EL CONTRABAJO SERENO

Juyma Estévez Trío, Océanos de porcelana (Freecode, 2014)

El trío de piano sigue siendo nuestra formación favorita para escuchar jazz: a las posibilidades rítmicas que ofrece se le añade la nitidez con que se puede escuchar a todos los músicos cuando los tres son los protagonistas. Nos gusta el trío de piano y no es la primera vez que una formación de estas características nos llega liderada por un contrabajista, un hecho que no siempre altera la jerarquía del trío. Lo hemos visto en discos recientes de bajistas como Christian McBride o Kin García, otro gallego que sabe manejar el trío sin convertirlo en una dictadura del bajo. Mandando con mano firme pero sin robar protagonismo al piano, los dedos de Juyma Estévez construyen desde la primera nota cada tema de este álbum titulado Océanos de porcelana (Free Code Jazz Records, 2014), que hoy recomendamos.

Gallego formado en Musikene, Juyma Estévez hace su debut como líder con un disco muy inspirado (todas son composiciones originales), en el que predomina un concepto introspectivo y lírico del jazz, como a Bill Evans le gustaba concebir la música, sublimando tanto la melodía en algunos momentos que ésta se convierte en un recuerdo en la mente del oyente. El trío lo completan viejos conocidos de Jazz, ese ruido: Alberto Vilas al piano y Max Gómez (Factor E-Reset, Rafa Fernández) a la batería.


El bajo manda y, por tanto, el ritmo manda. Los músicos lo saben y disfrutan del orden que impone el contrabajo. En algunas casos, como en la deliciosa "Montañas de holas a Dioses", mientras piano y contrabajo intentan llevar la melodía, a medida que pasan los compases, el juego se convierte en una simbiosis: piano y contrabajo se superponen en un contrapunto rítmico, una conversación similar a la que mantienen los bajos y los altos de la guitarra en el fingerpicking, un recurso que se va convirtiendo en imprescindible a medida que uno sigue la melodía de "Montañas..." y se va haciendo adicto a ella. El tema crece y crece sin medida hasta alcanzar un clímax impresionante antes de culminar sus 9 minutos de intensidad con una coda perfecta. Lo dicho, una delicia.

No todo es lírica en Océanos de porcelana, por supuesto; hay mucho swing en "Regreso a Donostia", en "O Rhythm dos monstros" (donde el trío juega con habilidad las cartas del jazz más clásico y donde Estévez y Max Gómez se relacionan como las piezas de una maquinaria perfecta), en "Primeiros pasos"... e incluso algún guiño latino ("Vaste queimar") pero siempre bajo el prisma preciosista y calculado del álbum, en el que predomina lo que nos ha convencido: un sentimiento de serenidad que da coherencia al conjunto. 

Quizás no sea este "La casualidad de mi vida II" el tema que mejor define el álbum, pero es elocuente acerca de la música que contruye Juyma Estévez, apacible, bella y aparentemente natural, como un mar de porcelana. Tras la larga introducción, un largo solo de contrabajo, el piano de Alberto Vilas construye, pieza a pieza, la melodía con mucha precisión y una intensidad envidiable. La pasión la pone Max Gómez a la batería.



En este otro vídeo pueden escuchar "Nostalgia", un tema del álbum que en el video suena en versión quinteto, sin Vilas ni Gómez, con los siguientes músicos: Jorge Castañeda (piano), Dani Juarez (saxo tenor), Bruno Valle (trombón), Aarón Castrillo (batería) y, por supuesto, Juyma Estévez al contrabajo, que nos dedica un fantástico solo en mitad del tema.



Pueden oír y comprar el disco en Bandcamp: