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JUGANDO CON EL RITMO

ESTER QUEVEDO QUINTET, Trabalenguas (Underpool, 2020)

No pretendo restarle personalidad a esta joven pianista cuando digo que posee una notable herencia monkiana. Ester Quevedo tiene ese don de Thelonius para jugar con el ritmo y los intervalos, ese estilo de frases tan concisas, elocuentes, para el bop en definitiva. Ahora, esta pianista formada en la Esmuc y discípula de Ignasi Terraza y Albert Bover, presenta su primer disco como líder con sus propios temas y con un quinteto que encaja a la perfección en esta filosofía.

Esta filosofía bop se aprecia desde el primer tema, con composiciones propias que consiguen un sonido añejo y excitante de unos músicos muy bien elegidos (todos se mueven con soltura en estos cánones), músicos jóvenes de la escena jazzística barcelonesa, donde se mueve Ester Quevedo en distintas formaciones que compagina con su actividad docente. El quinteto lo forman Oscar Latorre a la trompeta, el trombonista Vicent Pérez, el contrabajista Pau Sala y Roger Gutiérrez a la batería.


Funcionando a veces como un quinteto de hardbop, con sus chorus y sus solos, percibimos libertad, espacio para todos los músicos. Sin embargo, el ritmo es el protagonista y el piano el líder indiscutible. El tema que deja esto más patente (y quizás uno de los mejores del álbum) es "Trabalenguas", la composición (todas son originales de Ester Quevedo) que da nombre al disco. Aquí, en formato de trío, Ester desarrolla todo su potencial rítmico y armónico, con un soberbio dominio de los intervalos, cambios de ritmo y un interplay perfecto con sus músicos en los solos de bajo y de batería.

Pulsen play y escuchen.



Ester Quevedo ha conseguido un sonido que nos retrotrae a una de las mejores épocas del jazz y que, al mismo tiempo, suena moderno y personal, algo que supone un soplo de aire fresco en el panorama jazzístico español. Y la promesa de un futuro muy interesante.

En el resto del álbum escucharán influencias de Monk, de Bud Powell, de Lennie Tristano, del bop en general, pero una fuerza y un estilo que tiene algo de personal y que esperamos que en el futuro se afiance con nuevas grabaciones. En los temas a quinteto, la tímbrica de los distintos instrumentos juega a favor de la filosofía del disco, con un sonido crudo y sincero. Los solos de trompeta (Oscar Latorre) son para degustarlos uno a uno y el trombón (Vicent Pérez), con su peculiar ritmo, aporta un sabor que nos lleva a los 40 y a los 50. La expresividad de Ester, ritmo aparte, es de una gran versatilidad, con momentos de improvisación muy interesantes donde encuentra a su paso frases, guiños, sorpresas, momentazos...

El maravilloso y visceral sonido directo se debe a que el disco fue grabado en el Teatre de L’Aurora de Igualada durante el Estival de Jazz de 2019, dentro de un programa que suena tan bien como Carta blanca, una idea que promueve cada año un concierto único donde los músicos tienen plena libertad para presentar sus propuestas sobre el escenario. El sello Underpool, también promotor de la iniciativa, ha publicado otras grabaciones de este festival (Terror de Txema Riera, Noninó de Toni Vaquer, Carta Blanca de Marc Cuevas...). Vale la pena disfrutarlo... aunque no estuviésemos en el directo


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* Más info: www.underpool.org/releases/trabalenguas-ester-quevedo-quintet/