Carlos Pizarro, El sueño de las flores (2015)
Sensibilidad, búsqueda de la belleza y eclecticismo confluyen en el nuevo disco del guitarrista asturiano Carlos Pizarro, en su forma de tocar la guitarra, pero sobre todo de componer temas modernos que no caen en los lugares comunes de este tipo de aventuras: es rompedor pero sin estridencias. Por definirlo con pocas palabras, podríamos decir que El sueño de las flores es un disco de jazz moderno grabado en voz baja.
Pizarro es, además, compositor y educador, un guitarrista formado en la música clásica, de donde proviene su estilo ecléctico, que se nutre tanto del swing como del espíritu zen de la New Age o de la intelectualidad de la Tercera Vía, un estilo por momentos arriesgado e innovador pero siempre fácil de escuchar, renunciando a espectáculos atonales que pudieran franquearle gratuitamente la etiqueta de "modernidad". El resultado es un jazz híbrido, multiforme, a la búsqueda constante de la belleza y del placer que ésta provoca en el alma, una sensualidad que se refleja en el preciosista diseño de la portada, cuyo tema son (¡ojo!) órganos sexuales de flores, fotografiados por Paco Nadie.
El sueño de las flores contiene 9 temas, todos compuestos por Carlos Pizarro. Ocho de ellos superan los 7 minutos y llegan incluso a los 11. Esta longitud permite a los músicos desarrollar los temas con paciencia hasta conseguir una grabación más intensa e interesante de lo que resultaría una "comprimida". Hay temas en los que el compositor especula sobre ritmos y armonías y otros en los que se recrea en las sonoridades más amables. El piano comparte protagonismo con la guitarra y, a veces, ambos instrumentos se solapan con una frescura difícil de conseguir en tiempos lentos, que son los que más se escuchan en el álbum. Hay poca variedad de ritmos en las composiciones, aunque a ratos haga alguna sugerencia lejanamente folk o funky ("Y. Para Mauro Urriza") pero sí muchas y muy variadas referencias estilísticas a guitarristas clásicos de distintas épocas, pero (como todo en este disco) es algo tan sutil y tan elegamente colocado que precisa de algo más que cultura musical para percibirlo y valorarlo.
El tema "Pequeñitos" es un ejemplo del jazz introspectivo, innovador, de valentía satieriana, de Carlos Pizarro:
El sueño de las flores contiene 9 temas, todos compuestos por Carlos Pizarro. Ocho de ellos superan los 7 minutos y llegan incluso a los 11. Esta longitud permite a los músicos desarrollar los temas con paciencia hasta conseguir una grabación más intensa e interesante de lo que resultaría una "comprimida". Hay temas en los que el compositor especula sobre ritmos y armonías y otros en los que se recrea en las sonoridades más amables. El piano comparte protagonismo con la guitarra y, a veces, ambos instrumentos se solapan con una frescura difícil de conseguir en tiempos lentos, que son los que más se escuchan en el álbum. Hay poca variedad de ritmos en las composiciones, aunque a ratos haga alguna sugerencia lejanamente folk o funky ("Y. Para Mauro Urriza") pero sí muchas y muy variadas referencias estilísticas a guitarristas clásicos de distintas épocas, pero (como todo en este disco) es algo tan sutil y tan elegamente colocado que precisa de algo más que cultura musical para percibirlo y valorarlo.
El tema "Pequeñitos" es un ejemplo del jazz introspectivo, innovador, de valentía satieriana, de Carlos Pizarro:
Los músicos del disco son:
Carlos Pizarro, guitarra
Jacobo de Miguel, piano
José María Feito, bajo
Fernando Arias, batería
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* Web oficial: www.carlospizarro.es
** Fotografía de Oscar Mulero, extraída de La Nueva España.
Carlos Pizarro, guitarra
Jacobo de Miguel, piano
José María Feito, bajo
Fernando Arias, batería
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* Web oficial: www.carlospizarro.es
** Fotografía de Oscar Mulero, extraída de La Nueva España.