VIVIR AL RITMO

XAVI REIJA, Dreamscape Room (2020)

Dreamscape Room es el nuevo disco del baterista Xavi Reija, donde vuelve a dar una vuelta de tuerca al trío de piano (esta vez con José Carra al piano y José Manuel “Popo” Posada en el contrabajo) para mostrarnos el lado vitalista y energético de su música, llena de personalidad y sentimiento, elementos que destila, como no puede ser de otra forma, a través del ritmo.



El ritmo es el alma de un percusionista y en Dreamscape Room cada composición tiene su propia filosofía rítmica. Y ahí es donde el alma de Xavi Reija se expresa con toda su energía porque los temas de este álbum son digresiones y relatos que hablan de la importancia de las relaciones y de los recuerdos, de las vivencias y de los que nos rodean, de ahí la vitalidad con que se expresa en la grabación ("A Lifetime With You", "Dreamscape Room") o el alto nivel dramático que impregna algunos de los temas ("Mom"). 


Como todo trío, es un all star y el protagonismo se reparte. El contrabajo de Posada muestra su lado improvisador y cantante en algunos temas como "A Lifetime With you", donde (casi) lo toca como una guitarra, casi melódico. El pianista José Carra pone el lado armónico a las composiciones de Reija, con improvisaciones a la altura de la intensidad de la batería y progresiones muy interesantes que contribuyen a esa sensación de fuerza y vitalidad que se percibe en el disco. Todo en este álbum es barroco en el sentido de que hay siempre más notas de las que uno espera escuchar, con una generosidad enorme por parte de los tres músicos, que derrochan virtuosismo y energía. El diálogo es constante y en composiciones como éstas, con su vitalismo casi cantabile, hace que parezcan himnos.

Algunos ejemplos de todo esto son, por ejemplo, "To My Friend" (un tema que se puede bailar, que "cantan" piano y bajo en un tono estimulante) o "Two Steps Ahead" (donde un Carra soberbio se mueve entre la exaltación y la reflexión) o "Remembrance", que, a pesar de ser un tema lento, tiene una lírica en el piano que asciende constantemente, en especial con esa percusión inquieta, asimétrica, en la que los platos dan un brillo extra al tema. Con tres instrumentos de ritmo, los tiempos son los dueños del disco. Reija es, polirrítmico, versátil hasta la extenuación, cambiante pero tan fácil de seguir que arrastra al oyente como un hipnotizador. 

En una línea evolucionada de su trío de Reflections (2016), este flamante Dreamscape Room profundiza en su exploración de las posibilidades rítmicas del trío de piano, y lo hace sin complejos y sin límites. Quizás sea un disco mucho más asequible al oído que su anterior The Sound of the Earth (2018), pero también más intenso. Y mucho más personal.



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