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NO-LAND TRIO, Irudiak (Errabal Jazz, 2021)

Las notas del libreto de Irudiak prometen "una aportación honesta y sin condiciones al arte en general y a la música en particular" y eso es lo que encontramos, jazz en el estado más puro, tres músicos en la formación que más libertad suele permitir, el trío de piano, tres músicos con solo unas propuestas sobre el papel y toda el espacio para improvisar. Y el resultado es un álbum complejo, lleno de momentos que fluyen con naturalidad, como debe ser, fruto de la complicidad entre los músicos y de su experiencia, sin límites estilísticos ni lineas rojas y, sobre todo, haciendo jazz que apetece escuchar. 

Los músicos del trío son el pianista alicantino Jorge Fernández, el contrabajista cordobés Juanma Domínguez y el baterista alavés Aitor Bravo, tres músicos con distintos orígenes que coincidieron en Musikene, esa gran fábrica de musicazos de jazz, y que ya grabó antes bajo el nombre de No-Land Trio un disco llamado así, No-Land Trio, en 2019, tomando como enseña sus orígenes mixtos. Ahora profundizan en esta filosofía de la improvisación y la heterogeneidad con una colección de nueve temas, casi todos originales, algún estándar y un tema popular. 

Una muestra:


Lo más interesante del disco es esta norma de que todo está improvisado a través de unas líneas pactadas o de la estructura de un estándar ("Stella by Starlight de Victor Young). La improvisación obliga a cada músico a escuchar y a responder de manera original, lo que ofrece continuos destellos de talento y permite apreciar la verdadera personalidad de cada uno de ellos, más que si estuvieran simplemente reinterpretando lo escrito por otro. Todo esto ocurre con una estética moderna que recuerda según qué pasajes a otros tríos, en algún momento a Brad Mehldau, en otros a Keith Jarrett, The Bad Plus o incluso a Bill Evans... 

La originalidad está en el uso que hacen de estas influencias y cómo las traen a la personalidad de cada uno. Hay síncopas monkianas en "Medio hombre con montera dise: hola", pero también apuntes foklóricos en "Nana de Sevilla", la canción popular que recuperó García Lorca, algún guiño flamenco, momentos que miran a la Tercera Vía al estilo de Bill Evans y, sobre todo mucho color.

Pero como en el jazz toda comparación es relativa (y casi siempre inútil), les recomiendo que escuchen el disco, con atención y, si es posible, en directo, porque la capacidad de No-Land Trio es la de una banda con ganas de decir mucho y la fuerza para hacerlo. En palabras de Juanma Domínguez, "el purismo no es más que miedo a lo deconocido."

Aquí un tema anterior, grabado en 2018 en vivo en el tristemente desaparecido Café Jazz Naima de Sevilla, donde se aprecia la comunión de los músicos del trío: 


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