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KIN GARCÍA

El trío desde la perspectiva del bajo

Por alguna razón, los discos de contrabajistas despiertan siempre en mí una insólita avaricia. Quizás porque es un instrumento que me hubiera gustado dominar o porque es difícil de tocar (al carecer de trastes) o por su humildad (es capaz de acompañar de manera imprescindible todo un tema sin destacar) o por su rotundidad o por su versatilidad... El caso es que siempre que veo un disco de un contrabajista me viene a la mente esa escena de Lunes tormentoso (Mike Figgis, 1988) en la que Sting desahoga su rabia arrancando notas de dolor a su contrabajo. Entonces, compro el disco y lo añado a mi colección, donde ya cohabitan Brown, Chambers, Mingus, McBride, Pastorius, Spalding...

El del bajista Kin García, O lobo morde a man (Audia, 2005) es un disco extraño, intimista en exceso sin que esto signifique un defecto, con muy buenas melodías, también paradójico, porque cuando un músico compone para sí mismo busca habitualmente algo que ya conoce: busca el lucimiento personal con la técnica que ya domina y que conoce mejor que nadie, pero aquí Kin García toca el contrabajo con esa humildad de la que hablaba antes, que permite que el protagonismo del trío lo lleve, como debe ser, el piano, a pesar de que es notable la influencia del contrabajo en los patrones rítmicos (a nivel compositivo) ya que casi todos los temas están compuestos por el líder/bajista, con tres excepciones: un tema del pianista (Gabriel Evens), el "Solar" de Miles Davis y "Time remember" de Bill Evans (declaración de intenciones y más protagonismo para el piano).



Por destacar, destacaría de este álbum el tema compuesto por el pianista ("Delgado") en el que brilla con una digitación alocada; "Fisterra", por tu tempo obstinado y la forma en que el tema va creciendo en intensidad (intensidad contenida, de todos modos) a lo largo de sus seis minutos largos de duración; "Home falcon", por su solo bajo, enmascarado de conversación bajo/piano, que muestra lo dulce que puede sonar un instrumento tan contundente (los americanos lo llaman bull fiddle, violín toro); y "Solar" de Miles Davis, el tema más espectacular del disco, que exige un despliegue de virtuosismo a todos los músicos (Andrés Rivas a la batería completa el trío) con sus solos breves de toma y daca: solo, respuesta del grupo, solo, respuesta... Fabuloso.

El disco incluye un cuidado diseño gráfico a cargo de Celia Lago que contiene ilustraciones como la que sigue:


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* Web de Kin García: www.kingarcia.wordpress.com/