SONNY ROLLINS, The Bridge (RCA, 1968)
El crítico más feroz con la música de Sonny Rollins fue siempre él mismo. Parece que esta (angustiosa) capacidad de autocrítica provocó el más sonado de sus retiros, el que lo mantuvo lejos de los estudios y de los escenarios desde 1959 hasta la publicación de The Bridge, grabado en tres sesiones el 30 de enero y el 13-14 de febrero de 1962. Sonny manifestó que la inspiración para este disco (en el que sólo había dos temas originales: "The Bridge" y "John S") se la proporcionaron el río Hudson y el tráfico de Nueva York, ambos con su constante y rítmica fluidez. Esta explicación valida la controvertida leyenda de que durante este periodo de retiro el saxofonista ensayaba de noche, solo, en el puente de Williamsburg.
Esta es la parte fiable, avalada por las notas de George Avakian en la contraportada del LP reeditado por RCA en 1968 (edición a la que corresponde la portada que se ve más arriba), la de la romántica imagen de Rollins recortada a medianoche en el puente que une Brooklyn y Manhattan. La anécdota ha trascendido al paso del tiempo y aparece incluso en un episodio de Los Simpsons. La versión controvertida es la que afirma que Rollins se vio obligado a hacerlo porque los vecinos se hartaron de escucharlo día y noche (otros sostienen que lo hizo para evitar a su madre la audición de sus intensas prácticas). Sea cual sea la verdad, lo cierto es que este cinematográfico puente nos dejó uno de los discos capitales de Sonny Rollins, aunque parte de su valor resida en la historia que lleva detrás.
Hablemos del disco. En 1958 Sonny Rollins venía de triunfar con su trío sin piano, de grabar con Max Roach y Oscar Pettiford Freedom Suite y aún tuvo tiempo de grabar otros álbumes para el sello Contemporary entre los que se incluye Sonny Rollins and Contemporary Leaders, con Victor Feldman, Hampton Hawes, Barney Kessel, Leroy Vinnegar y Shelly Manne. Estaba en la cresta de la ola. Era el saxofonista que marcaba la vanguardia. En 1959 llegó Ornette Coleman y grabó su Biblia sobre las nuevas formas del jazz futuro. A Sonny le entró un ataque de inseguridad. De repente, dejó de confiar en sus propias facultades para crear y seguir yendo por delante.
El resultado fue el primero de sus famosos retiros, la anécdota del puente de Brooklyn y seis temas a la altura del tenor de Saxophone Colossus, dos de ellos originales, y una nueva formación en la que destacaba el guitarrista Jim Hall. La guitarra en un cuarteto de saxofón imprime un carácter fresco y fluido a los temas, un sonido cercano al directo, y esto resultaba innovador. La sección rítmica la componían Bob Cranshaw al bajo y Harry Saunders a la batería. Sonny está majestuoso y seguro, muy en su línea pero con las pilas recargadas, consciente de que muchas veces en el jazz el ritmo es el que manda.
Los temas no originales del disco son "Without a Song", "Where Are You?", el standard de Cole Porter "You Do Something to Me" y "God Bless the Child", uno de las dos únicas canciones que compuso Billie Holiday.
No sé si este pequeño documental arroja luz o sombra sobre la leyenda del disco. Sonny habla sobre aquella búsqueda y sobre los resultados, y podemos escucharlo tocando brevemente The Bridge en directo, mucho más acelerado que en el disco, un álbum que merece un lugar en todas las discotecas. No en vano, fue un éxito de ventas para Rollins en su (primer) regreso.