Empírico es el jazz por definición, pero el título del nuevo disco del saxofonista alto Roberto Nieva es una declaración de intenciones. A lo largo de sus 8 omposiciones originales, nos propone un viaje vital, lleno, como todo en la vida, de ensayos y errores, como declara en las notas del álbum: "Doy gracias a la vida por brindarme este camino, aprender de la experiencia, de la percepción, de la gente que me he encontrado, en el último tiempo, de los viajes y de cada instante de imaginación". Parte de esa gente son los tres musicazos que conforman el cuarteto con Nieva: Xan Campos al piano, Thiago Alves al contrabajo y Francesco Ciniglio a la batería (en uno de los temas aparece otro saxofonista alto, Román Filiu).
Foto: Luis Javier González
Con este plantel, encara composiciones originales y muy originales, con un sonido de jazz moderno lleno de influencias que pasa por momentos más virtuosos ("Reivilo" o ese final de "La ventana de la ventana"); llenos de sutileza (esa melodía parada de "Three-Dimensional", que da pie a un solo de contrabajo muy narrativo de Alves); especulativos (esos ritmos de "Two-Dimensional", que parecen no avanzar, creando una tensión constante); expresionistas, como el lacónico "El fuego diminuto de un planeta", donde la melodía avanza en el saxo con esfuerzo, como un canto de dolor, para desembocar en un solo igualmente grave de Xan Campos al piano, un músico que nos encanta y que pensamos que es uno de los mejores compañeros de viaje que podría haber elegido Nieva para este proyecto.
Roberto Nieva es un saxofonista alto y compositor que comenzó su formación en el conservatorio de Ávila para luego pasar por Musike, hacer un máster en Investigación musical en la Universidad Internacional de Valencia, e, incansable, asistir a clases magistrales de músicos como Branford Marsalis, Loren Stillman, Roman Filiu, Bob Mintzer o Immanuel Wilkins. Galardonado como solista y como compositor en distintos festivales de jazz (Castellón, Getxo, Valencia), su estilo es moderno y a la vez melódico, con fraseos complejos que apelan a la sensibilidad del oyente y ajenos al exhibicionismo que otros consideran necesario. Sus composiciones, como se aprecia en este disco, nacen sin corsés y con la avidez de expresar, de conectar con las emociones, y eso es algo que pocas veces se escucha en el jazz contemporáneo.