Este otoño parece más primavera que nunca. Entre el calor, que en Andalucía aún se negaba a marcharse a principios de noviembre, y los discos que nos llegan, como el álbum de Pablo Báez grabado en escenarios naturales o el de Matrioska con su nu jazz inspirado en la playa, nos cuesta aceptar la realidad (winter is coming) porque la naturaleza está más cerca que nunca. Hoy volvemos a mirar al escenario natural escuchando extasiados el nuevo álbum conceptual de Bugge Wesseltoft, mientras ante nuestros ojos el campo brilla frío al sol que anuncia el solsticio y sus verdes y ocres nos observan en silencio.
El silencio, tan importante en la narrativa sonora del noruego Wesseltoft, preside la catedral de Lofoten donde se grabó el álbum a piano solo entre el 26 y 27 de febrero de 2017. En su particular acústica flota la música como los ángeles en el imaginario popular, con el toque de un pianista delicado que conoce el peso de las teclas. Everybody Loves Angels sigue la estela de un álbum muy anterior en el tiempo (1997) que se llamó It's snowing on my piano en el que Wesseltoft recreaba canciones "invernales" y de espíritu navideño con esa calma del invierno en el lejano Norte en la que uno escucha la música con el respeto con el que escucharía el verdadero silencio.
Fotografía de Asle Karstad |
El noruego Bugge Wesseltoft es pianista y compositor, creó su propia discográfica (Jazzland Recordings) en 1997 y podemos verle, por ejemplo, en el documental de 2010 Icons Among Us: Jazz in Present Tense junto con Ravi Coltrane, Bill Frisell, Roy Hargrove, Medeski, Scofield, Martin & Wood..., una película sobre qué es y qué no es jazz, sobre el jazz presente y su visión desde América y Europa. Ejecuta un jazz ecléctico, nada condescendiente, que aún las tradiciones europeas y las americanas más avanzadas, heredero del jazz progresivo de los 70, de sus influencias en los músicos desetiquetados de este nuevo siglo y de los sonidos electrónicos. Para comprobarlo, vean su concierto en JazzBaltica 2015 o su colaboración con Laurent Garnier y comparen con la elocuente serenidad de este nuevo disco. Porque, a piano solo Wesseltoft se muestra personal e introvertido, sin efectismos ni ruidos, con la calma del invierno, con un don para emocionar rítmicamente sin hacer swing, al estilo de los músicos del Norte de Europa.
Su nuevo disco comienza con un tema tradicional llamado " Es sungen drei Engel" (algo así como "El sol es un ángel") donde nos presenta un jazz moderno, inspirado, calmo pero con una fuerza espiritual que hipnotiza.
Si en It's snowing on my piano la inspiración venía de temas navideños, una de las influencias más notables en este nuevo trabajo es la de grupos de rock de los 60-70 inspirados en el folk (ese folk-rock que soñaba con la Era de Acuario y conectaba espiritualmente con la Madre Naturaleza). En Everybody Loves Angels encontramos ensoñadoras versiones de Simon & Gartfunkel o Bob Dylan, pero también de Hendrix, The Beatles o The Rolling Stones ("Angie", esa maravillosa balada de rendición, de paz tras las lágrimas, que en su concepción original ya era lenta, lacónica, como una foto fija) junto con composiciones originales que conforman un conjunto homogéneo.
Imagen del vídeo promocional |
El concepto melódico y armónico de Wesseltoft, y su uso de la mano izquierda, hacen que el esuchante se olvide al momento de que estamos ante un disco de piano solo. Su digitación engancha por su fluidez dentro de la serenidad del álbum, tan alejado de su anterior y ecléctico New Conception of Jazz (Jazzland Recodings, 2016). El regreso del pianista a la soledad de las 88 teclas, al concepto acústico del jazz moderno, europeo, lindante con la Third Stream como y con la música tradicional y sincera es motivo de celebración.
Ahí les dejo esta recomendación como regalo de Navidad.