MÚSICA PARA TIEMPOS VIOLENTOS

THE MARK HARVEY GROUP, A Rite for All Souls 
(Americas Musicworks, 2020)

El sello Americas Musicworks edita ahora este concierto de 1971 del trompetista Mark Harvey en el que reivindica la paz y el entendimiento entre todos los seres humanos, un principio asumido en nuestra cultura y en nuestras leyes que queda en entredicho cuando ocurren hechos como los de Minneapolis o Atlanta y la violencia se multiplica. Tengo dos principios que nunca me planteé tener: el primero, no elijo a mis amigos (ni los juzgo) por su color ni por sus ideas políticas, sexuales o religiosas; el segundo, reniego de toda violencia y en toda situación (salvo, quizás en las películas). Nunca decidí pensar así pero pienso que es un sentimiento natural que fluye del alma y que ciertos estamentos (por ejemplo, las películas o la política) corrompen. Por eso juzgo duro el comportamiento de algunos policías americanos pero también el de los que piensan que con más violencia pueden evitar que el caso se repita. 

Mark Harvey en 1975
Discursos aparte, hablemos solo de música. Mark Harvey fue ministro de la iglesia metodista de Old West en Boston. Su grupo fue el ensemble residente de jazz de esta iglesia, primero como octeto, haciendo hardbop, jazz modal y jazz rock, para derivar a principios de los 70 en un cuarteto experimental influenciado por las grabaciones de Ornette Coleman, John Coltrane y la Art Ensemble of Chicago, quedando en la formación que podemos escuchar aquí: Mark Harvey, metales; Peter H. Bloom, madera; Craig Ellis y Michael Standish, percusiones. A esa época corresponde esta grabación, ahora rescatada de un sótano y que el propio Harvey consideró, cincuenta años después de registrarla, que "esto era algo especial que merecía ser escuchado", especialmente en los momentos convulsos que vive Estados Unidos a causa de los nuevos disturbios raciales. 

De izq. a derecha: Bloom, Standish, Harvey y Ellis
(Foto: Margot Niederland)

El concierto tuvo lugar el 31 de octubre de 1971 en la iglesia de Old West, en dos pases que se corresponden a los dos discos de esta edición y, para conservar la frescura del concierto, se edita en un doble CD con el sonido monoaural original. A la intro ("Invocation/Introit") sigue una especie de invocación contra los demonios ("Recitation: Spel Against Demons"). Tras este exorcismo vocal sigue todo un recital de sonidos experimentales que se mueven entre la serenidad y el tumulto, los sonidos rabiosos y el silencio más respetuoso, a través de sus 96 minutos de improvisación libre, sin partitura ni acordes escritos, alternados con discursos y digresiones que aportan significados a veces herméticos, otras explícitos, dando al álbum el sentido de ritual que tomaban sus peculiares conciertos. Estos epigramas recitados incluyen The Second Coming de W.B. Yeats. Sonidos étnicos traídos de Asia, percusiones arrítmicas y vientos atonales reflejan una época de las más interesantes en cuanto a improvisación y libertad se refiere, la frontera de los 70, un disco que es, además, un interesantísimo documento histórico que puede servir de faro a las mentes actuales. Y no estamos hablando solo de jazz.