EL DISCO DE JAZZ MÁS ODIADO DE LA HISTORIA

MILES DAVIS, On the Corner (Columbia, 1972)


Hay momentos en los que, hastiados de novedades, sentimos la necesidad de volver la vista atrás. En este mismo blog he citado algunas veces la utilización que hago de Ellington como medicina. Rebuscar en la propia discoteca de casa es tan sano como escuchar discos nuevos cada semana porque el jazz (el jazz bien escrito o bien improvisado) admite tantas escuchas como uno quiera: siempre hay algo nuevo que escapó a nuestra atención o que suena nuevo en un momento nuevo. Hoy me ha dado por recuperar un disco de los más atrevidos e ignorados de Miles Davis. On the Corner, lanzado en 1972, es un ejemplo de la fase final de Miles, cuando recolectaba músicos jóvenes constantemente y los alimentaba con una idea para después dejarlos improvisar (a veces, durante un cuarto de hora) para intervenir sólo cuando la inspiración se lo imponía. Miles estaba en pleno periodo eléctrico y este venía después de tres álbumes elogiados por la crítica (In A Silent WayBitches Brew y A Tribute to Jack Johnson), a pesar de los cual, On the Corner se convirtió en el álbum más odiado del jazz, como lo renombró The Guardian, masacrado por la crítica de la época e incluso repudiado por algunos de los músicos que trabajaron en la grabación. Un artículo detallado al respecto se puede leer en esta web.

"Partitura" sobre la que trabajaron
los músicos de On the Corner
Quizás Miles pensó que podría seguir la estela improvisadora de Jack Johnson. Según su biógrafo, Ian Carr, en aquella época Miles mantenía largas conversaciones sobre música contemporánea con un chelista inglés, Paul Buckmaster, quien le descubrió la música de Stockhausen y le propuso la idea de experimentar con música temporal no regular (con pasajes fuera de tiempo), tal como había hecho en algunas composiciones Stockhausen, combinándola con música de la calle y la percepción de la ciudad que Miles tenía desde su lujoso apartamento. La idea no era mala. El jazz como testigo de la calle.


Lo malo es que la idea se cristalizó en algo tan simple como aburridas piezas de funky de duración indeterminada, apoyadas en grooves de bajo y batería, y basadas en un solo acorde. Monótono para muchos, impensable para otros, no consigue su objetivo a pesar del increíble plantel de músicos que trabajaron en las sesiones (Corea, Hancock, McLaughlin, DeJohnette, Liebman...). Quizás fue ideado como uno de esos discos rompedores que hacen crujir los cimientos del canon de vez en cuando... pero se quedó a medias.



Más valorada por los críticos con el paso de las décadas, en 2007 se publicó The Complete On The Corner Sessions, una caja con 6 CD's sólo apta para coleccionistas recalcitrantes, 6 CD's que recogían todas (imagino) las tomas de las tres sesiones de grabación (1 y 6 de junio, 7 de julio de 1972) pero tal cantidad de música (casi 7 horas) en lugar de aportar información sobre las improvisaciones en el estudio, provocan el efecto contrario, hastiando al oyente con una cantidad de música (en palabras de Dave Liebman, que participó en el álbum) "bastante caótica y desorganizada", aunque, en defensa de Liebman hay que decir que, cuando llegó al estudio, lo metieron en una cabina desde la cual apenas podía distinguir el ritmo discontinuo entre tanto percusionista, y que la única directiva que se le dio fue la de tocar en mi bemol. 


Mi problema con Miles es que hay entre nosotros una tensión dramática no resuelta. A pesar de que mis discos preferidos son los que van desde Kind of Blue hasta las últimas sesiones de Prestige, siempre vuelvo a los discos eléctricos. ¿Por qué? No los entiendo, y eso hace que los investigue una y otra vez, que regrese a ellos con tanta frecuencia que, a veces, creo que los escucho más que a los que prefiero. Cosas de aficionados. Y, en este sentido, On the Corner es una pieza esencial que pide ser descifrada dentro de su compleja simplicidad.

Miles y su productor en esa época, Teo Macero
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* En carpeta del LP original no constaban los nombres de los músicos que participaron en el álbum, quizás para despistar a los críticos. Según distintas fuentes, estos son los que participaron (alternándose en distintas formaciones):

Miles Davis, trompeta amplificada con wah-wah
Carlos Garnett, saxos soprano y tenor
Dave Liebman, saxos soprano y tenor
Bennie Maupin, clarinete bajo
Chick Corea, Fender Rhodes, teclados
Herbie Hancock, Fender Rhodes, teclados
Harold Ivory Williams, teclados
Cedric Lawson, órgano

Dave CreamerReggie Lucas John McLaughlin, guitarra
Khalil Baladrishna y Collin Walcott, sitar eléctrico
Michael Henderson, bajo eléctrico
Don AliasJack DeJohnetteAl Foster y Billy Hart, batería
James M'tume, percusión
Badal Roy, tabla


http://jazzeseruido.blogspot.com/p/relatos-de-jazz_28.html