Giuliano Parisi es un pianista italiano afincado en Alicante, donde imparte talleres de jazz en el Conservatorio Superior de Música “Óscar Esplá” y donde además colabora con la big band del conservatorio, dirigida por Antonio Moltó. Alumno, entre otros, de Barry Harris y Joe Magnarelli, posee un estilo limpio, bop, erudito pero fresco. Su carta de presentación es el álbum Introducing Myself, en formato de trío.
El disco abre con "Let Me Go" y lo primero que llama la atención es el más que correcto engranaje entre los músicos (junto a Parisi están el contrabajista Julio Fuster y el batería Jeff Jerolamon), algo que se supone inherente a un trío de piano y que no siempre funciona. Aquí, sí. El trabajo del incansable Fuster, potente, sólido (y muy inspirado en los solos, incluso cantabile) cimenta el sonido del trío y, con ello, hace posible que no caigan en saco roto las aventuras de Jerolamon en la batería, que saca de sus baquetas todos los recursos del mundo, todo esto mientras Parisi hace sus equilibrismos en el teclado. Un acierto la elección de los músicos. En este primer tema ("Let Me Go") todos tienen un solo.
El álbum completo destila calidez, elegancia y una mezcla de erudición e inspiración que convierte los temas en originales y familiares a la vez. Destacan temas como "Pst!", una melodía inquieta, agridulce, que desvela en algún momentos aires ellingtonianos y que es casi una canción en los dedos de Parisi, como "Alma Sublime", de resonancias latinas y cinematográficas, que tiene una melodía más intimista y que es una balada a tempo medio. Otros temas, como "September Four" nos ofrecen una versión más audaz del intérprete, con temas más exigentes en cuanto a versatilidad, velocidad, digitación, y que, al mismo tiempo, aportan (concentrados) gran cantidad de atractivos elementos como: más swing, más síncopa, más erudición y referencias a ese hot jazz del que renegaban los boppers y que aporta un color increíble a esta composición. Un juego de llamada y respuesta en el solo de bajo completan el tema, quizás el mejor de este Introducing Myself.
El disco abre con "Let Me Go" y lo primero que llama la atención es el más que correcto engranaje entre los músicos (junto a Parisi están el contrabajista Julio Fuster y el batería Jeff Jerolamon), algo que se supone inherente a un trío de piano y que no siempre funciona. Aquí, sí. El trabajo del incansable Fuster, potente, sólido (y muy inspirado en los solos, incluso cantabile) cimenta el sonido del trío y, con ello, hace posible que no caigan en saco roto las aventuras de Jerolamon en la batería, que saca de sus baquetas todos los recursos del mundo, todo esto mientras Parisi hace sus equilibrismos en el teclado. Un acierto la elección de los músicos. En este primer tema ("Let Me Go") todos tienen un solo.
El álbum completo destila calidez, elegancia y una mezcla de erudición e inspiración que convierte los temas en originales y familiares a la vez. Destacan temas como "Pst!", una melodía inquieta, agridulce, que desvela en algún momentos aires ellingtonianos y que es casi una canción en los dedos de Parisi, como "Alma Sublime", de resonancias latinas y cinematográficas, que tiene una melodía más intimista y que es una balada a tempo medio. Otros temas, como "September Four" nos ofrecen una versión más audaz del intérprete, con temas más exigentes en cuanto a versatilidad, velocidad, digitación, y que, al mismo tiempo, aportan (concentrados) gran cantidad de atractivos elementos como: más swing, más síncopa, más erudición y referencias a ese hot jazz del que renegaban los boppers y que aporta un color increíble a esta composición. Un juego de llamada y respuesta en el solo de bajo completan el tema, quizás el mejor de este Introducing Myself.
Les dejo con "Let Me Go", grabado en vivo en el Club de Jazz de las Mil Pesetas, de Villena (Alicante), con la misma formación del álbum.
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