El jazz se mueve. Y lo hace por caminos que no están escritos. A veces, nos llegan músicos que intentan romper con los esquemas y, otras veces, artistas que apelan a la tradición. Hoy andamos escuchando un disco en el que las influencias se agolpan de tal manera que sus composiciones se convierten en impredecibles búsquedas de un camino que no termina nunca porque, como hemos dicho, no está escrito, una gozosa y continua especulación que fluye en casi todos los temas con una naturalidad sorprendente.
Menares, Vázquez, Recabarren y Nasser |
En cuanto a los temas, encontramos 7 composiciones originales escritas a partes iguales (y por separado) por los miembros del cuarteto, una sesión continua de búsquedas que devienen en un jazz fusión ameno y rebelde, lleno de momentos que toca explorar al oyente. En los tempos lentos podemos escuchar mucha especulación sonora, como si los músicos quisieran explorar hasta la última posibilidad de cada tema, tanto en las baladas más originales ("Mirrors", "Lem") como en las que tienen un sonido más clásico, como la titulada "A.H.C." (compuesta por Kyle Nasser), donde el saxofonista construye una melodía que suena estándar y moderna al mismo tiempo. El corte titulado "Sticky Hipster" recurre a esquemas de hardbop con eficacia pero con un sonido que huye de lo bonito y de la autocomplacencia: Vol. 01 es un disco fácil de escuchar pero de difícil concepción, como demuestra el concepto mestizo aunque cercano al bop que podemos escuchar en "Tamborcitos y Huevaditas" (compuesto por Rodrigo Recabarren).
Todo el álbum es así, un continuo ir y venir explorando límites y armonías, con una sección rítmica inquieta y productiva y una especie de sana competencia por el liderazgo que mantienen el saxo de Nasser y el piano eléctrico de Yago Vázquez.
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* Web oficial: www.beekmanmusic.com