LA BELLEZA MÁS LIBRE

BALDO MARTÍNEZ, Música imaginaria (Karonte, 2024)

El contrabajista Baldo Martínez, único entre los únicos de este país, continúa la senda que él mismo creó antes incluso de llegar a Projecto Miño o Folkore Imaginario (con Carlos Actis) para fusionar el sentir melódico del folk con la libertad sin límites del jazz contemporáneo. No habíamos escuchado nada más concluyente en este terreno hasta que apareció Baldo. Y esta Música imaginaria es la continuación lógica y sublime de este camino, un disco que se presentó el pasado 5 de julio en el Festival de Jazz de Vitoria con Julián Sánchez (trompeta y fliscorno), Juan Saiz (flauta, saxo tenor y soprano), Joao Barradas (acordeón), Andrés Coll (vibráfono y marimba) y Lucía Martínez (batería, objetos sonoros y voz).


A lo largo del repertorio de Música imaginaria asoman sonidos de Galicia como un leitmotiv juguetón que aparece y desaparece mientras el sexteto despliega ante nuestros oídos diferentes estéticas sin abandonar la vanguardia, un camino que encuentra por momentos la Gran Belleza en esos sonidos y estructuras libres, y para el oyente atento, esta Música imaginaria contiene momentos de una inspiración sublime. Baste poner, por ejemplo, "A través del muro", con ese groove del contrabajo llevando el tema mientras Saiz al tenor y Sánchez a la trompeta juegan al unísono como si fueran un grupo de hardbop (lo sugiere la estructura del tema también) pero destilando exquisiteces en la atonalidad. El solo de Saiz es brutal y justifica por sí solo su presencia (aunque es un habitual cuando Baldo toca a trío). Julián Sánchez no se queda atrás. No todo es especulación. El disco está lleno de puro espectáculo (jazzístico).

Foto: Elvira Megías
De todos los momentos de este repertorio imaginario, me quedaría con el solo de Baldo en "Gaia", lírico y casi cantable, evocador, tocado con esa sutileza en los dedos tan difícil en un instrumento como este. El tema también tiene un gran trabajo de Lucía Martínez (como en todo el álbum) buscando sonoridades cambiantes en la percusión (no hablamos exclusivamente de su solo). Es una delicia escucharla en cualquier entorno que la escuches. Juan Saiz, por su parte, tiene un solo en la flauta tremendo, intenso, veloz, virtuoso. Momentos así, de puro ritmo y ruido ("Todos fuera"), donde cada músico lleva al límite la tímbrica de su instrumento; momentos dulces y oníricos con las mazas de Andrés Coll y el acordeón de Joao Barradas; momentos líricos de Baldo con el arco en la mano... convierten este disco tan contemporáneo y rompedor en algo conmovedor.

La sensación final de la escucha del disco es la de que el ferrolano Baldo Martínez ha vuelto a conquistar con éxito terrenos inexplorados. El disco en su conjunto es un brainstorming brutal para cualquier aficionado al jazz, pero confiamos en cruzarnos con Baldo y sus músicos en algún festival para poder catar todo esto en directo. 



* Más info: baldomartinez.com