IÑAKI SANDOVAL TRÍO

Cuando la pasión y la técnica van de la mano

Suponemos que con este post defraudaremos a más de uno. ¿La razón? Estamos disfrutando del álbum Usaquén de Iñaki Sandoval, que recibimos hace tan sólo unas semanas, obviando la novedad de que ya tiene un nuevo disco. Por un lado, esto es fantástico, porque la música de este pianista se está desarrollando de una manera exponencial; por otro lado, como nunca hemos sido un blog de novedades ni de noticias, consideramos que ya tendremos tiempo de compartir el nuevo álbum de Sandoval. Hoy vamos a comentar las delicias de su anterior trabajo: Usaquén (Ayva Música, 2008). Con este disco (y aunque sólo fuera por "The Jewel" o por "Hotel Existence") Iñaki Sandoval se ha convertido en nuestro pianista moderno favorito.

Lo que más sorprende a la hora de pinchar Usaquén es la pasión con la que Sandoval ataca las notas. Se pone de manifiesto, sobre todo, en la obstinada "Hotel Existence" y en "Torcacita". Es duro, expresivo y, al mismo tiempo, lírico. Sus cambios de registro no esperan al siguiente tema: compone e interpreta melodías como montañas rusas que van y vienen jugando con la expresividad, con las emociones, y lo hace con una delicadeza antinatural. Esto dice mucho de su técnica, no en vano se licenció summa cum laude en Berklee...

El título del álbum corresponde a un barrio de Bogotá, a donde Sandoval suele ir a impartir talleres. Todos los títulos tienen la misma sonoridad musical de "Usaquén". Hay que hacer notar que, aunque es un disco muy largo (12 temas + 2 bonus tracks) todos son temas originales.  Por destacar, destacaríamos la singularidad del último tema, "Invención a 3 voces", un tema improvisado a partir de unas armonías que suenan muy barrocas. Sobre esto, Sandoval explicó en una entrevista que su interés por la música del barroco, especialmente la de Bach, se basaba en la fuga. Esto es muy interesante porque la fuga es una forma de construcción musical que permite alternar la melodía entre los instrumentos o entre las tonalidades, algo que (lejanamente) podría compararse con el jazz modal.

La experiencia y la dilatada trayectoria de los otros músicos del trío también están a la altura. Horacio Fumero es un bajista contrastado. Aquí se contagia de los estados de ánimo de los distintos temas de Sandoval, y lo hace aportando peso a las melodías, serio e imaginativo. Aparece como autor de dos de los cortes del disco: "Torcacita" y "Taburé". Fumero formaba parte de la última etapa de Tete Montoliu junto con el baterista Peewy Wiboris. Después, ambos trabajaron con Iñaki Sandoval hasta la muerte del baterista, sustituido aquí por David Xirgu, un batería de los que saben mantener la tensión, tanto en las baladas como en los temas con tempo.

A pesar de algún contrapunto latino en "Caburé" y más liviano en "El detective Fumero", Iñaki Sandoval mira hacia la tradición, contraviniendo el tópico de que los latinos sólo hacen latin jazz, para demostrar que también sabemos hacer mainstream, postbop o jazz moderno. Si hubiera que clasificar la música que hemos escuchado, apuntaríamos a la genealogía que desciende de Bill Evans, varias generaciones adelante, lo que justificaría la evolución de la especie hacia un intimimo más valiente, con más garra y menos miedo de golpear las teclas. Esperemos que siga en esta línea. Hablaremos de esto con el próximo álbum de Iñaki Sandoval que ya está a la venta. Se titula Miracielos.

Mientras tanto, he aquí un ejemplo, uno de los temas más líricos del álbum, no mi favorito, pero el único video que he encontrado en su myspace. Ilustra a la perfección lo que es la magia del trío de piano, bajo y batería para una composición como ésta:


 

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* Más info: AYVA Música 
** La fotografía pertenece a www.jazzenviu.com