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SACRI DELFINO

Trío de guitarra con milonga de fondo

Descubrimos al guitarrista Sacri Delfino hace unas semanas interviniendo en el disco del bajista Apolo Bass. Ahora tenemos en las manos su álbum Jairanía  (2009), que viene precedido de un premio de la revista electrónica Acid Jazz Hispano, y no dejamos de sorprendernos la versatilidad de este músico de jazz que cabalga entre ritmos, directo y seguro, en un trío de guitarra, bajo y batería que le permite protagonizar momentos fabulosos.


En Jairanía Sacri Delfino, un músico que ha trabajado durante años en el mundo del tango, demuestra una gran capacidad para expresarse dentro del jazz con un instrumento que, en ocasiones, provoca disgustos por la cantidad de "guitarristas de jazz" que se pasan al lado oscuro de las vanguardias, los experimentos y las excentricidades. Porque Sacri Delgino es un guitarrista directo, elegante y moderno, dado a construir fraseos coherentes, muy técnico. Sin embargo, entre sus dones para la síncopa y la improvisación también está el de la versatilidad: en este álbum hay muchas baladas, aires de tango simplemente sugeridos e incluso un tema ("La Strada") que pisa el terreno del jazz fusión y que recuerda a grupos de hard rock de los 70, qué gran época para todo lo que no fuera jazz...


Como es habitual, me gusta destacar los temas del álbum que más me han llegado. El disco comienza con ritmos muy meditativos, en los que la guitarra suena de manera introspectiva, muy melódica, con un José Manuel Torrego muy sólido a la batería (sobre todo en "Luna de Hortaleza"), y no rompe hasta el tercer tema, "Chamota", en el que la mezcla de ritmos permiten a la guitarra soltarse y desplegar un abanico de sonidos que no por inspirados suenan menos técnicos. Pero si el tema anterior tenía sonoridades exóticas, "Pan caliente" es mucho más étnico, con una fusión excitantemente desconcertante de ritmo cercano al pop y coros de bossa nova. 


Donde más nos gusta Sacri Delfino es el valsecito "Silbando bajito", muy inspirado, pero hay que oír "10 de Enero" para entender qué tiene de grande este argentino afincado en Madrid que por momentos me recuerda a un Kenny Burrell (de algún disco que algún aficionado más erudito que yo acertará a nombrar) con una capacidad para desarrollar la melodía hasta lo inimaginable sin cansar.


Los otros dos músicos del disco son buenos acompañantes. Gerardo Ramos es un bajista discreto, en el sentido de que no busca el protagonismo sino el apoyo al solista, aportando seguridad al colchón rítmico, y sólo tiene un papel protagonista destacable en "Toto", donde puntea la melodía con un pizzicato limpio y de una sonoridad deliciosa. El baterista José Manuel Torrego juega un papel muy sólido en todos los temas, pero en "10 de Enero" no sólo contribuye a la construcción del tema sino que ataca con intervenciones precisas y espectaculares en aquello que Nat Hentoff llamaba jazz conversacional, aunque prefiero destacar lo excepcional de su precisión y su delicadeza en los temas de tempo lento.

Disco recomendable, especialmente para los que busquen jazz moderno y sin estridencias. 

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* La foto es de Sergio Cabanillas (www.cabanijazz.com) como todas las del disco.
** Más info en Myspace: http://www.myspace.com/sacridelfino/videos.