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EL NOVENO ESCALÓN

ARBENZ x KRIJGER x OSBY, Conversation #9: Targeted
(Hammer Recordings, 2023)

El baterista suizo Florian Arbenz, al que pudimos escuchar el año pasado en el deslumbrante trío Vein, viene acompañado en su último proyecto por el saxofonista Greg Osby. No es casualidad. Han trabajado juntos y, a la hora de buscar trasgresión, Osby es perfecto: ha hecho del funk un elemento de ruptura y Arbenz intenta romper moldes en cada álbum de un ambicioso proyecto que va ya por el noveno álbum (este Conversation #9: Targeted), en el que ha cambiado drásticamente de ensemble en cada grabación. Si en la anterior (Conversation #8: Ablaze) reunía a músicos tan distintos como Jorge Vistel o Wolfgang Puschnig (miembro fundador de Vienna Art Orchestra) para dar una vuelta de tuerca a la música callejera de Nueva Orleáns, en este volumen número 9 construye un trío con Osby y con el organista de Hammond Arno Krijger para dar una vuelta de tuerca a un formato de trío de Hammond que no es nuevo pero que nunca había sonado así. 

Desde el primer tema se nota la tensión creada por la percusión, una fuerza que arrastra al resto de los músicos a improvisar sin un final a la vista, convirtiendo (casi) al órgano en un instrumento de jazz rock. El segundo de los temas ("Sleeping Mountain") es, por el contrario un tema especulativo, abstracto, que sirve para que Osby, paradójicanente, busque la melodía con su saxo en una larga improvisación. "Vertikal Hold" es, en cambio, un tema donde escuchamos a batería y saxo improvisando en un diálogo imposible. "Seven Steps To Heaven" vuelve a ese groove con el que la batería fuerza a sus cómplices a virtuosismo más original, reinterpretando a Miles Davis con un color que él nunca hubiera ideado. "I Love You Porgy" nos devuelve a esa parte del Universo Arbenz donde lo etéreo expresa la ruptura con el standard original. El Hammond se muestra sutil, inmóvil como un paisaje sonoro onírico. El saxo es lírico, impresionista, casi puntillista. Mientras que la batería se limita a poner ese punto de brillo en los efectos para redondear la imagen. El ritmo sincopado y cambiante de "Old Shaman" cierra el álbum creando un tema para que los solistas  expresen lo que les quede por decir. Es el último disparo. Y no falla.

El álbum (y esta alianza americano-neerlandesa-suiza) tiene esta heterogeneidad, fruto de la profusión de ideas. Supongo que, cuando un músico es tan inquieto como Arbenz, buscando un nuevo lenguaje en cada disco, lo que halla es un planeta nuevo por explorar. No debe haber nada más excitante, salvo ponerlo en marcha. Y eso es Targeted




* Más info: florianarbenz.com