DICEN QUE EL JAZZ HA MUERTO

ACORDES Y DESACUERDOS (XIX)

Para los puristas, el verdadero jazz ha muerto. Para los profanos, el jazz murió en los años 20. Para nuestra desgracia, cientos de clubs mueren cada año. Para las tiendas de discos (ahora virtuales) todo lo instrumental es jazz, lo cual no deja de proclamar que la existencia misma del jazz  no es otra cosa más que una discusión sobre conceptos. Pero, ¿es verdad que el jazz ha muerto? Para nosotros (este es el último "para") vive cada vez que ponemos un disco, que un combo sube a un escenario, que un músico crea un arreglo nuevo o se deja la piel improvisando, o, simplemente, cuando un toque de batería, una síncopa o una sordina nos recuerda los innumerables momentos en que unas notas tristes nos han hecho felices.

Con todo, dejamos el espacio abierto, como siempre que recurrimos a la etiqueta "Acordes y desacuerdos" para dar cabida a opiniones sensatas y pensamientos paradójicos (o incluso alguna boutade) con las que no siempre estamos de acuerdo pero que merecen sonar. Estas son los acordes de hoy:

I. 
Joe Zawinul: 
El jazz está muerto y no a causa de la pobre actuación de las compañías de discos o de los desastres del negocio sino porque los músicos no han sido capaces de haces cosas nuevas e innovadoras.


II.
Nicholas Payton, en un artículo de su blog titulado "Sobre por qué el jazz ya no es cool" expone muchas razones sobre la muerte y los fantasmas. Recogemos algunas:

  • El jazz murió en 1959, fue porque Ornette intentó "liberar el jazz" en 1960.
  • Paul Whiteman era el Rey del Jazz y todos los reyes deben morir algún día.
  • El jazz no es cool, está frío, como la necrofilia.
  • El jazz está hechizado por sus propios fantasmas hambrientos.
  • Dejadlo morir.
  • Hay demasiados necrófilos en el jazz.
  • No puedo hablar por los demás, pero yo no toco jazz.
  • Yo toco Música Postmoderna de New Orleans.
  • Miles Davis personificaba el cool y él odiaba el jazz.
  • ¿Qué es el jazz de todos modos?


III.
Terence Fletcher (interpretado por J.K. Simmons) en Whiplash (Damien Chazelle, 2014) achaca la decadencia del jazz a la falta de perfeccionismo:

La gente se pregunta por qué el jazz se muere. Te lo diré (y todo los "álbumes de jazz de Starbucks" acaban dándome la razón): no hay dos palabras que sean más dañinas en nuestro idioma que "buen trabajo".

IV.
Diego Sánchez Cascado en su artículo "Reflexiones sobre la muerte del jazz" (Tomajazz, 2006):
El jazz ha muerto varias veces a lo largo de su corta pero intensa historia. Para muchos murió a finales de los 60 con el free jazz, considerado el caos hecho música o la música hecha caos. Pero antes, en los 40 el bebop ya había enterrado el “jazz verdadero”. Para algunos recalcitrantes incluso, la era del swing no fue más que una desnaturalización del “jazz puro” de Armstrong, Beiderbecke o Morton.

V.
Frank Zappa:  
El jazz no está muerto, sólo huele raro.

Claro que uno puede oír, pensar y estar de acuerdo o no. Juzguen ustedes mismos mientras escuchan algún disco de la presente década.