YELLOW RED BLUE

Jasmine Lovell-Smith's Towering Poppies

Jasmine Lovell-Smith es una saxofonista nacida en Nueva Zelanda que reside en Morelia (México), se formó en Conneticut con Anthony Braxton y tiene un quinteto en Nueva York. Con este bagaje cosmopolita a sus espaldas, Lovel-Smith se nos presenta como una compositora de mirada original, que hace un jazz de cámara moderno y complejo para una serie de grupos (los neoyorquinos LOADBANG o May Cheung, los mejicanos Inserte Nombre o la New Zealand Youth Jazz Orchestra) además de su propio quinteto (residente en Nueva York), llamado Towering Poppies, que ahora edita su segundo álbum, titulado Yellow Red Blue.

Towering Poppies
Lo primero que sorprende de este álbum es su complejidad, tanto armónica como de influencias. Debe ser esto lo que algunos críticos sesudos llaman Nuevo Jazz y yo llamo simplemente jazz con vocación lírica, abierto a sonidos no negros. Dejando atrás el primer tema ("The Pillow Book"), que semeja lejanamente a un hardbop evolucionado, el resto del álbum es de una lírica indudable, presente en todas las composiciones, que se suceden como si el álbum fuera una suite. Las polifonías entre los instrumentos son muy interesantes y nuevas para un oyente de jazz, a la vez que suenan espontáneas como si de un disco en directo se tratara.
 
El soprano es un saxo que a mí, en particular, me ha dado siempre una sensación de fluidez, de alegría. Sin embargo, en las partituras de Jasmine Lovell-Smith, el soprano tiene una textura nueva y visceral ("Wonter Winderland", "Familia"), y el poder de transmitir una nostalgia por unos paisajes que imaginamos y no conocemos, que nos hacen mirar la portada del álbum preguntándonos a dónde pertenecen esas imponentes amapolas que dan título al álbum. En este sentido, destaca la evocadora "Yellow Red Blue", un poema a tempo lento que podría ser la banda sonora de un viaje (interior o real), con reminiscencias folk (no sólo americanas), que obliga al oyente a realizar una introversión necesaria. Cuando, además, la voz del soprano se une a la del clarinete, se oyen texturas únicas. En su primer álbum, Fortune Songs, el saxo "cantaba" con la trompeta, en lugar de con el clarinete bajo; pero de aquel combo sólo quedan Lovell-Smith y el pianista Cat Toren, aunque el espíritu y el sonido siguen siendo, por suerte, los mismos.


Los músicos que acompañan a Jasmine Lovell-Smith son Josh Sinton (clarinete bajo), el canadiense Cat Toren (piano), Adam Hopkins (bajo) y Kate Gentile (batería). A sus dotes individuales, improvisatorias y colectivas, se une en varios temas el cuarteto mejicano La Matraca con sus violines, viola y chelo, aportando, si cabe, mayor complejidad y profundidad a las composiciones. 
_________
* Web oficial: www.jasminelovellsmith.com