KUARTO D'JAZZ


La castaña mecánica

Conocimos a Banda Kastaña en el ciclo de jazz de Huelva el pasado abril. Aquella noche, con el equipo a un volumen propio de un concierto de rock y sentados en primera fila, pudimos asistir a la presentación (más o menos) en sociedad de un cuarteto que llevaba tiempo fogueándose por diversos escenarios. También nos trajimos su disco, Kuarto d'jazz (KST, 2012), un primer álbum con seis standards que contiene ciertas originalidades como carta de presentación pero que no ha convencido a todos los aficionados a los que les he pedido que lo escucharan.

Banda Kastaña construye un jazz sobrio, sin demasiado swing, muy blanco, electrónico sin pretenderlo... pero con un sonido propio, con riqueza de arreglos, variaciones y constantes sorpresas. Una de estas sorpresas es la diversidad de ritmos, con constantes desviaciones hacia el reggae. Este arrebato de originalidad suele coger por sorpresa al oyente. En directo, el baterista (Miguel Calero) contagia al grupo con su potencia y los cambios de ritmo hacia el reggae son a menudo explosivos, con ese latigazo de la caja; en el disco, esto es menos patente aunque es desorientador cuando "Chan Chan" (Compay Segundo) se transforma con ese ritmito jamaicano...

Otra de las originalidades de la banda es el uso del sintetizador. Ya comentamos en su día que pensábamos que el pianista (Manuel J. Castilla) y la banda ganarían más si sonaran más acústicos, ya que éste se defiende con dos sintetizadores, un Roland que hace las veces de piano y un Korg que rellena de vientos electrónicos unos temas que por sí solos ya funcionan. A pesar de ello, el piano (eléctrico) es el alma que sostiene al grupo. Está especialmente inspirado en "Summertime" y en la versión de "Cantaloupe Island", reinterpretando las armonías y dejándose llevar en el solo, consiguiendo que el tema crezca en profundidad, aunque el tema de por sí, con su ritmo continuo, se presta a improvisaciones largas. Al solo de piano le siguen el bajo y la guitarra. No son solos en sí sino fugas, en las que cada instrumento va llevando la melodía a su terreno. Cabe destacar que aquí es la guitarra eléctrica la que lleva el papel que hacían los vientos en el tema original de Herbie Hancock. Y, cuando la melodía vuelve a Castilla, el protagonista es el sintetizador en un solo que sonaría glorioso en un Hammond (o un emulador de Hammond) pero en el que el Korg deja un regusto a sicodelia setentera que no nos disgusta del todo...

El disco termina con una zigzagueante versión de "Fly me to the Moon" y con una versión del "Blues Latino" de Javier Vargas que, por su sonido, más cerca del blues-pop que del jazz, no merece comentario.

En directo, Banda Kastaña son músicos que se compaginan como si llevaran años tocando juntos (y quizás los lleven, pero su juventud engaña a priori). Son músicos con solvencia interpretativa que buscan sonidos que les aporten ese ápice de originalidad, ese punto personal que los diferencie del resto. Ganas no les faltan y en el escenario muestran descaro suficiente para encontrar el camino por el que salirse por la tangente. 

Banda Kastaña son:
Manuel J. Castilla, piano y teclados
Damián López, guitarra
Emilio Domínguez, bajo y contrabajo
Miguel Calero, batería

Aquí los tienen en directo:

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