XIMO TÉBAR, Steps (Omix, 2008)
Steps es la visión particular y electrónica de Ximo Tébar acerca de las teorías de Coltrane en "Giant Steps", una amalgama de sonidos que van del funk al smooth sin perder esa esencia de la síncopa y la improvisación que es el buen jazz.
En principio, debo decir que pinché el disco con precaución. Pasé mucho tiempo evitando los discos de guitarrista de jazz después de que un amigo me obligara a descubir a Pat Metheny en esa época suya en que hacía una insulsa musiquilla estilo New Age. Antes me gustaban. Solía escuchar ese oasis de virtuosismo y diversión que es el jazz manouche (léase: Django o el reciente redescubrimiento de Oscar Alemán). Desde Metheny, consideraba a los guitarristas los miembros aburridos de la Historia del Jazz. Bueno, eso fue hasta que conocí a Wes Montgomery.
Bien, pues fue oír "Four on six for Wes", el segundo tema del álbum de Ximo Tébar y mis dudas se despejaron. No sólo se basa en el tema "Four on six" de Wes sino que lo lleva más allá, consiguiendo colores y matices con el pedal que me retrotraen a ritmos que creía olvidados, como el Sonido Philadelphia, los primeros sonidos funky de Marcus Miller, Fred Wesley o saxofonistas como Pee Wee Ellis o Maceo Parker. Eso sí: sin perder la delicadeza de la idea, sin pasarse de tono. Ximo Tébar es un guitarrista delicado, preciosista, generoso con los solos, amigo de acumular notas y más notas. Y eso me gusta.
La presencia de Orrin Evans tocando el órgano Rhodes es el contrapunto ideal a la guitarra. No es un tándem Wes Montgomery/Jimmy Smith (estamos hablando de smooth, estamos hablando de funk), pero el resultado es mucho más jazzy que otras referencias de este guitarrista (ha evolucionado mucho desde Son mediterráneo) y más que sorprendente; demasiado electrónico para mi gusto, pero sorprendente. Gana en las baladas, pero no decepciona en ningún momento.
Más bien al contrario, Steps sorprende porque un músico con doce discos más uno como líder debe tener la facultad de sorprender. También el derecho real de tomar lo que quiera. A su antojo. Ximo Tébar lo toma y se aleja de los cánones para reinventar el jazz, y lo hace con imaginación, reescribiendo magníficos pasajes del pasado ("Nefertiti" de Wayne Shorter; "26-2" de Coltrane, que suena aquí con aire de samba triste; "Actual Proof" del lado funky de Herbie Hancock) o componiendo en base a las teorías de los grandes. Tanto "Four on six for Wes" como el tema que cierra el álbum, "Steps", son composiciones originales de Ximo Tébar en base a las armonías originales de Montgomery y Coltrane. Una delicia.
Steps es la visión particular y electrónica de Ximo Tébar acerca de las teorías de Coltrane en "Giant Steps", una amalgama de sonidos que van del funk al smooth sin perder esa esencia de la síncopa y la improvisación que es el buen jazz.
En principio, debo decir que pinché el disco con precaución. Pasé mucho tiempo evitando los discos de guitarrista de jazz después de que un amigo me obligara a descubir a Pat Metheny en esa época suya en que hacía una insulsa musiquilla estilo New Age. Antes me gustaban. Solía escuchar ese oasis de virtuosismo y diversión que es el jazz manouche (léase: Django o el reciente redescubrimiento de Oscar Alemán). Desde Metheny, consideraba a los guitarristas los miembros aburridos de la Historia del Jazz. Bueno, eso fue hasta que conocí a Wes Montgomery.
Bien, pues fue oír "Four on six for Wes", el segundo tema del álbum de Ximo Tébar y mis dudas se despejaron. No sólo se basa en el tema "Four on six" de Wes sino que lo lleva más allá, consiguiendo colores y matices con el pedal que me retrotraen a ritmos que creía olvidados, como el Sonido Philadelphia, los primeros sonidos funky de Marcus Miller, Fred Wesley o saxofonistas como Pee Wee Ellis o Maceo Parker. Eso sí: sin perder la delicadeza de la idea, sin pasarse de tono. Ximo Tébar es un guitarrista delicado, preciosista, generoso con los solos, amigo de acumular notas y más notas. Y eso me gusta.
La presencia de Orrin Evans tocando el órgano Rhodes es el contrapunto ideal a la guitarra. No es un tándem Wes Montgomery/Jimmy Smith (estamos hablando de smooth, estamos hablando de funk), pero el resultado es mucho más jazzy que otras referencias de este guitarrista (ha evolucionado mucho desde Son mediterráneo) y más que sorprendente; demasiado electrónico para mi gusto, pero sorprendente. Gana en las baladas, pero no decepciona en ningún momento.
Más bien al contrario, Steps sorprende porque un músico con doce discos más uno como líder debe tener la facultad de sorprender. También el derecho real de tomar lo que quiera. A su antojo. Ximo Tébar lo toma y se aleja de los cánones para reinventar el jazz, y lo hace con imaginación, reescribiendo magníficos pasajes del pasado ("Nefertiti" de Wayne Shorter; "26-2" de Coltrane, que suena aquí con aire de samba triste; "Actual Proof" del lado funky de Herbie Hancock) o componiendo en base a las teorías de los grandes. Tanto "Four on six for Wes" como el tema que cierra el álbum, "Steps", son composiciones originales de Ximo Tébar en base a las armonías originales de Montgomery y Coltrane. Una delicia.
Después de la primera escucha, volví a ponerlo desde el principio. Un disco que comienza versionando el tema de la Pantera Rosa parece evidentemente comercial, pero es una versión distinta a todas. Los metales encajan de una manera inesperada con la guitarra. Nada de tarán tarán, no. Es un tema que crece y permite entrever lo que es el disco.
En resumen, un CD para escuchar muchas veces, de esos discos que les van sacando más jugo cuanto más lo escuchas, lleno de momentos, generoso de notas, con buenos músicos y licencia para improvisar. Pasos de gigante con delicadeza de orfebre. Recomendable.
Personal:
Ximo Tébar, guitarra
Orrin Evans, Rhodes
Donald Edwards, batería
Alex Blake, contrabajo
Boris Kozlov, bajo eléctrico
Ester Andújar, coros
Ramón Cardo, saxo soprano
Santi Navalón, teclados
Stefan Braun, cello
Kiko Berenguer, saxo tenor
David Pastor, trompeta