Gorgoritos y trompetas
Cuenta Scott Yanow en la introducción de su Jazz on Film que fue esta película la que lo inició, a la edad de 10 años, en su pasión por el jazz. Leído esto, busqué y visioné la película en busca de estas razones. Y no salí defraudado. Ya la simple aparición de Louis Armstrong y sus números musicales bastan para engancharlo a uno, pero los números protagonizados por Danny Kaye tampoco defraudan, sobre todo aquellos en que él y sus músicos en la pantalla "leen" las partituras sin instrumentos, tarareando y construyendo los temas con sus voces. Sube el tono cuando cantan juntos Armstrong y Kaye, en especial en "When The Saints", donde Danny Kaye canta con Satchmo imitándolo a cada verso. Como buen cómico, calca su timbre y las inflexiones de su voz en un ejercicio más que satisfactorio para los aficionados. Y además resulta divertido.
The Five Pennies está vagamente inspirada por la vida del cornetista Loring 'Red' Nichols. La figura del padre músico y la influencia de Bix Beiderbecke en su música están presentes en el film. La banda llamada The Five Pennies también existió, aunque en realidad fueron muchas formaciones con el mismo nombre. Y, tal como se cita en la película, participaron en esta banda músicos como Jimmy Dorsey, Pee Wee Russell, Benny Goodman, Glenn Miller, Jack Teagarden, Eddie Lang, Gene Krupa... La enfermedad de la hija está basada en hechos reales. Nichols abandonó la música para cuidarla y la película concluye con su regreso a los escenarios. Sin embargo, yo hubiera terminado la película con la anécdota (auténtica, convertida en leyenda) de la muerte de Red Nichols, que ocurrió en Las Vegas de forma repentina. Sus músicos, cumpliendo con el contrato, actuaron aquella misma noche mientras en el centro del escenario, sobre una silla, la solitaria trompeta de Nichols recibía la luz del cañón y el aplauso de los espectadores.
Pero suele ocurrir que, cuando se adapta al cine la vida de un músico, se tiende a la idealización. Este defecto tan propio de Hollywood deriva en The Five Pennies en algo muy distinto. Al protagonizarla Danny Kaye, la dramatización de la vida de Red Nichols se convierte en una comedia, en una sucesión de gags que, en lugar de ser contraproducente, encaja en lo que podríamos llamar el perfil de un entertainer: las gracias de Kaye no son anecdóticas sino que ilustran la capacidad de improvisación de un músico de una inventiva incansable, lo cual hace justicia a la imagen del verdadero Nichols, quien sólo en los años 20 llegó a aparecer en 4.000 grabaciones. El crítico Steve Legget, parodiando su adicción al trabajo, lo llamó "workaholic".
No quiero quedarme sin anotar que The Five Pennies es un juego de palabra: cinco peniques equivalen a un níquel, que suena como su apellido: Nichols. En algunos países de habla hispana la película se retituló como Las cinco monedas. En España, como casi siempre, subestimando la inteligencia de los espectadores (o con el fin de vender entradas a los aficionados a las comedias románticas) se llamó Tu mano en la mía (!) aprovechando un verso de una de las canciones de la película. Queda dicho para los que intenten encontrarla en DVD.
En la película, el propio Red Nichols toca la trompeta doblando al personaje de Danny Kaye y Shelly Manne interpreta al batería (naturalmente) Dave Tough. Pero para poner caras y hacer justicia a la historia por encima de Hollywood, les presto un video del verdadero Red Nichols: