En medio de la campaña presidencial más barroca de la Historia de los Estados Unidos, el trombonista Delfeayo Marsalis sorprende con un álbum titulado Make America Great Again! (Troubadour Jazz Records, 2016), apropiándose de un eslogan que utilizó por primera vez Ronald Reagan en su campaña del 80 y que el impresentable Trump afirma haber inventado (en 2012 lo registró como marca). Marsalis pone el foco en la ironía, a ritmo de desfile de Nueva Orleáns, con ritmos optimistas y una poderosa Uptown Jazz Orchestra, en un disco que hace reír y hace pensar.
Es el séptimo álbum como líder de Delfeayo Marsalis y no el primero que sorprende por su título (anteriores fueron Pontius Pilate's Decision y The Last Southern Gentlemen, por ejemplo). Ahora, su uso irónico del lema Make America Great Again!, despoja a la frase del tono patriótico y xenófobo que ha ido adquiriendo a través de los años, y cabalga sobre una idea de América que, en las canciones originales del disco (escritas por Marsalis), discurre sobre la teoría de que la mejor época de su país ("Living Free and Running Wild") fue cuando Colón no había llegado, el agua era limpia, los búfalos corrían libres... Aunque tampoco había jazz.
En lo que nos interesa, el jazz, el disco suena a Nueva Orleáns 100%, a brass band, a desfile ("Put Your Right Foot Forward"), a celebración de la comunidad, a optimismo y a diversión, que es la manera con la que los habitantes de la ciudad se enfrentan a los desastres, sean naturales o políticos (para una mejor comprensión véase Tremé, la ficción televisiva que explica cómo la música y el espíritu de un lugar marcan su comportamiento). Lo más espectacular es la cohesión entre los músicos de la orquesta, especialmente en improvisaciones colectivas como el tema que da título al álbum. En palabras de Marsalis, lo más importante era mostrar "that joy and exuberance that people equate with the city", sin olvidar los orígenes africanos de su música, algo que, afirma, le recordaban constantemente Elvin Jones o Max Roach o Art Blakey o Clark Terry cuando tocaba con ellos, aquí presente en el contagioso funk de "Back to Africa" o la lastimera "Dream on Robben", dedicada a Nelson Mandela.
Y, al frente de este colectivo incansable y en algún momento agotador para el oyente, Marsalis, sin buscar un excesivo protagonismo, con un trombón que casi canta (Marsalis afirma que es un instrumento que, como el cello, se acerca mucho a la expresividad de la voz humana), con un sonido bellísimo en temas como "Skylark", donde se puede comprobar que el trombón no es sólo un instrumento de acompañamiento y ritmo si se le trata con sensibilidad.
El álbum comienza provocando, interprentado su himno nacional ("The Star Spangled Banner") para demostrar que pertenece a todos, no a quienes se adueñan de los eslóganes más excluyentes, para después apuntar a la música americana que ama, con estándares como "All of Me" o "Slylark", o clásicos de bandas de Nueva Orleáns como la Rebirth Brass Band ("Put Your Right Foot Forward") y la Dirty Dozen Brass Band ("Snowball"), o la influencia de la música de iglesia con Kyle Roussel al piano en un "All of Me" inspirado en Count Basie. En medio, ritmo, sarcasmo, grandes momentos en los vientos, y la prueba de que el humor es una poderosa arma contra la decepción. No recordaba (jazzísticamente hablando) un sarcasmo político tan bien instrumentado desde las "Fables of Faubus" de Mingus.
________
* Web oficial: www.delfeayomarsalis.com** Foto de la Uptown Jazz Orchestra: Racquel J. Ezell
*** Foto de Delfeayo Marsalis: Zack Smith (www.zacksmith.com)
Noche de jazz, libro a la venta en este enlace.