RECORDANDO A LOUIS JORDAN

Reet, Petite and Gone (William Forest Crouch, 1947)

Puede que en estos tiempos en que el jazz se ha intelectualizado y sectorizado, Louis Jordan resulte un auténtico desconocido... o incluso un elemento profano en el actual Universo del Jazz. Pero Louis Jordan fue un pionero, un cantante emblemático y uno de los eslabones que propició la evolución del jazz y del blues hacia el rhythm and blues más primitivo y, posteriormente, al rock'n'roll. Hoy lo recordamos viendo Reet, Petite and Gone, una película del año 1947 donde se pueden escuchar ejemplos de esto que hablamos y donde Jordan se muestra en lo más alto de su carrera. La película forma parte ya del patrimonio común y está libre de derechos, por lo que se puede encontrar en sitios como archive.org, donde es posible visionarla en su totalidad, aunque la calidad no sea la mejor. Pero, ¿cómo es que nos acordamos hoy de Louis Jordan?

La respuesta está en Tremé. En el último episodio de la primera temporada, Albert Lambreaux (Clarke Peters) y su hijo Delmont (Rob Brown) discuten sobre una canción de Louis Jordan que suena en el estéreo mientras padre e hijo cosen sus trajes de indios. Cuando escuchamos esta canción, sentimos la necesidad de recuperar un nombre que no sonaba en nuestras mentes desde aquellos primeros vinilos que comprábamos en los 80, cuando estábamos convencidos de que construir nuestra incipiente colección de discos de jazz consistía básicamente en todo aquello anterior al free y Jordan entró a formar parte de nuestra pequeña colección con un disco que no había pasado por ningún proceso de restauración. La canción que sonaba en Tremé era “Ain’t Nobody Here But Us Chickens” y estaba incluida en No Moe! Louis Jordan’s Greatest Hits (Verve, 1992). La canción no está colocada ahí por casualidad: hay un chiste privado en la escena. El actor Clarke Peters escribió el libreto del musical Five Guys Named Moe en 1990 inspirándose en la canción del mismo nombre, para la cual Louis Jordan había grabado un corto (uno de aquellos primitivos soundies de la Era del Jazz).

Pat Rainey y Louis Jordan en la película
La película en cuestión no es gran cosa (cinematográficamente hablando) sino más bien un vehículo para el lucimiento de Jordan y para el disfrute de sus fans. De entrada, podemos ver tres números musicales consecutivos sin que haya ningún tipo de acción dramática ni haya arrancado aún el argumento, el cual, sobra decirlo, es tan insignificante como superfluo: el protagonista debe casarse con una mujer ¡con unas medidas exactas! para poder heredar. Probablemente fuera la primera película en mostrar bikinis, y no solamente uno... Quizás algún detalle como este rancio machismo de la época sea lo único que nos devuelve a la realidad de que estamos ante una película y no un video-clip.

Los números musicales, con las limitaciones de la época, son espectaculares y ver a Louis Jordan con sus Tympany Five haciendo de las suyas es realmente gratificante (creemos firmemente que uno debe volver de manera regular al hot jazz para renovar su fe en la música). También hay dúos con Bea Griffith y con June Richmond, temas como "Ain't That Just Like a Woman?" (que anuncian la inminente llegada del rock and roll (corría el año 1947), números electrizantes como "Ain't Nobody Here But Us Chickens"... pero nada como escuchar (y ver al mismo tiempo) a Jordan cantar y bailar su clásico "Let the Good Times Roll".

Si estas razones no les parecen pocas, aquí les dejo el film para que lo disfruten: