MARTA SIERRA, Paris Connection (Temps Records, 2022)
El violín es siempre un instrumento sorprendente en el jazz, por su fluidez, su cadencia y ese aire de bohemia. Quizás sea porque hemos conocido los mejores violinistas de jazz tocando en la orilla izquierda (Stéphane Grappelli nació en París, la misma ciudad donde murió Didier Lockwwod), por lo que no es extraño que las referencias que arman Paris Connection, el disco de la barcelonesa Marta Sierra tengan que ver con todo esto.
Marta Sierra lleva varios años recorriendo con éxito los escenarios de Barcelona y París (incluyendo La Chope des Puces, icónico local para los amantes del gypsy jazz), teniendo la oportunidad de tocar con nombres como Dorado Schmit y Costel Nitescu. Hace un jazz manouche lleno de nostalgia pero también de técnica. No es un estilo que exija mucha limpieza pero la ejecución de esta violinista es tan impecable que añade una belleza especial a las melodías gitanas de standards como "I Can't Give You Anything but Love" o el ineludible "All of Me".
El disco, grabado en Barcelona y en Les Sables d'Olonne (Francia), muestra a un cuarteto bien engranado y que suena sin estridencias ni artificios inútiles, un cuarteto donde acompañan a la violinista el clarinetista Fredrik Carlquist (al que tuvimos el enorme placer de escuchar en directo acompañando a Sharon Clark), el americano Stuart Grant (ambos afincados en España) y el guitarrista Maxime Bousquet, en quien Marta Sierra puede decir que tiene su propio "Django", porque tiene el swing, tiene esa soltura traviesa y el color necesarios para construir esos acompañamientos manouche y esos solos excitantes.
A la hora de destacar un tema, hemos dudado entre el delicioso vals manouche con el que arranca el álbum ("Indifférence") o este "Exactly Like You", escrito por Jimmy McHugh y que, con la letra de Dorothy Fields cantaron, entre otros, Nina Simone y Diana Krall. Aquí, en la versión instrumental de Marta Sierra, tiene un swing delicioso, adictivo, que crece con los solos de Carlquist, Sierra y Bousquet, otra vez Carlquist y el clímax final de Sierra.
Una violinista y un disco recomendables para todos los oídos.