SPUTNIK TRIO, What the Hate (Raw Tonk, 2021)
Con "What the Hate", el tema que abre el disco, uno siente una conexión entre la disonancia y la memoria. Hay notas sueltas, rotas, otras obviadas, pero la mente nos lleva en los primeros compases a las second lines de Nueva Orleans. ¿Disparate? Es free... Pero hay una conexión, una melodía antigua, quizás en algún disco olvidado de mi discoteca que conecta con esas notas sueltas que Tejero, con su alto, pincela en el aire al modo de los impresionistas para después llevarnos al caos (aparente), a la arritmia, al desafío. Algo parecido ocurre también con "A Call For Eric".
Tres músicos buscando voces nuevas en instrumentos clásicos, texturas extrañas y profundas que despiertan sensaciones, asaltando, deconstruyendo esquemas. Así, en general, suena el disco de Sputnik Trio, entre referencias veladas y ganas de empujar hacia delante, de colocar su jazz en un terreno donde nadie haya improvisado antes. Los ritmos son una de las bazas más interesantes del álbum. Marco Serrato y Borja Díaz parecen entenderse perfectamente en un lenguaje inventado por ellos mismos. No había sentido algo parecido desde el Niketchrin de Marcel·lí Bayer. Poco más se puede decir con palabras para explicar el universo improvisado de Sputnik Trío.
Desde el tema inicial, llamado como el álbum, hasta el enorme "Time Hunters" con sus 15 minutos de disonancias especulativas, que cierra el disco, disfrutamos de un grupo sin complejos, un trío de músicos que no solo exploran sino que comprenden y sacan partido a cada hallazgo sonoro. No sé si es una nueva frontera pero puede que sí un paso más en el jazz.