LA BELLEZA MÁS LIBRE

BALDO MARTÍNEZ, Música imaginaria (Karonte, 2024)

El contrabajista Baldo Martínez, único entre los únicos de este país, continúa la senda que él mismo creó antes incluso de llegar a Projecto Miño o Folkore Imaginario (con Carlos Actis) para fusionar el sentir melódico del folk con la libertad sin límites del jazz contemporáneo. No habíamos escuchado nada más concluyente en este terreno hasta que apareció Baldo. Y esta Música imaginaria es la continuación lógica y sublime de este camino, un disco que se presentó el pasado 5 de julio en el Festival de Jazz de Vitoria con Julián Sánchez (trompeta y fliscorno), Juan Saiz (flauta, saxo tenor y soprano), Joao Barradas (acordeón), Andrés Coll (vibráfono y marimba) y Lucía Martínez (batería, objetos sonoros y voz).


A lo largo del repertorio de Música imaginaria asoman sonidos de Galicia como un leitmotiv juguetón que aparece y desaparece mientras el sexteto despliega ante nuestros oídos diferentes estéticas sin abandonar la vanguardia, un camino que encuentra por momentos la Gran Belleza en esos sonidos y estructuras libres, y para el oyente atento, esta Música imaginaria contiene momentos de una inspiración sublime. Baste poner, por ejemplo, "A través del muro", con ese groove del contrabajo llevando el tema mientras Saiz al tenor y Sánchez a la trompeta juegan al unísono como si fueran un grupo de hardbop (lo sugiere la estructura del tema también) pero destilando exquisiteces en la atonalidad. El solo de Saiz es brutal y justifica por sí solo su presencia (aunque es un habitual cuando Baldo toca a trío). Julián Sánchez no se queda atrás. No todo es especulación. El disco está lleno de puro espectáculo (jazzístico).

Foto: Elvira Megías
De todos los momentos de este repertorio imaginario, me quedaría con el solo de Baldo en "Gaia", lírico y casi cantable, evocador, tocado con esa sutileza en los dedos tan difícil en un instrumento como este. El tema también tiene un gran trabajo de Lucía Martínez (como en todo el álbum) buscando sonoridades cambiantes en la percusión (no hablamos exclusivamente de su solo). Es una delicia escucharla en cualquier entorno que la escuches. Juan Saiz, por su parte, tiene un solo en la flauta tremendo, intenso, veloz, virtuoso. Momentos así, de puro ritmo y ruido ("Todos fuera"), donde cada músico lleva al límite la tímbrica de su instrumento; momentos dulces y oníricos con las mazas de Andrés Coll y el acordeón de Joao Barradas; momentos líricos de Baldo con el arco en la mano... convierten este disco tan contemporáneo y rompedor en algo conmovedor.

La sensación final de la escucha del disco es la de que el ferrolano Baldo Martínez ha vuelto a conquistar con éxito terrenos inexplorados. El disco en su conjunto es un brainstorming brutal para cualquier aficionado al jazz, pero confiamos en cruzarnos con Baldo y sus músicos en algún festival para poder catar todo esto en directo. 



* Más info: baldomartinez.com

UNA POR KURT WEILL

SAM BRAYSHER, That’s Him: The Music of Kurt Weill (2024)

Al saxofonista Sam Braysher lo habíamos escuchado ya dibujando esos fraseos cálidos y llenos de sentimiento en su anterior álbum (Dance Little Lady, Dance Little Man) de 2021. Un saxo alto capaz de versionar a los grandes tenores merecía nuestra atención... y salió victorioso del desafío. Su sofisticada manera de reinterpretar los temas nos sedujo y este año vuelve con un disco en el que se embarca en una nueva aventura como músico e investigador: revisar, con su sonido complejo pero delicado, los mordaces temas de ese monstruo musical que fue Kurt Weill

Kurt Weill vivió apenas 50 años. Nació en una familia judía alemana en 1900. Su padre era el paitán de una sinagoga y, como tal, dirigía los cantos. Seguramente fue el primer contacto del joven Kurt con la música. Estudió en el Conservatorio de Berlín en tiempos del expresionismo y eso le marcó. Después, sus trabajos de ópera le llevaron al surrealismo y de ahí al teatro musical. Los músicos de jazz que han interpretado sus canciones (desde Louis Armstrong hasta Miles Davis) lo han convertido en un clásico. 



Sam Braysher entiende que Kurt Weill era un poeta musical, un poeta maldito, como todos, y pone una alta dosis de sentimiento en los arreglos y en las improvisaciones, trasladando al lenguaje del saxo alto la sensibilidad germano-americana de Weill. Apoyado en una sección rítmica con un sonido atemporal, capitaneada por el pianista húngaro 
Matyas Gayer (Eddie Henderson, Jim Rotondi), el baterista Steve Brown (Scott Hamilton, Barry Harris) y el bajista italiano Dario di Lecce (Stacey Kent, Grant Stewart), suma en tres temas a la cantante Sara Dowling, (votada Mejor Vocalista en los British Jazz Awards de 2019), quizás para que no olvidemos que Weill colaboró con letristas tan únicos como Ira Gershwing, Bertolt Brecht y Langston Hughes

Foto: Dan Redding

No esperen encontrar en el repertorio los grandes hits de Weill como "Lost In The Stars", "September Song" o "Mack The Knife" porque Braysher ha rebuscado en lo musical y no en lo anecdótico, y muestra una intención clara de
encontrar el jazz bajo la poesía. Con una Sara Dowling perfecta y muy clásica en temas como "The Right Guy For Me" o "That's Him", Braysher está pletórico en los temas instrumentales, con joyas como "This Is New", "Bilbao Song", donde toca acompañado solo por el contrabajo y donde expone la melodía con mucho juego, o "Moon-Faced, Starry-Eyed", donde se muestra muy bluesy con una sección rítmica swingueante y un Gayer perfecto en su solo. Hay que resaltar también el genial diálogo entre saxo y piano en "Ships Adrift", con bajo y batería a todo tren, con continuos guiños al bebop, una explosión de placer para el oyente que, además, es el único tema original del álbum, compuesto por Braysher.

Como ya dijimos en 2021, Sam Braysher es un saxo alto a tener en cuenta, con una voz propia, y su nuevo álbum es más que recomendable, no solo por la perspectiva con que interpreta a Weill... y una buena oportunidad para conocer a Sara Dowling.



* Más info en: sambraysher.com

30 AÑOS DE LA GLORIA DE GERSHWIN

LARRY ADLER, The Glory of Gershwin (Mercury, 1994)

Hoy 11 de julio es el aniversario de la muerte de George Gershwin, uno de los más grandes compositores del siglo XX y quizás el más versionado por los músicos de jazz, mientras que el próximo 25 de julio se cumplirán 30 años de la publicación de un disco que podríamos calificar de singular. Se trata de la recopilación The Glory of Gershwin, protagonizada por el maestro entre los maestros de la armónica de jazz, Larry Adler. Un álbum que sirvió como homenaje por su 80º cumpleaños, al tiempo que rendía tributo al que fue su gran amigo, George Gershwin y, de paso, al hermano y letrista perfecto, Ira.

Adler interviene en todos los temas acompañado por cantantes de pop y de rock, algo que causó polémica entre los aficionados al jazz porque eran estrellas que, a priori, estaban muy lejos estéticamente del jazz de verdad, pero, visto desde una perspectiva optimista, este disco puso el nombre de Gershwin en los oídos de muchos profanos que no habían escuchado jazz en su pobre vida 


Estrellas del pop como Peter Gabriel cantando "Summertime", Elton John ("Someone To Watch Over Me/Our Love Is Here To Stay"), Lisa Stansfield ("They Can't Take That Away From Me"), Sting ("Nice Work If You Can Get It"), un sorprendente ¡Meat Loaf! versionando "Somebody Loves Me"... pueden parecer una tropa fuera de lugar, un plantel inusual e incluso polémico para un homenaje a alguien tan grande en el mundo del jazz pero yo insistiría en puntualizar que Gershwin, aunque introdujo sonidos del jazz en la música clásica, no fue propiamente un jazzman sino un hijo de un tiempo en que el jazz dominaba la estética de la música popular. Además, Larry Adler está fabuloso en todos los temas y algunos de estos cantantes saben cantar jazz (algunos más que otros, como Oleta Adams, cuya voz destila blues), pero todos parecen poner el alma en ello. 

 


Bien, no todos saben usar la síncopa y jazzear, pero versiones como la de Kate Bush ("The Man I Love") con ese timbre tan personal y el color tan melancólico que adopta al entonar los versos ponen los pelos de punta, mientras que Sinnead O'Connor, gran aficionada a las grandes divas del jazz (las versionó en su disco Am I Not Your Girl? de 1992) toma "My Man's Gone Now" y simplemente lo lleva a su terreno pop.

Los arreglos, realizados por George Martin (sí, el Quinto Beatle), Graham Preskett y Michael Gibbs (orquestales pero muy jazzísticos) envuelven a estas grabaciones con un sonido glorioso y espectacular, y se convierten en lo mejor del álbum porque, al final, la aparición de grandes estrellas es solo algo anecdótico, pero cuando alguno de ellos no da la talla en este disco, los arreglos lo hacen. Mención especial para el corte final, 8 minutos de "Rhapsody In Blue" con orquesta dirigida por George Martin y con un Larry Adler demostrando que estaba en lo más alto a sus 80 años.

Les dejo también este documental emitido por RTVE en los 90.


LA ISLA DEL GYPSY JAZZ

MARION & SOBO BAND, Gomera (GLM, 2024) 

La isla de La Gomera ha sido la inspiracion de Marion Lenfant-Preus y Alexander "Sobo" Sobocinsky para su tercer disco.  Ambos son músicos y viajeros, y han pasado por Colombia, Cuba... para recabar en varias ocasiones en las Islas Canarias. El particular colorido de su naturaleza agreste inspira una colección de 13 temas que incluyen composiciones originales a la vez que repasan algunos clásicos del jazz manouche e incluso alguna habanera... La banda completa son Marion Lenfant-Preus (voz), Alexander "Sobo" Sobocinski (guitarra), Frank Brempel (violín), Stefan Berger (bajo) y Jonas Vogelsang (guitarra).

La voz de Marion tiene esa dulzura juguetona (llamémosle traviesa) que se adapta tan bien al swing y aporta esa personalidad típica del gypsy jazz, tanto cuando juega con los versos como cuando hace scat. En cuanto a la guitarra, protagonista indiscutible de la estética manouche, habría que destacar la versatilidad de Sobo. Puede hacer swing divertido y salvaje con un virtuosismo arrollador y pararse a acompañar una chanson con la delicadeza que merece ("Amour Supreme" o "Que reste t-il de nos amours?") con un estilo casi pop pero nunca exento de swing. 


Foto: Alessandro de Matteis

En este sentido, el disco es (afortunadamente) muy heterogéneo y alterna temas muy al estilo de Django Reindhart (versiones como la loca y clásica "Puttin' On The Ritz" o la chanson convertida en swing "Les Listes") con otros de influencias balcánicas, como "Opa Cupa" (qué bien encaja el folklore balcánico en el jazz manouche) o brasileñas ("Promesse") e incluso una versión a ritmo de gypsy jazz de una habanera (la clásica "Veinte años", que escribieron Guillermina Arambury y María Teresa Vera, que la popularizó mucho antes de que la versionaran Omara Portuondo o Buena Vista Social Club). Habría que destacar en "Veinte años" no solo la apasionada interpretación vocal sino también los solos, en especial el de violín (Brempel) y el del bajo (Berger). 

Con continuos homenajes a la isla ("Epina Swging", "Playa de vueltas"), el disco termina con "Les yeux noires", versión peculiar de la versión que en su día hizo Django Reindhart de la vieja canción rusa. Comienza como un poema, lenta y dulce, para transformarse en una apasionada locura a ritmo de swing manouche y dejando al oyente la sensacion de necesitar volver a empezar para capturar toda la amalgama que ha pasado por sus oídos. Un disco muy recomendable, tanto para aficionados al jazz manouche (se atrevan a bailarlo o no) como para quienes busquen un jazz complejo, inteligente, pero fácil de escuchar.



* Más info: marionandsobo.com

FUSIONES INESPERADAS

Nos encanta descubrir voces y sonidos nuevos. Hoy escuchamos tres álbumes de April Records que tienen algo en común: son fusiones inesperadas de instrumentos que nunca habíamos escuchado juntos o de estéticas que parecían imposibles de emparejar. En ellos las tímbricas de los instrumentos se adaptan al diálogo y en todos surgen sinergias que dan sentido a la música. 


LIS WESSBERG, Twain Walking (April Records, 2024)

Twain Walking  no es un disco de jazz electrónico sino un disco de jazz donde, en ciertos pasajes, la electrónica (Rhodes, Moog, sintetizadores) suma capas para favorecer la expresividad del trombón. Bajo y batería siguen formando una sección rítmica típica del jazz. La trombonista danesa Lis Wessberg resulta un gran descubrimiento con este álbum, donde mezcla con habilidad paisajes sonoros electrónicos con un jazz seductor e hipnótico, un paso adelante, una versión contemporánea del cool jazz que lleva tocando 30 años.

Como el cool, que se mueve entre lo salvaje del bop y lo sereno del pop, el jazz de Wessberg flota entre la tradición hot jazz y la frialdad nórdca. Llevando más lejos la metáfora, sus composiciones están a medio camino entre la experimentación de Miles Davis y la serenidad de la trompeta de Miles Davis.

Con composiciones propias y rodeada de los músicos Steen Rasmussen (Fender Rhodes, Moog, sintetizadores, piano), Lennart Ginman (contrabajo, electrónicas), Jeppe Gram (batería) y la voz de Karmen Rõivassepp, nos ofrece un valioso repertorio que va de los paisajes ambientales, casi cinematográficos, a otros donde el groove nos empuja sin remedio, como es el caso de "Trapestry of Life", donde los sintetizadores crean una energía cercana a las improvisaciones espirituales de Miles Davis al inicio de su época electrónica. Dicho sea sin ánimo de comparar.



* Web oficial: www.liswessberg.com


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EMIL DE WAAL, Fire Øjne (April Records, 2024)

El caso del percusionista danés Emil de Waal plantea una experimen-tación dentro de la experimentación. A sus singulares composiciones suma la complejidad de hacer un disco a dúo, pero no un disco a dúo con otro músico sino con uno distinto en cada tema. Concebido en principio como un disco en solitario (ya que afirma que en sus disco anteriores las decisiones fueron colectivas y aquí son personales), este Fire Øjne (literalmente, cuatro ojos) explora las posibilidades conversacionales con otros instrumentos, además de experimentar personalmente con ritmos y con electrónica, programación, flauta, agua y, por supuesto, percusión.  

Algunos de estos dúos a destacar son, por ejemplo, "Regnvejrssang", una vieja sintonía de dibujos animados de los años 70 que De Waal interpreta aquí junto con Fredrik Lundin en la flauta baja, reforzando una poderosa intención melancólica; "Paradigme", donde juega con el sonido del agua como si de un instrumento de percusión se tratara, mientras el piano electrónico crea ambientes inquietantes; "Generøs", en el que Cecilie Strange presenta un tema bastante libre al saxo, lleno de inquietantes giros que De Waal amplifica con la percusión... Aunque quizás la fusión más interesante sea la de "Halvfirs Ferms", donde la percusión obsesiva de De Waal se une a la guitarra de Rasmus Oppenhagen Krogh, que realiza un trabajo casi netamente rítmico, conformando un tema hipnótico. Dos temas con raíces menos experimentales son "Limbo Jazz" de Duke Ellington, donde establece un ritmo muy crudo mientras el saxo barítono de Lundin revive la festiva melodía elliingtoniana, y "Silence", una composición de Charlie Haden que ya interpretaron Chet Baker y Don Cherry, y que aquí, con el sonido que Susan Alcorn extrae de su pedal guitar, cuyos largos fraseos suenan casi a órgano, toma el carácter de un himno sagrado. El único tema en solitario es "Logistik", una enorme improvisación de batería que resulta más narrativa que explorativa. Tema contenido y sinuoso, deja la sensación de haber escuchado un tema completo, no un solo. 




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DAWDA JOBARTEH & STEFAN PASBORG, 
Live in Turku (April Records, 2024)

La kora es un instrumento de 20 o 21 cuerdas, pariente lejana del laúd y del arpa. Traída de Gambia y países limítrofes, no se nos ocurre un instrumento menos habitual en el jazz. Pero ahí está Live in Turku, un disco de música improvisada con tintes de world jazz cuyo principal responsable es Dawda Jobarteh, un músico gambiano, hijo y nieto de músicos, que vive en Dinamarca. Su cómplice es el percusionista Stefan Pasborg

Tras el seductor comienzo a tempo lento, con la percursión manteniendo un ritmo intrigante y la kora anunciando una melodía aparentemente plácida, el disco estalla en una explosión de energía más similar al jazz rock que al folklore africano o al afro jazz. De hecho, lo que toca Jobarteh en este inicio es una versión eléctrica del instrumento tradicional. No podemos eludir que el disco es pura energía, energía llena de melodías exóticas donde ambos músicos se complementan y suenan como si fuera una banda completa, gracias a las propiedades armónicas de la kora y al trabajo polirrítmico de Pasborg. 

El álbum, grabado en directo en el Festival de Jazz de Turku (Finlandia) en abril del año pasado, contiene cinco temas originales de Jobarteh y de Pasborg, una versión de un tema del baterista Ed Blackwell ("Togo") con un comienzo poético e improvisaciones tremendas, y alguna referencia clásica, como una versión de "Better Git It In Your Soul", que Charlie Mingus publicó en su Mingus Ah Um (Columbia, 1959) y que aquí suena más potente y más africana que nunca con las armonías de la kora. ¡Y con el brutal solo de batería de Pasborg!

En resumen, un disco singular, una inesperada fusión de armonías africanas con la energía de un jazz-rock hijo de Miles Davis, pero también de psicodelias herederas de Hendrix o McLaughlin con la Mahavishnu.



* Más info en aprilrecords.com/dawda-jobarteh-stefan-pasborg-live-in-turku/

ZURIAREN GAINEAN BELTZA

MIKEL GAZTELURRUTIA TRIO, Black on White 
(Errabal Jazz, 2024)

No hay introducción. El disco entra a saco con el tema. La sección rítmica a tope y unos acordes para que el piano presente la melodía. El pianista es Mikel Gaztelurrutia y este ritmo, este derroche de notas y energía es su declaración de intenciones, una necesidad de plasmar todo lo que desborda su creatividad. Sin miedo. Su flamante Black on White es un crisol personal de influencias de jazz europeo y americano. 


Mikel Gaztelurrutia es un pianista nacido en Éibar que se formó en el Conservatorio Superior de Barcelona y posteriormente en piano de jazz en el Taller de Musics. Docente, compositor, arreglista y director, ha creado proyectos como The New Jazz Voices Ensemble, YO! y Brazilian Sextet. Black on White es su tercer disco a trío. Le acompañan en este trío Javier Callén al contrabajo y Aritza Castro a la batería. Javier Callén hace un tour de force en el contrabajo en "Night Hunter" (donde Gaztelurrutia pone un contrapunto sutil con el Rhodes) y tiene un papel protagonista en el hipnótico riff de "Tea in the Sahara" (Sting), donde el piano dota a la melodía original de una belleza sincopada e inesperada. Gaztelurrutia ya adaptó otro tema de Sting en su anterior trabajo The New Jazz Voices Ensamble, donde también versionaba a otro icono pop, Stevie Wonder, y a clásicos como Ellington y Gershwin.


El repertorio del disco es eléctico e imprevisible. Nos encontramos temas como "Moon Flower", y "Doors", composiciones de atmósfera especulativa sobre las que se dibujan apenas melodías bellas y complejas; juegos llenos de color donde se pasa el ritmo de una mano a la otra ("Roadless Travel") y también temas delicados y brillantes como "Nana para un adulto" o el final del álbum, a piano solo, "Parentesi".

Black on White es un disco con una voz muy personal, plagado de influencias pero de una manera sutil, perfecto quienes no habíamos reparado aún en Mikel Gaztelurrutia. 



* Más info: https://hotsak.eus/es/product/black-on-white/

UNA BÚSQUEDA Y UN HALLAZGO

PEDRO MOLINA, À procura (Porta-Jazz, 2024)

 

El contrabajista Pedro Molina es un músico murciano afincado en Oporto, donde se licenció en la ESMAE. Con una percepción personal del jazz como caleidoscopio, mezcla los ritmos negros con el rock, el pop y el free en su disco À procura, grabado el 28 de agosto de 2023 en el Centro de Alto Rendimiento Artístico de Matosinhos (Portugal) como fruto de un proyecto escénico que lleva paseando desde 2022 por los festivales de Loulé, Murcia, Criajazz, Out Jazz, Seixal Jazz o Guimarães Jazz. El cuarteto, premiado en 2023 como ‘Mejor banda’ en el 3º Concurso Internacional de Jazz de la Universidad de Aveiro, está formado por músicos emergentes de la escena portuguesa: Miguel Meirinhos (piano), Filipe Dias (guitarra) y Gonçalo Ribeiro (batería). 

Siete composiciones originales y muy personales donde Pedro Molina explora los caminos del jazz a partir de su propia percepción musical, guiándose por las direcciones que toman los temas con el interplay del cuarteto; composiciones que ha creado, como buen artista, de su observación del arte y del mundo, de los lugares y de las emociones, 

Crea un lenguaje propio, mestizo, donde fusiona sus influencias con sus objetivos, y su música con la personalidad de sus músicos, que se perciben libres en las continuas improvisaciones colectivas, encontramos temas que van de la fusión sin etiquetas a la especulación más libre. En el primer tema ("Reflexiones tardías") ya nos anuncia que, aunque sobrepasando las fronteras, su intención es emocionar. Su delicioso solo al contrabajo, introspectivo, casi poético, que desemboca en un momento intenso con todo el cuarteto, es perfecto. Él lleva la introducción del siguiente tema ("F(...)F"), plagado de solos especulativos (piano, guitarra...). 

Esta es la tónica del disco: la de un músico que ha encontrado su propia voz y, que, como compositor, consigue hacer brillar y poner en valor a un instrumento tan raramente protagonista como es el contrabajo. Además, sabe dar espacio a su cuarteto para improvisar y expresarse, tanto en los temas más rítmicos ("A salto de mata") como en los momentos más libres y disonantes ("Calma") o en los más líricos ("Não Há Nada a Fazer?").

Un disco recomendable y un músico que esperamos ver pronto en directo por España.


UN VIAJE INTERIOR (Y MODAL)

RAMIRO ZAYAS, Parte del viaje (Club del disco, 2024)

Entrar en Parte del viaje es entrar en un mundo de introspección donde las armonías sugieren historias por contar. El autor de este viaje es el compositor y pianista argentino Ramiro Zayas. Su propósito en su segundo álbum es narrar un viaje interior que trata del cambio y de las partes de uno que quedan cuando nos movemos, según cuenta. Y lo hace con siete composiciones originales, muy buenos músicos y mucha improvisación modal. 

Grabado en Basilea (Suiza) y mezclado en Buenos Aires (Argentina), el disco contiene temas compouestos por Zayas entre 2019 y 2022, temas pulidos a lo largo de conciertos y más conciertos por diferentes músicos y formaciones, provocando una evolución lógica, orgánica, hasta que llega el momento de grabar.

"Fiel a esta narrativa en evolución, decidí convocar a amigos nuevos y antiguos que refrescaron y aportaron una nueva visión a los temas, permitiendo la experimentación con diferentes instrumentaciones: Josh Schofield, Sebastian Greschuk, Yossi Itskovich, Joseph Bijon y Michał Skwierczyński", afirma Zayas.
Los músicos que acompañan al pianista en este disco son Isak Ingvarsson (saxo tenor), Lisa Hoppe (bajo) y Leo Gerstner (tbatería); pero, fiel a su objetivo de mostrar el cambio, utiliza a otros músicos según el tema (Josh Schofield al saxo alto, el trompetista Sebastian Greschuk, a la trompeta y fliscorno, el trombonista Yossi Itskovich y los guitarristas Joseph Bijon y Michał Skwierczyński, lo que produce un efecto caleidoscópico en el disco porque el sonido, como el grupo, cambia casi en cada tema. 

Temas hay muy interesantes en el álbum, como el que abre el disco, con su hipnótico riff de contrabajo (Hoppe), que da paso a un tema especulativo con un protagonismo especial del saxo alto y la guitarra, con el piano en segundo plano; el intimista "Winter Tales", también con el contrabajo de protagonista y con su sincopado solo de piano; o la grabación que cierra el disco, que suena como un homenaje a Duke Ellington, con formato de septeto y sinuosas orquestaciones que recuerdan a las suites del Duque (dentro de la modernidad, por supuesto). Pero, de todo el repertorio, habría que destacar el delicado discurso de Zayas al piano en "Circle Song", con sus cambios de ritmo y sus progresiones de acordes jugando con una melodía bellísima apoyándose solo en la sección rítmica (Hoppe y Gerstner) para después dar un paso atrás y acompañar sutilmente el breve solo de Ingvarsson al tenor. El juego vuelve a empezar y el discurso del piano continúa más complejo aún, para dar paso de nuevo al tenor... Algunos aires argentinos se dejan sentir en la melodía, redondeando el tema, que termina con una serena coda.


Ramiro Zayas es un joven compositor y pianista argentino. Dirige el ensemble Collector y forma parte del trío argentino-finlandés Narat. Parte del viaje es su segundo disco como líder tras Rio interior de 2019. Ha grabado este proyecto tras algunos años moviéndose por la escena musical de Berlín, un disco más que recomendable por su manera de utilizar los nuevos lenguajes del jazz sin artificios. 




The Danish connection of JEFF 'TAIN' WATTS

WINTHER | ANDERSSON | WATTS, Waw! 
(Hobby Horse Records, 2024) 

Sobra comentar quién es Jeff 'Tain' Watts. Baterista de Michael Brecker, Conrad Herwig, Stanley Jordan, Alice Coltrane, McCoy Tyner... entre otros muchos; y líder en una decena de discos. Este año lo encontramos grabando con dos músicos daneses, el pianista Carl Winther y el contrabajista Richard Andersson, al que escuchamos hace poco con su trío NOR. La historia de esta grabación se remonta a 2008, cuando Jeff 'Tain' Watts acudió a un workshop en Dinamarca, donde recibió invitaciones para participar en varios proyectos. El resultado de la sinergia surgida entre Winther, Andersson y Watts durante una serie de conciertos en 2023 es este disco grabado en agosto del año pasado en The Village Recording de Copenhague. 

El álbum, titulado Waw! con las iniciales de los tres músicos, comienza a todo gas, con un groove tremendo de bajo y batería y un piano que se lleva todo por delante, improvisando con progresiones fantásticas. Al solo enorme de Winther le sigue un solo de contrabajo delicado pero también a buen tempo, como solía decir Cifu cuando algo llevaba uptempo. El juego final de llamada y respuesta con la batería es una mirada a la tradición que no desentona con el estilo europeo de Winthter al piano en temas tan bellos como "Requien for JW" o en la balada "My Old Flame", tan llena de melancolías.


Winther está brillante llevando la melodía e improvisando en "Manhattan", un tema lleno de energía y vitalidad donde la mano derecha busca notas altas y encuentra un sonido luminoso y rítmicamente adictivo. Anderssson está enorme con su ritmo obstinado y Watts preciso y sutil al mismo tiempo, algo difícil en un batería con tanto poder. Magnífico tema, lleno de tensión, como "Deconstructing Mr X", que también se resuelve de una manera elegante. 

Todos los temas excepto "My Old Flame" (Arthur Johnston) están compuestos por Carl Winther, con una interesante escritura y mucho espacio para la improvisación, lo que hace que haya muchos solos de todos los músicos. 

Un disco recomendable por su sonido que aúna tradición americana y modernismo europeo, por conocer a un pianista tan ágil como Carl Winther, por ofrecernos otra faceta de un bajista tan expresivo como Andersson, con tanto que decir, y por constatar que Jeff 'Tain' Watts sigue tan energético como siempre.




* Más info en la web de Richard Andersson: www.richardandersson.dk

MOMENTO

MOVE, Momentum (Underpool, 2024)

Momento es en física, simplificando mucho, la medida de una masa en movimiento. Momentum es el impulso de cuatro viejos conocidos como son el pianista Iñigo Ruiz de Gordejuela, Alberto Arteta (saxos tenor y soprano), Javier Callén (contrabajo) y Borja Barrueta (batería). Esta es su segunda grabación como cuarteto bajo el nombre de Move (otra vez movimiento). Su propuesta es un jazz moderno ajeno a etiquetas que les permite una gran libertad estética (los temas evolucionan dentro de sí mismos para llegar a puntos insospechados) y con la solvencia que da la experiencia y el interplay de la convivencia. 

El disco, grabado y mezclado por Josué Pascual en los estudios Etxea de Areatza los días 8 y 9 de diciembre de 2023, repasa una serie de temas donde la emoción guía a las estructuras. Temas sin prisas, con melodías sugeridas, ("Choose Your Struggle"), bellas ("Consenso")...

Íñigo Ruiz de Gordejuela, a quien ya escuchamos en otras formaciones también de inspiración lírica, como Urjauzia, tiene algunos solos a los que prestar atención, no tanto por lo espectacular como por la sensibilidad con que los desarrolla. Alberto Arteta, por su parte, sigue demostrando que tiene una voz propia, especialmente en el saxo soprano. Ellos llevan la voz cantante de un cuarteto en el que el ritmo, cambiante, expresivo y protagonista, hace que fluya el jazz con naturalidad ("Yes I Did", compuesto por Callén), pero usando también el ritmo para recrear atmósferas novedosas ("Twilight", "Healing Song") y, en ocasiones, intensas, casi narrativas ("Pirámides"). También hay momentos más clásicos de solo de saxo sobre walking bass ("In Motion", con Callén y Arteta perfectos, y Barrueta y Ruiz dando la réplica), pero no es la norma.

En resumen, un disco moderno, con músicos consolidados en busca de una definición personal de la belleza, ambientes relajados y una gran capacidad para el interplay que hace que las composiciones fluyan con sinceridad. Modernidad y naturalidad en una sola toma.



* Más info: www.underpool.org/releases/momentum/