UNA POR KURT WEILL

SAM BRAYSHER, That’s Him: The Music of Kurt Weill (2024)

Al saxofonista Sam Braysher lo habíamos escuchado ya dibujando esos fraseos cálidos y llenos de sentimiento en su anterior álbum (Dance Little Lady, Dance Little Man) de 2021. Un saxo alto capaz de versionar a los grandes tenores merecía nuestra atención... y salió victorioso del desafío. Su sofisticada manera de reinterpretar los temas nos sedujo y este año vuelve con un disco en el que se embarca en una nueva aventura como músico e investigador: revisar, con su sonido complejo pero delicado, los mordaces temas de ese monstruo musical que fue Kurt Weill

Kurt Weill vivió apenas 50 años. Nació en una familia judía alemana en 1900. Su padre era el paitán de una sinagoga y, como tal, dirigía los cantos. Seguramente fue el primer contacto del joven Kurt con la música. Estudió en el Conservatorio de Berlín en tiempos del expresionismo y eso le marcó. Después, sus trabajos de ópera le llevaron al surrealismo y de ahí al teatro musical. Los músicos de jazz que han interpretado sus canciones (desde Louis Armstrong hasta Miles Davis) lo han convertido en un clásico. 



Sam Braysher entiende que Kurt Weill era un poeta musical, un poeta maldito, como todos, y pone una alta dosis de sentimiento en los arreglos y en las improvisaciones, trasladando al lenguaje del saxo alto la sensibilidad germano-americana de Weill. Apoyado en una sección rítmica con un sonido atemporal, capitaneada por el pianista húngaro 
Matyas Gayer (Eddie Henderson, Jim Rotondi), el baterista Steve Brown (Scott Hamilton, Barry Harris) y el bajista italiano Dario di Lecce (Stacey Kent, Grant Stewart), suma en tres temas a la cantante Sara Dowling, (votada Mejor Vocalista en los British Jazz Awards de 2019), quizás para que no olvidemos que Weill colaboró con letristas tan únicos como Ira Gershwing, Bertolt Brecht y Langston Hughes

Foto: Dan Redding

No esperen encontrar en el repertorio los grandes hits de Weill como "Lost In The Stars", "September Song" o "Mack The Knife" porque Braysher ha rebuscado en lo musical y no en lo anecdótico, y muestra una intención clara de
encontrar el jazz bajo la poesía. Con una Sara Dowling perfecta y muy clásica en temas como "The Right Guy For Me" o "That's Him", Braysher está pletórico en los temas instrumentales, con joyas como "This Is New", "Bilbao Song", donde toca acompañado solo por el contrabajo y donde expone la melodía con mucho juego, o "Moon-Faced, Starry-Eyed", donde se muestra muy bluesy con una sección rítmica swingueante y un Gayer perfecto en su solo. Hay que resaltar también el genial diálogo entre saxo y piano en "Ships Adrift", con bajo y batería a todo tren, con continuos guiños al bebop, una explosión de placer para el oyente que, además, es el único tema original del álbum, compuesto por Braysher.

Como ya dijimos en 2021, Sam Braysher es un saxo alto a tener en cuenta, con una voz propia, y su nuevo álbum es más que recomendable, no solo por la perspectiva con que interpreta a Weill... y una buena oportunidad para conocer a Sara Dowling.



* Más info en: sambraysher.com