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ORNETTE COLEMAN REVISITED

MIGUEL ZENÓN, Law Years: The Music of Ornette Coleman 
(Miel Music, 2021)
Si por algo es fácil distinguir a Miguel Zenón es por búsqueda constante de la vanguardia, ya sea explorando lo inexplorado o revisitando clásicos para llevarlos a terrenos donde el riesgo es el horizonte más probable, como hizo con los cancioneros de Ismael Rivera, la música portorriqueña de su pasado en su Yo soy la tradición o la música cubana en su El arte del bolero, publicado también este año junto a Luis Perdomo. Con la vanguardia siempre por bandera y esa capacidad para mirar al pasado con ojos críticos, un homenaje a Ornette Coleman, uno de los padres de la vanguardia jazzística, parecía algo inevitable.

Con un cuarteto de músicos conocidos (Ariel Brínguez en el tenor, Demian Cabaud en el contrabajo y Jordi Rossy a la batería), Law Years fue grabado en directo en Basilea (Suiza) en el Birds Eye Jazz Club el 28 de mayo de 2019 y muestra esa energía que produce la cercanía del público y la excitación de lo irrepetible. También tiene ese sonido crudo, visceral, auténtico, que no se puede conseguir en un estudio aséptico y sin interferencias. 

Cabaud, Brínguez, Rossy y Zenón

Aunque con un sonido más actual, más sofisticado, todo el espíritu de Ornette está en este concierto: la velocidad, el riesgo, la atonalidad, esa sofisticación cambiante, creciente, inesperada, rompedora, especialmente en los ritmos, y esas melodías que daban sentido a todos los temas (qué maravilla "Dee Dee", "Law Years", "Giggin"...). No puede ser de otra forma: los cuatro músicos arrastran su influencia. 




El propio Zenón cuenta en las notas del disco que escuchaba a Ornette cuando era un adolescente y vivía aún en Puerto Rico, en una era previa a Internet, sin información de ningún tipo, y un amigo le prestó The Shape of Things to Come y el primer par de notas de "Lonely Woman" le dejó atónico, en estado de shock. En el libreto del disco, Zenón cuenta también que conoció a Ornette Coleman en persona, y que sus encuentros eran del tipo:
Zenón: “Sr. Coleman, estoy seguro de que no me recuerda. Mi nombre es Miguel y soy un saxofonista alto y uno de sus mayores fans."
Ornette: “Encantado de conocerte, Miguel. ¿Has pensado alguna vez qué pasaría si tocas La y Mi bemol al mismo tiempo?
Influenciados o inspirados, lo cierto es que estos cuatro músicos llegan aquí con una ventaja: la experiencia. Caminan con conocimiento el camino de baldosas amarillas que Ornette pisó por primera vez sesenta años antes, sin saber a dónde le llevaba. 

El riesgo, sin embargo, está presente en todo el concierto. Por ejemplo, aunque tanto Brínguez como Cabaud y Rossy habían tocado antes con Zenón, el cuarteto es inédito. Nunca habían tocado juntos los cuatro. Zenón cuenta que les envió una lista de sus temas favoritos, hicieron la prueba de sonido y de ahí directamente al concierto. El resultado está en el disco. Esa inesperada reunión portorriqueño-cubano-argentino-española favorece el espíritu de espontaneidad inherente a la figura de Ornette y la conexión de los músicos funciona. Todos, de alguna manera, han recibido de alguna manera su influencia y aportan sus personalidades para contribuir a que el espíritu de Ornette siga fluyendo hacia el futuro, redibujando entre los cuatro la forma de las cosas que están por venir. 

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