ETNOFUSIÓN

VASKO ATANASOVSKI ADRABESA QUARTET, Phoenix 
(Moonjune Records, 2020)

Nos llega desde Eslovenia Phoenix, el disco de un potente cuarteto liderado por el saxofonista Vasko Atanasovski, que ha trabajado con músicos de jazz y world music de todo el mundo. Con una colección de temas propios, nos propone una estética valiente que lleva al folkore al campo de la improvisación y la experimentación, logrando texturas y atmósferas musicales que trascienden lo que entendemos por jazz rock o jazz fusión. 

Desde que comienza el disco, con el sonido del acordeón, el oyente sabe que está ante un disco de jazz mestizo, influenciado por los folklores balcánicos y mediterráneos, pero también por estructura de música clásica y de improvisación. 

Vasko Atanasovski es un saxofonista alto y soprano. También toca la flauta. En su haber, más de una docena de discos favorecidos por la crítica. Esto ha propiciado que haya tocado en numerosos escenarios de Europa y Asia, donde ha colaborado con otros músicos de jazz y world music. Personalmente, mantiene en activo varios proyectos y formaciones (Melem, Vasko3, Fire & Ice). Escuchando Phoenix, uno percibe enseguida su versatilidad como instrumentista y su gusto por que lo complejo suene fácil y placentero. Como compositor, crea atmósferas musicales llenas de texturas y colores, y muestra una visión amplia de los temas, con espacio para la creatividad de todos los músicos, con lo que el disco gana en calidad y profundidad.

Foto: Matjaz Vrecko

Adrabesa Quartet presenta una formación peculiar que mira, de alguna manera, a las raíces del jazz, cuando la tuba aún tenía el papel que ahora tiene el contrabajo, con violín y una variada percusión. Y todo esto con un cuarteto internacional que incluye, además del esloveno Atasanovski, otros tres músicos europeos. En el acordeón está el italiano Simone Zanchini, co-fundador del Adrabesa Quartet junto con Vasko en 2005 y ganador del premio Orpheus como Álbum del Año en 2016; en la tuba escuchamos al francés Michel Godard, (Kenny Wheeler, Ray Anderson, Michel Portal, Enrico Rava...). El cuarto miembro es Bodek Janke, encargado de la percusión y la tabla india, premiado en Alemania (Jazzpreis Baden-Württemberg y Preis der Deutschen Schallplattenkritik), por su trabajo en Westwind de Olivia Trummer y nombrado Mejor Solista del Año en el concurso Neuer Deutscher Jazzpreis de 2010. Al cuarteto se suma el chelista Ariel Vei Atanasovski, hijo de Vasko. Todos demuestran solvencia en sus instrumentos y su carácter internacional contribuye a que el sonido del proyecto suene como un crisol imposible de clasificar y que solo se puede calificar por el virtuosismo de sus músicos y la emoción que provocan. 


Phoenix es heredero de las muchas y variadas culturas que circundan el Mediterráneo, incluyendo el klezmer y las distintas estéticas del jazz que se han visto felizmente contaminadas por los folklores locales, desde la música árabe (tan cercana al flamenco) hasta las armonías balcánicas. Conmueven, especialmente, temas como "Liberation", que comienza con una clara influencia de la música clásica, pero que fluye hacia una catarsis donde la melodía se deconstruye y evoluciona, lentamente, con un dramatismo cinematográfico, hasta liberarse, llegando a una apoteosis rítmica y folkórica, festiva, en la que Vasko brilla con la flauta. Toda una experiencia que arrastra al oyente durante sus 11 minutos. 

Pero quizás el tema más excitante sea, desde el punto de vista jazzístico, "The Partisan Song", donde Zanchini saca todo el swing a su acordeón en el solo. Otros temas, dominados por la percusión como "Thornica" mezclan interesantes polirritmias que arrastran a todos los instrumentos. También es digno de mención el solo de tuba en "Balet".

Fresco, brillante por momentos, original, el sonido de Phoenix es tan evocador como fácil de escuchar. Nos recuerda que el jazz es una música versátil que acepta casi todos los mestizajes cuando se hacen con honestidad. 

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* Web oficial: www.vaskoatanasovski.com