérprete de blues. Charlie Parker era un maestro del blues. Ya sé que el blues representa nuestra cultura musical, la de mi raza, pero yo no soy un verdadero bluesman. Lo que no aguanto es oír a un músico blanco decir: "Yo soy un bluesman" porque si yo, que crecí empapándome de ello no puedo ser uno... entonces."
III.
Nuestro eterno inspirador (también inspirado por el jazz) Julio Cortázar habla en una entrevista a Omar Prego Gadea en el libro "Los cuentos: un juego mágico (La fascinación de las palabras, Alfaguara, 1997) sobre cómo surgió la idea de utilizar a Charlie Parker como inspiración para su personaje Johnny de "El perseguidor":
¿Por qué fue Charlie Parker? Primero porque yo acababa de descubrirlo como músico, había ido comprando sus discos, lo escuchaba con un infinito amor, pero nunca lo conocí personalmente. Me perseguía la idea de ese cuento y al principio con la típica deformación profesional, me dije: "Bueno, el personaje tendría que ser un escritor, un escritor es un tipo problemático". Pero no me decidía porque me parecía aburrido, me parecía un poco tópico tomar un escritor. [...] Tenía que ser un individuo que respondiera a características muy especiales. Es decir, todo eso que sale de "El perseguidor": un individuo que al mismo tiempo tiene una capacidad intuitiva enorme y que es muy ignorante, primario. [...] Y en ese momento murió Charlie Parker. Yo leí en un diario una pequeña biografía suya -creo que era de Charles Delonnay- en la que se daba una serie de detalles que yo no conocía. Por ejemplo, los períodos de locura que había tenido, cómo había estado internado en Estados Unidos, sus problemas de familia, la muerte de su hija, todo eso. Fue una iluminación.
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IV.
Woody Allen sobre las películas de jazz:
Woody Allen sobre las películas de jazz:
“De todas las películas sobre Jazz que he visto, y probablemente las haya visto todas, Bird me parece la más digna.”
V.
Sergio Ariza Lázaro en Diario Crítico termina su artículo La leyenda negra del jazz: Charlie Parker de este modo:
Siempre me ha gustado pensar que lo que aparece en la película que Clint Eastwood le dedicó es verdad, que hubo una despedida con Dizzy en la que Bird le preguntó como lo conseguía, como podía vivir su vida, disfrutar, tener una mujer, etcétera y Dizzy le dijo tampoco importa tanto, yo viviré una larga vida, pero la gente te recordará a ti.
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Y yo creo que Bird sigue ahí, tocando, en los textos de Cortázar, en los discos de vinilo con ruidos de mi discoteca y en ese lado oscuro e inquieto que agita nuestros espíritus.
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* Las fotos de Charlie Parker, Tommy Potter, Miles Davis y Max Roach es de William P. Gottlieb. De las otras no conozco el autor.