En cada proyecto en el que hemos escuchado al contrabajista catalán Manel Fortiá, hemos podido comprobar su solidez y su capacidad creativa. En su nuevo disco, Despertar, grabado junto a viejos conocidos (Marco Mezquida al piano y Raphäel Pannieren la percusión) presenta un disco meditativo, melancólico, donde recrea sus experiencias en Nueva York, donde vivió entre 2016 y 2020. El disco contiene composiciones originales que brillan por la interacción de los músicos y por la manera tan precisa y bella con que cada uno de ellos ejecuta su papel.
Manel Fortiá es un músico con una dilatada experiencia. A pesar de su juventud, cuenta con más de 50 grabaciones como líder o co-líder e innumerables colaboraciones con músicos de primera línea (Dave Liebman, Chris Cheek, Arturo O'Farrill, Chano Dominguez, Scott Hamilton, Dena Derose...), entre las que destacan su disco de 2021 Libérica, experiencia de jazz y flamenco ideada también en Nueva York pero con un enfoque radicalmente diferente: la nostalgia, nostalgia de la música traidicional catalana que echaba de menos durante su estancia en Nueva York y que fusiona con el flamenco.
"This album is very important to me because it reflects one of the most transcendent moments in my artistic life. I feel that living in NYC changed me tremendously and I grew a lot there", confiesa Fortià en el libreto del disco.
Despertares ese crecimiento al que se refiere el contrabajista y, de alguna manera, es también una continuación lógica de otro de sus discos, Bulería Brooklyniana (2018), grabado con un trío similar (con Raphäel Pannier pero con Albert Marquès al piano), una continuación evolucionada, porque aquí encontramos otro tipo de inspiración, más modulada, con un lirismo patente en la perfección del sonido.
También es el primer disco de Manel Fortià en el que ha firmado todas las composiciones, melodías llenas de sentimientos que pasan de lo íntimo a la euforia y vuelta (""Circular"); momentos muy especulativos ("Saudades", "El día después") en los que se pueden escuchar influencias (confesas) de Charlie Haden y Keith Jarrett escritas para un Marco Mezquida con una personalidad tan fuerte que lleva siempre a un punto brillante y original cada pasaje, como desafiándose a tocar algo que no se hubiera tocado nunca; melodías compuestas con detalle y donde la música americana (ese escenario neoyorquino que suena a blues, a espiritual y a canción) se fusiona con sonidos y ritmos mediterráneos con sutileza, borrando fronteras.
Recomendable, inclasificable y muy personal trabajo de Manel Fortià y su trío.